Carter dice que Ham¨¢s sellar¨¢ la paz con Israel si los palestinos lo apoyan

Arriesgando en un terreno de lo m¨¢s resbaladizo, el ex presidente de Estados Unidos Jimmy Carter asegur¨® ayer que Ham¨¢s est¨¢ dispuesto a aceptar un acuerdo para la creaci¨®n de un Estado palestino en Cisjordania y Gaza y el derecho de Israel "a vivir en paz" en las fronteras previas a la guerra de 1967. "Me dijeron que lo aceptar¨ªan si es aprobado por los palestinos, incluso si Ham¨¢s est¨¢ en desacuerdo con ciertos t¨¦rminos de ese pacto", a?adi¨® el ex mandatario. Una de las claves del embrollo reside en que los islamistas exigen que cualquier acuerdo entre el presidente Mahmud Abbas y el primer ministro israel¨ª, Ehud Olmert, sea ratificado en refer¨¦ndum por todos los palestinos, incluidos los refugiados en el exilio. Un portavoz de Ham¨¢s a?adi¨® que, en todo caso, el pacto ser¨ªa temporal. Y el l¨ªder fundamentalista, Jaled Meshal, remach¨® desde Damasco que ello no supondr¨ªa el reconocimiento formal de Israel.

Los escollos contra la iniciativa del ex presidente de EE UU parecen insuperables

Meshal se comprometi¨® a respetar una tregua de 10 a?os si Israel se retira completamente de los territorios ocupados hace 41 a?os: "Estamos de acuerdo con un Estado palestino con Jerusal¨¦n como capital, con genuina soberan¨ªa, sin asentamientos, y sin reconocer a Israel". Unos requisitos que a todas luces ning¨²n Gobierno hebreo aceptar¨¢.

Las reuniones de Carter con los l¨ªderes de Ham¨¢s han causado tanto revuelo como malestar en el Ejecutivo hebreo y en la Administraci¨®n estadounidense, que catalogan al movimiento islamista como organizaci¨®n terrorista. Pero el ex inquilino de la Casa Blanca no se amilan¨® y anunci¨® su prop¨®sito a los cuatro vientos: lograr que Ham¨¢s sea incluido en las negociaciones con Israel. "El problema no es que yo me re¨²na con Ham¨¢s, el problema es que Israel y Estados Unidos rechazan dialogar con alguien que debe ser tenido en cuenta", afirm¨® ayer tras regresar a Jerusal¨¦n y despu¨¦s de entrevistarse con Meshal en la capital siria y con otros dos dirigentes en Egipto durante el fin de semana.

El Gobierno israel¨ª guard¨® silencio, coherente con su intenci¨®n de obviar la iniciativa de Carter. Y el Departamento de Estado, por su parte, rest¨® valor a las promesas de Ham¨¢s. "No vemos ning¨²n cambio fundamental en sus posiciones", precis¨® el portavoz Tom Casey.

Los escollos para que prospere la iniciativa de Carter se auguran, por el momento, insuperables. Por varias razones. En primer lugar, Olmert, que ha eludido entrevistarse con el ex mandatario, rechaza negociar con Ham¨¢s porque ello supondr¨ªa otorgarle una legitimidad que no est¨¢ dispuesto a conceder mientras la organizaci¨®n islamista no se avenga a reconocer la legitimidad del Estado sionista. Y en segundo t¨¦rmino, porque ello supondr¨ªa un varapalo, si no el descarrilamiento, a las negociaciones que el dirigente hebreo sostiene con Abbas.

Shlomo Ben Ami, vicepresidente del Centro Internacional de Toledo para la Paz, esboz¨® a este peri¨®dico su coincidencia con los planteamientos de Carter, con quien se reuni¨® ayer en Jerusal¨¦n. Aunque tambi¨¦n precis¨® que hay que avanzar paso a paso. En opini¨®n de Ben Ami, es imprescindible incluir a Ham¨¢s en un acuerdo previo que incluya un alto el fuego en Gaza, el intercambio de prisioneros palestinos por el soldado cautivo Gilad Shalit, y otro pacto que garantice que la frontera entre la franja y Egipto queda sellada herm¨¦ticamente al tr¨¢fico de armas, aunque abierta a las mercanc¨ªas y las personas. "No podemos olvidar que Ham¨¢s gan¨® las elecciones", afirm¨® el ex dirigente laborista.