Los due?os de Druckguss se enfrentan a una petici¨®n de embargo de 10 millones

Los due?os de Druckguss Ib¨¦rica, la empresa de automoci¨®n ubicada en el pol¨ªgono de Igorre que ech¨® la persiana el pasado mes de octubre en plena huelga legal de 30 de sus 50 trabajadores, se enfrentan a una petici¨®n de embargo de 10 millones de euros para hacer frente a todas las deudas que dejaron detr¨¢s.

El Gobierno y la Inspecci¨®n de Trabajo denunciaron a la empresa

Los administradores judiciales designados en el concurso de acreedores (la antigua suspensi¨®n de pagos) que el fabricante de piezas present¨® a finales de diciembre pasado han remitido un escrito al Juzgado de lo Mercantil n¨²mero 2 de Bilbao en el que solicitan el embargo de los bienes de los propietarios de la firma. Los afectados son Jos¨¦ Antonio Iturrioz como accionista principal, su yerno V¨ªctor Furundarena, as¨ª como la esposa y los tres hijos del primero.

Los huelguistas pasaron cerca de tres meses, incluidas las navidades, en una construcci¨®n de madera, cart¨®n y pl¨¢sticos que levantanron junto a las instalaciones de la compa?¨ªa, en demanda de su empleo y de su salario. La ¨²ltima n¨®mina que cobraron fue la de agosto. Sus salarios medios ascend¨ªan a unos mil euros mensuales y no hab¨ªan actualizado el IPC desde 2004. Entre sus demandas salariales se inclu¨ªan subidas del 3,6% y del 3,2% para los a?os 2005 y 2006, y un incremento salarial lineal de 1.200 euros anuales para el ejercicio de 2007.

Tanto la Inspecci¨®n de Trabajo como el Departamento de Empleo calificaron de "ilegal" el cierre patronal de la empresa. La Inspecci¨®n remiti¨® adem¨¢s en octubre a la fiscal¨ªa la actuaci¨®n del empresario, Jos¨¦ Antonio Iturrioz, por si pudiera ser constitutiva de delito penal.

Los trabajadores denunciaron que Iturrioz desmantel¨® la planta de Igorre para montar otra en Rumania con el mismo objetivo y maquinaria, pero mano de obra mucho m¨¢s barata.

Tanto el Gobierno vasco como la Inspecci¨®n de Trabajo denunciaron en octubre la actitud de la empresa ante los requerimientos de las instancias oficiales. En una primera llamada, la direcci¨®n de la firma se neg¨® incluso a reunirse con la Inspecci¨®n de Trabajo.

El inspector denunciaba la actitud patronal por el cierre durante la huelga y por "incumplir la resoluci¨®n de reapertura dictada por la autoridad laboral". La direcci¨®n de la empresa no hizo ning¨²n movimiento encaminado a resolver el conflicto y prosigui¨® con su traslado a Rumania.

Los administradores concursales piden ahora al juez que instruye el caso que proceda al embargo de bienes inmuebles, cuentas bancarias y las acciones de la nueva sociedad creada en el citado pa¨ªs del este de Europa. Y ello como acci¨®n preventiva para hacer frente a la diferencia entre las deudas contra¨ªdas con los bancos y el valor de los activos de la firma que todav¨ªa quedan en el pol¨ªgono industrial de Igorre.

De forma paralela, los administradores judiciales siguen elaborando el informe con la descripci¨®n del resto de acreedores y la cuant¨ªa de la deuda. Se sabe que la sociedad espa?ola vendi¨® a la filial rumana, formada entre otros por los mismos socios de Druckguss Ib¨¦rica, activos por valor de siete millones de euros.

Los trabajadores denunciaron que la empresa sac¨® en camiones la mayor parte de los medios de producci¨®n. Los operarios se encontraban en una chabola anexa cuando numerosos camiones sacaron material en septiembre y octubre pasados.