Carta abierta a G¨¹emes
Perm¨ªtame dirigirme a usted en una carta abierta, me hubiera gustado hacerlo personalmente.
Imagino su preocupaci¨®n y en algunos momentos sorpresa por el conflicto existente en la Atenci¨®n Primaria. Una vez m¨¢s, consejero, me afianzo en la idea de que son imprescindibles organizaciones profesionales que lideren los cambios necesarios en la sanidad y que sepan gestionar las situaciones de crisis.
Los m¨¦dicos de Atenci¨®n Primaria -y el resto tambi¨¦n, no piense que son s¨®lo ¨¦stos- est¨¢n cansados, pero no s¨®lo de la gran sobrecarga asistencial y del escaso reconocimiento social y retributivo; est¨¢n cansados sobre todo de no poder ejercer la profesi¨®n como se merecen los pacientes que depositan su confianza en ellos. La situaci¨®n planteada en este conflicto viene de antiguo. Desde que propiciamos los acuerdos de Buitrago, hace m¨¢s de cuatro a?os, se ha avanzado muy poco, y todos recordamos un sinf¨ªn de ocasiones en la que los m¨¦dicos de Atenci¨®n Primaria han manifestado la necesidad y urgencia de mejorar la realidad de los centros de salud. Si la protesta contin¨²a es que no se est¨¢n resolviendo los problemas. Le pedimos que escuche a los profesionales y a sus organizaciones.
He le¨ªdo con atenci¨®n sus declaraciones p¨²blicas y se sorprende de que los facultativos reclamen que el periodo de formaci¨®n como m¨¦dico interno residente (MIR) compute en la carrera profesional. Temo que su rechazo a esta petici¨®n responde a que el concepto de carrera profesional no ha sido definido adecuadamente.
Estoy seguro, se?or consejero, de que usted entiende perfectamente que el esfuerzo de un profesional para acceder a un periodo de formaci¨®n a trav¨¦s de un examen estatal, as¨ª como el empe?o durante los a?os que dura el MIR -m¨¢xime cuando esta progresi¨®n continua es avalada por las diferentes Comisiones de Docencia-, deben ser contemplados como un m¨¦rito en la carrera profesional, pues no debemos olvidar que ¨¦sta constituye el reconocimiento de los conocimientos, las habilidades, el tiempo trabajado, los esfuerzos y los m¨¦ritos de investigaci¨®n durante el ejercicio de la profesi¨®n. No hay, pues, razones para negar que la formaci¨®n MIR se incluya en la carrera profesional.
Tampoco hay motivos para que la carrera profesional no est¨¦ desarrollada en algunas modalidades de ejercicio profesional: la carrera profesional no debe diferir trabajes en el sector p¨²blico, en el sector privado o en puestos que, siendo muy importantes para la sanidad, no requieren ver pacientes (salud p¨²blica, inspecci¨®n...). Ni tampoco hay razones para que vaya ligada a la estabilidad en el empleo. Se puede ser interino (m¨¢xime cuando ¨¦sta es una situaci¨®n que suele provocar la Administraci¨®n por no convocar plazas con la periodicidad exigida) y tener unos m¨¦ritos extraordinarios que deben ser reconocidos, a diferencia de lo que ahora ocurre, en el nivel correspondiente de la carrera.
La situaci¨®n es insostenible y las soluciones para recuperar la Atenci¨®n Primaria pasan no s¨®lo por la reducci¨®n del n¨²mero de pacientes adscritos a cada m¨¦dico y por la desburocratizaci¨®n. Tambi¨¦n tienen que replantearse los roles de los distintos profesionales, a la vez que se les otorga mayor autonom¨ªa y responsabilidad en su gesti¨®n.
Conf¨ªo en que no deposite sus esperanzas en que los m¨¦dicos abandonen el conflicto por puro cansancio. Esto acarrear¨ªa un perjuicio grave para el sistema sanitario, pues aumentar¨ªa la desmotivaci¨®n, lo que incide negativamente en la calidad de la asistencia.
Espero, en cambio, que el enfrentamiento termine pronto, que los m¨¦dicos mejoren sus condiciones laborales, sus condiciones profesionales y se sientan m¨¢s reconocidos, que los pacientes se beneficien de ello y que usted, se?or consejero, coseche con el acuerdo un ¨¦xito de gesti¨®n.
Siempre a su disposici¨®n
Guillermo Sierra es ex presidente de la Organizaci¨®n M¨¦dica Colegial (OMC).
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