Aguas turbias
No va a ir esto de trasvases, no vaya a ser que alguien se d¨¦ cuenta de que la mayor parte del agua que bebemos los vizca¨ªnos, pantanos del Zadorra mediante, es de la cuenca del Ebro y se arme parda. O de las aguas del Canal de Deusto, donde parece ser que el Gobierno central no daba por tan supuesto que sobre su cauce fueran a construirse casas, no. El t¨ªtulo es m¨¢s metaf¨®rico, po¨¦tico dir¨ªa yo. Hace referencia, si se fija usted bien, a lo compleja, turbia y revuelta que est¨¢ la situaci¨®n pol¨ªtica en Euskadi.
Que los ertzainas, por medio de sus sindicatos Erne y CCOO, protesten porque durante la evacuaci¨®n de los vecinos del barrio de La Pe?a no les inform¨® la consejer¨ªa de que era por una bomba, y luego hay m¨¢s de media docena de ellos heridos leves en el hospital, no es algo inusual -forma parte del gui¨®n de la pel¨ªcula La calle de la Paz, de Charlot-, pero que adem¨¢s denuncien que no se detiene ni a uno de ETA ni de su entorno deber¨ªa doler a m¨¢s de un consejero y lehendakari. Setenta y dos horas despu¨¦s estalla otra ante la casa del pueblo del Elgoibar.
El ciclo pol¨ªtico en Euskadi est¨¢ agotado; el tiempo pol¨ªtico parece estancado
Pero peor, y m¨¢s duro, es ver lo que le cuesta a los socialistas verse acompa?ados, salvo por el PP, en su intenci¨®n de presentar una moci¨®n de censura contra la alcaldesa de ANV de Mondrag¨®n. Primero fueron las reticencias de Egibar, luego el plante de los concejales de EB, y, finalmente, la respuesta un poco ¨¢cida de la portavoz del Gobierno vasco, se?ora Azkarate, poniendo inconvenientes al intento y, de paso, criticando a Patxi L¨®pez. ?Menos mal que oficialmente estaba de acuerdo el PNV!
Casi se me olvidaba recordar la sentencia del Supremo a Atutxa, Bilbao y Kn?rr. Nada se salva, y el Guggenheim, que por su prestigio hab¨ªa quedado al margen de las luchas partidistas, convirti¨¦ndose en un ente intocable, quiz¨¢s por ello acaba de perder mucho de su prestigio tras el desfalco protagonizado por uno de sus directores. Otra cosa importante que estalla.
Pero la que m¨¢s preocupa es que el sistema educativo vasco, basado en tres modelos ling¨¹¨ªsticos desde la ¨¦poca inicial del Estatuto en la que se dieron los consensos fundamentales, vaya a saltar por los aires, haciendo hegem¨®nico el euskera por obra y gracia del Gobierno tripartito de Vitoria. Otra ruptura de un acuerdo fundamental, que al final va a endurecer los enfrentamientos sociales, y, a la postre, acabar desprestigiando el euskera, que va a ser el gran perdedor. Porque es evidente que s¨®lo en la enajenaci¨®n de unos exaltados se puede entender que anulen el castellano del sistema educativo cuando es el idioma hegem¨®nico en la calle. O lo que se quiere es hacer j¨®venes esquizofr¨¦nicos para que acaben alentando la violencia y as¨ª superar la frustraci¨®n tras un sue?o disparatado de sus educadores.
El ciclo pol¨ªtico en Euskadi est¨¢ agotado; el tiempo pol¨ªtico parece estancado. Demasiados problemas y desacuerdos est¨¢n clamando por el cambio al que parece, adem¨¢s, se apresta del PSE. No deja de tener sentido esta predisposici¨®n. Existen tantas contradicciones que, como dir¨ªa aquel fil¨®sofo marxista de la generaci¨®n del 68, de la que se cumple 40 a?os, Louis Althusser, la situaci¨®n en Euskadi est¨¢ "sobredeterminada" y pide un cambio revolucionario. Me dir¨¢n ustedes que Althousser acab¨® como una cabra, y diciendo pretencioso que nos hab¨ªa enga?ado a todos, pero para enga?arnos primero le ten¨ªamos que haber entendido, que no era cosa f¨¢cil con la forma que ten¨ªa de explicarse.
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