Un comando paramilitar de los 'marines somal¨ªes' est¨¢ detr¨¢s del secuestro

"Usan t¨¢cticas militares, est¨¢n muy bien preparados, armados y organizados". Con estas palabras describi¨® a sus secuestradores Mikel Arana, uno de los marineros del Playa de Bakio, en una breve conversaci¨®n telef¨®nica que mantuvo con su padre.

No se trata, por tanto, de un pu?ado de piratas desarrapados, sino de grupos paramilitares. Por la informaci¨®n de que dispone el Gobierno, los autores del abordaje del atunero podr¨ªan formar un comando de los llamados marines somal¨ªes.

Es una organizaci¨®n vinculada al clan de los Hawiye, dividido a su vez en casi medio centenar de subclanes, que viven en la regi¨®n central de Somalia. Muchos de estos grupos est¨¢n organizados militarmente y se dedican a la pirater¨ªa de los barcos que faenan en el riqu¨ªsimo banco pesquero somal¨ª o transitan por la ruta del Mar Rojo.

Act¨²an en el mar o desde tierra y cuentan con sistemas de comunicaciones, tel¨¦fonos v¨ªa sat¨¦lite y armamento de guerra, como demuestra el hecho de que el Playa de Bakio fuese atacado con lanzagranadas. Seg¨²n los expertos, tienen capacidad para asaltar buques hasta a 400 millas de distancia de la costa (el atunero espa?ol lo fue a 250). Se sospecha que est¨¢n vinculados con redes internacionales y hombres de negocios residentes en el Golfo, quienes les facilitan informaci¨®n sobre los buques que se acercan a sus costas.

Entre los familiares de los marineros secuestrados la angustia va en aumento. La llegada de la fragata M¨¦ndez N¨²?ez, supone, a sus ojos, un arma de doble filo. "Est¨¢ bien como medida de presi¨®n, para que sepan que est¨¢n ah¨ª, pero no s¨¦ si eso va a poner nerviosos a los piratas", se?ala Mari Carmen, la mujer del marinero de Baiona (Pontevedra) C¨¢ndido Senra.

La prioridad ahora es "la vida de la gente de a bordo", afirma Mari Carmen, quien a?ade que "es el momento de actuar, pero con precauci¨®n". Confiesa que apenas ha podido dormir desde el domingo porque "esto te desespera". El haber podido hablar con su marido el martes le tranquiliz¨®. "Pero le conozco y not¨¦ en su timbre de voz el nerviosismo", afirma.

Tambi¨¦n Rosa, hija de Amadeo ?lvarez, el patr¨®n del barco, explic¨® que no han vuelto a hablar con su padre desde el martes, "y eso angustia un poco".