La f¨¢brica de cerebros del Banco de Espa?a
El CEMFI lleva 20 a?os como la cantera de ¨¦lite de las finanzas espa?olas
Apenas faltan cuatro meses para que Alicia Barroso lea su tesis doctoral y ya tiene cinco ofertas de empleo de otras tantas universidades, entre ellas la de Mannheim (Alemania), la de Toronto (Canad¨¢) y la Carlos III de Madrid. Alicia, de 29 a?os, ha estudiado en el Centro de Estudios Monetarios y Financieros (CEMFI). El a?o pasado, un 89% de los alumnos de esta escuela de economistas de ¨¦lite, ubicada en un edificio construido en 1887 a espaldas del Museo del Prado, en Madrid, hab¨ªa encontrado trabajo al mes de finalizar sus estudios. Tres meses despu¨¦s, todos.
"Esto es idea de Luis ?ngel Rojo", cuenta el todav¨ªa hoy director y fundador del CEIM en 1987, Rafael Repullo. Seg¨²n narra este doctor en econom¨ªa por la London School of Economics, quien entonces era director del servicio de Estudios del Banco de Espa?a, y posteriormente su gobernador, quer¨ªa crear un programa de posgrado serio para economistas en Espa?a. "No hab¨ªa ninguno", afirma Repullo, si bien cita como excepci¨®n el de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona dirigido por Salvador Barber¨¢.
El proceso de selecci¨®n de alumnos se extiende durante un a?o
El supervisor bancario siempre ha estado muy ligado al CEMFI. El gobernador es el presidente del patronato de la fundaci¨®n de la que depende. El objetivo del Banco de Espa?a, sin embargo, no era crear su propia cantera de economistas. De hecho, la salida profesional de los alumnos puede orientarse en tres direcciones: el sector privado, la administraci¨®n p¨²blica y los organismos internacionales.
Del ¨¦xito de la idea de Rojo habla la n¨®mina de ex alumnos y sus trayectorias posteriores. Entre ellos se pueden encontrar profesores en universidades tan prestigiosas como Harvard, Yale o la London School of Economics, y responsables p¨²blicos de primer orden.
Para lograr este ¨¦xito resulta b¨¢sica la selecci¨®n del alumnado. As¨ª lo explican los dos subdirectores del CEMFI, Manuel Arellano y Samuel Bentolila. Cada a?o solicitan cursar el m¨¢ster del CEMFI unos 180 alumnos. Lo consiguen poco m¨¢s de 20. "Son buenos cuando salen porque son buenos cuando entran", afirman. El proceso de selecci¨®n se extiende a lo largo de todo un curso acad¨¦mico, es decir, entre octubre y junio. En ¨¦l, el expediente acad¨¦mico y las entrevistas personales con los profesores tienen un papel destacado.
A partir del ingreso, exigencia. "El programa es muy absorbente", describen los dos subdirectores. Como "muy exigente" lo define Vicente Cu?at, profesor de finanzas de la Universitat Pompeu Fabra y la London School of Economics, y uno de los 400 alumnos que han pasado por el centro. Y a?ade: "Probablemente sea el periodo de mi vida en que he trabajado m¨¢s duro". Eva Guti¨¦rrez, economista del Fondo Monetario Internacional, recuerda que aquellos dos a?os en el CEMFI sufri¨® mucho estr¨¦s: "Tuve un acn¨¦ espantoso que mi dermat¨®logo dec¨ªa que era cosa de nervios. Ech¨¢bamos m¨¢s horas que un reloj".
Pablo Lavado, de 27 a?os, es licenciado en Econom¨ªa por la Universidad del Pac¨ªfico en Lima. Tras trabajar dos a?os en el Banco Mundial, decidi¨® continuar sus estudios. "Me gusta el mundo acad¨¦mico", comenta, "y uno de mis profesores me recomend¨® venir". Su intenci¨®n, una vez acabe el m¨¢ster -ya est¨¢ en su segundo y ¨²ltimo a?o-, es continuar con el doctorado. Pablo ya ha solicitado poder cursarlo en el CEMFI.
Pero la calidad de la ense?anza no va acompa?ada de un alto precio. Un a?o de m¨¢ster cuesta al alumno 3.600 euros, y el "doctorado es incluso m¨¢s barato", afirman los subdirectores. La explicaci¨®n que dan es que son un centro p¨²blico.
El segundo pilar del reconocimiento es el profesorado. A sus 12 profesores se les exige vocaci¨®n docente, pero tambi¨¦n investigaci¨®n. En la tarjeta de visita del centro figuran las publicaciones de sus profesores en revistas econ¨®micas de prestigio (Econometrica, Journal of Political Economy, Review of Economic Studies...), e incluso alguno de ellos figura en los ¨®rganos de direcci¨®n. Es el caso de Rafael Repullo, Manuel Arellano o Enrique Santana.
Este centro de alto rendimiento econ¨®mico, como lo define Bentolila tomando prestadas las palabras de un ex alumno, ha emprendido el proceso de internacionalizaci¨®n de su alumnado, que hasta ahora proced¨ªa casi en exclusiva de Espa?a y Latinoam¨¦rica. Para ello las clases se imparten ¨ªntegramente en ingl¨¦s desde este a?o. En esta etapa, como en el inicio, el objetivo ser¨¢ la excelencia, sin establecer cuotas por nacionalidades o reservas similares. -
"Lo mejor que me ha pasado"
El hoy director general de Regulaci¨®n del Banco de Espa?a, Jos¨¦ Mar¨ªa Rold¨¢n, pas¨® por las aulas de CEMFI hace ahora 20 a?os. Pertenece a la primera promoci¨®n. Su paso por el centro marc¨® su vida, seg¨²n reconoce, "y en positivo".
La intenci¨®n inicial de Rold¨¢n al acabar la carrera universitaria de econom¨ªa era estudiar oposiciones para inspector de Hacienda, "pero un compa?ero me habl¨® del CEMFI y de su programa. Me gust¨®. As¨ª que fui al centro casi de casualidad. Es lo mejor que me ha pasado en mi vida".
De aquellos a?os (1988 y 1989) recuerda mucho trabajo y esfuerzo: "El CEMFI me aport¨® una formaci¨®n econ¨®mica de base muy fuerte que, todav¨ªa hoy, me sirve para distinguir entre la argumentaci¨®n econ¨®mica que tiene contenido y la que no".
Para Rold¨¢n, primer jefe de gabinete de Rodrigo Rato cuando ¨¦ste fue ministro de Econom¨ªa y Hacienda, el CEMFI en su fundaci¨®n era la ¨²nica alternativa a realizar estudios de posgrado econ¨®micos fuera de Espa?a. "O entrabas en el CEMFI o te ibas a la London School of Economics o a
alguna universidad de prestigio de Estados Unidos. Ahora el panorama es distinto y hay muchas universidades espa?olas con buena formaci¨®n de posgrado".
La formaci¨®n del centro es perfectamente homologable a la de las grandes escuelas econ¨®micas internacionales, cree Rold¨¢n. "Cuando estuve en el Instituto Monetario Europeo, mi formaci¨®n no ten¨ªa nada que envidiar a la de mis colegas. Era incluso superior". Admite, sin embargo, que el CEMFI es un centro m¨¢s reconocido que conocido. Aunque afirma: "?se es el gran defecto de Espa?a. Estamos m¨¢s en el hacer que en el vender". -
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