La comedia como juego de precisi¨®n
Ma?ana por 9,95 euros, con EL PA?S, un DVD y un libro de Buster Keaton
En El libro de las ilusiones, de Paul Auster, se incluye una brillante reflexi¨®n sobre el hechizo de esas comedias sin palabras que, en los albores del cine supieron acu?ar un modelo de lenguaje que no pod¨ªa traducirse a otro medio: "En su mayor¨ªa, las comedias mudas no se hab¨ªan molestado en contar historias. Eran como poemas, como interpretaciones de sue?os, como intrincadas coreograf¨ªas del esp¨ªritu, y, al estar ya muertas, quiz¨¢ a nosotros nos llegaban m¨¢s profundamente que a los espectadores de la ¨¦poca". Estas palabras podr¨ªan capturar la esencia de El maquinista de la General (1927), salvo porque Buster Keaton s¨ª quiso contar una historia. De hecho, un fragmento de Historia con may¨²sculas: la Gran Persecuci¨®n Ferroviaria, episodio de la Guerra Civil americana acontecido el 12 de abril de 1862, cuando un grupo de soldados de la Uni¨®n se hizo con el control del ferrocarril General y fue tenazmente perseguido por su conductor, William Allen Fuller. La historia no tuvo un final feliz: los confederados capturaron al grupo de intrusos y ahorcaron a ocho de ellos.
A pesar de que la comunidad cin¨¦fila sigue polariz¨¢ndose cuando salen los nombres de Buster Keaton y Charles Chaplin, el debate deber¨ªa quedar superado: es cierto que el primero, como se?al¨® Luis Bu?uel, fue "ese gran especialista contra toda infecci¨®n sentimental" frente al gusto de Chaplin por el golpe bajo emotivo, pero a ambos les uni¨® siempre la convicci¨®n de que la forma era la prolongaci¨®n natural de sus personalidades c¨®micas. Quiz¨¢s eso es lo que ha hecho perdurables las comedias del cine mudo: m¨¢s all¨¢ de la construcci¨®n de una identidad c¨®mica a trav¨¦s de los recursos interpretativos, el humor se sosten¨ªa en la puesta en escena. En este sentido, Keaton tuvo su mejor aliado en el montaje, entendido como mecanismo de transparencia y legibilidad: empe?ado en protagonizar sus propias escenas de riesgo, el c¨®mico lograba coreografiar las m¨¢s sofisticadas coreograf¨ªas del azar aparente en forma de n¨ªtidos teoremas matem¨¢ticos, puras ecuaciones visuales que resolv¨ªan la esquiva inc¨®gnita de la hilaridad universal.
Relato tragic¨®mico (o melo-tronchante) sobre un tipo que pulveriza injustas sospechas de cobard¨ªa, tras recuperar ferrocarril y novia en un laberinto de escenas de acci¨®n dise?adas en el limbo de la abstracci¨®n l¨²dica, El maquinista de la General supuso un aut¨¦ntico tour de force en la carrera de Keaton, la m¨¢xima depuraci¨®n de su estilo y uno de los trabajos m¨¢s ambiciosos de su filmograf¨ªa. No obstante, el c¨®mico tuvo que esperar a que el tiempo pusiera su trabajo en su lugar: en su momento, la cr¨ªtica recibi¨® la combinaci¨®n de comedia y elementos dram¨¢ticos con hostilidad y la recaudaci¨®n de taquilla fue desastrosa. Hoy nadie duda de su condici¨®n de obra maestra.Relato tragic¨®mico o melotronchante sobre un tipo contra su cobard¨ªa
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