Zaplana y la mujer del C¨¦sar
La libertad a todos nos asiste; el liberalismo de partidos y personalidades con quienes coquete¨® nuestro ex Zaplana ahora le brinda el refugio dorado, aunque sea lejos de casa.
Hubiera deseado que iniciara su nueva vida privada en su antigua profesi¨®n, si la tuvo. Un buen ejemplo para el espa?ol de a pie que espera ver ejemplos de honestidad en quienes la han estado pregonando desde las altas cimas del Gobierno de este pa¨ªs ser¨ªa ver a l¨ªderes que vuelven a las aulas, a los despachos o a la funci¨®n p¨²blica, que abandonan los ropajes de la pol¨ªtica y pululan por nuestras ciudades en mangas de camisa, como uno m¨¢s.
Ser¨ªa m¨¢s cre¨ªble y ejemplarizante que verlos en los consejos de administraci¨®n, recibiendo una soldada, no por lo que hacen, sino por lo que fueron. Seguramente este pa¨ªs, que necesita una revoluci¨®n de honestidad, comenzar¨ªa el rumbo adecuado.
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