La ley de la transparencia
El Defensor del Pueblo Europeo, un cargo con todav¨ªa menos competencias ejecutivas que su colega espa?ol, publica, a?o tras a?o, interesantes informes en los que analiza las quejas de los ciudadanos sobre el funcionamiento de las instituciones de la UE. Muchas de ellas (casi el 30%) tienen que ver con dos cosas: la falta de transparencia con la que funciona la Comisi¨®n Europea y la extensi¨®n, cada d¨ªa mayor, de las llamadas "puertas giratorias": entro por un lado como funcionario de la UE especialista en un tema concreto y salgo por el otro como alto ejecutivo de una de las empresas de ese ramo o del lobby (generalmente patronales) del sector.
El pobre ombudsman (actualmente el griego Nikiforos Diamandouros) no puede hacer gran cosa, salvo subrayar la importancia de la transparencia, en todos los casos y muy especialmente en lo relacionado con las actividades de los lobbys o grupos de presi¨®n.
Ser¨ªa bueno conocer qu¨¦ informes sobre la crisis inmobiliaria hizo Taguas para el presidente antes de fichar por la patronal
El mismo Gobierno que se ufana de dirigir la octava potencia del mundo tiene parada la ley de acceso a la informaci¨®n
En eso radica, probablemente, la esencia del problema, no s¨®lo en la Uni¨®n Europea, sino en todos los pa¨ªses democr¨¢ticos en los que el acceso de los ciudadanos a todo tipo de documentos y papeles en manos de la Administraci¨®n es injustificadamente restrictivo. En la UE se intent¨® hacer algo el pasado mi¨¦rcoles d¨ªa 30, con una nueva normativa destinada, en teor¨ªa, a aumentar esa transparencia informativa. Dado que la UE es manifiestamente secretista, todo avance de la transparencia es bienvenido. Los expertos en el tema aseguran, sin embargo, que se ha perdido una gran oportunidad para imitar la legislaci¨®n m¨¢s abierta de los pa¨ªses n¨®rdicos, y que la norma europea sigue siendo insuficiente e incluso regresiva en algunos aspectos. (Claro que el Parlamento Europeo no tendr¨¢ nada que decir al respecto: la semana pasada, seg¨²n inform¨® la web Eurobserver.com, los eurodiputados echaron abajo una propuesta para que se hicieran p¨²blicos los informes de sus propios auditores).
En el caso espa?ol, el problema no es que tengamos una legislaci¨®n deficiente o exigua. Simplemente es que no existe. Imposible saber en Espa?a qu¨¦ informes elabor¨® el director de la Oficina Econ¨®mica del Presidente del Gobierno, David Taguas, sobre la crisis del sector inmobiliario antes de fichar, precisamente, por la patronal de la construcci¨®n. Es una pena, porque la publicidad, rutinaria y continuada, de esos informes hubiera ayudado a despejar ahora cualquier tipo de duda sobre la calidad o intenci¨®n de su asesoramiento. No es lo mismo que el presidente del Gobierno estuviera escuchando a un colaborador independiente, que a alguien que compart¨ªa ya tanto el punto de vista de las empresas del sector que, de un d¨ªa para otro, consider¨® conveniente dar un empuj¨®n a la puerta y pasar al otro lado.
Exigir transparencia en las distintas administraciones (auton¨®micas y locales incluidas) no es una man¨ªa de periodistas y profesores obsesos, sino una garant¨ªa de los ciudadanos contra, entre otras cosas, el excesivo juego de las puertas que giran (un sistema simple y eficaz de recordar lo f¨¢cil que es romperse los dedos), y una defensa contra el secretismo innato de casi cualquier tipo de organizaci¨®n, incluida la Administraci¨®n p¨²blica y los Gobiernos democr¨¢ticos. No se explica c¨®mo un Gobierno como el espa?ol, que se vanagloria de dirigir a la octava potencia econ¨®mica del mundo y que ha sido capaz de impulsar importantes modernizaciones sociales, como la regulaci¨®n del matrimonio entre personas del mismo sexo, siga bloqueando la ley de acceso a documentos e informes financiados con dinero p¨²blico. ?Por qu¨¦ no se pueden conocer en Espa?a en un plazo razonable los informes de la Oficina Econ¨®mica del Presidente y s¨ª se pueden analizar los que elabora el Consejo de Asesores Econ¨®micos del presidente de Estados Unidos? ?Por qu¨¦ no podemos conocer c¨®mo deliberan los miembros de la Comisi¨®n Ejecutiva del Banco de Espa?a y s¨ª leer las deliberaciones, con nombres y apellidos, de los miembros de la Reserva Federal de Estados Unidos?
Las leyes conocidas como Freedom Information Acts, que obligan a las administraciones p¨²blicas a facilitar el libre acceso de los ciudadanos a toda la documentaci¨®n que obra en su poder (salvo los datos relativos a la intimidad de las personas o a la seguridad nacional), han sido grandes impulsoras no s¨®lo de la lucha contra la corrupci¨®n, las corruptelas y el abuso de poder, sino de Gobiernos eficaces y sociedades comprometidas. No es casualidad que los pa¨ªses en los que la ley obliga a las administraciones a trabajar con mayores niveles de transparencia sean precisamente los pa¨ªses con menores ¨ªndices de corrupci¨®n y mayor satisfacci¨®n ciudadana.
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