Alejandro Barletta, el bandone¨®n argentino de la m¨²sica cl¨¢sica

Argentino, bandoneonista y, sin embargo, nada que ver con el tango, Alejandro Barletta, que naci¨® en 1925 en Buenos Aires, falleci¨® el 26 de abril. Pese a que numerosos cr¨ªticos internacionales lo sindiquen como el m¨¢s grande bandoneonista de todos los tiempos, este autodidacto del fuelle no bebi¨® en las fuentes de Arolas, Troilo, Maffia, Laurenz, Ruggiero o Piazzolla, que incluso una tarde en una emisora de radio en que le sali¨® la tanada de adentro le pregunt¨®: "?Usted quiere saber c¨®mo se toca el bandone¨®n?". No esper¨® a que contestara, llam¨® a Roberto di Filippo -lo m¨¢ximo para Astor, tocaba con ¨¦l en radio Splendid entonces- y le pidi¨® que hiciera un tema cualquiera. "Lo escuch¨® un minuto y vi que se pon¨ªa blanco como el papel...", explicaba Piazzolla.

Barletta, que empez¨® a ta?erlo a los ocho a?os en una familia de m¨²sicos, utiliz¨® el bandone¨®n para tocar m¨²sica cl¨¢sica y desarroll¨® la t¨¦cnica con maestros como Ginastera, Athos Palma, en la Schola Cantorum de Par¨ªs, o Juli¨¢n Bautista. Solfeo, did¨¢ctica musical, contrapunto, fuga, composici¨®n y orquestaci¨®n tambi¨¦n al lado de notables maestros.

Fue profesor del instrumento en el Conservatorio Nacional de Buenos Aires y visit¨® 45 pa¨ªses, dio unos 2.500 conciertos, conferencias e impuso el bandone¨®n en teatros donde nunca hab¨ªa entrado el instrumento inventado por el alem¨¢n Herman Ulgh, ejecutando a Grieg, H?ndel, Bach y otros cl¨¢sicos.

Compuso numerosas obras sinf¨®nicas, algunas por encargo del teatro Col¨®n, como: J¨²piter 1, 2 y 3 para viol¨ªn, viola, violonchelo, flauta, oboe, clarinete, bandone¨®n y J¨²piter 4, 5, 6 y 7 para dos bandoneones y orquesta. Le dedic¨® tambi¨¦n temas al espacio estelar con su cosmofan¨ªa: Mars 1, 2 y 3 a pedido del Studio Neuen Musik de Berl¨ªn y Buenos Aires c¨¢mara tango que le solicitara el Ayuntamiento de Granada abriendo con esta obra el Festival de Tango 1987 de esa ciudad. D¨ªas despu¨¦s la ejecutar¨ªa en el Auditorio Nacional de Madrid conjuntamente con sus tangos para bandone¨®n y orquesta de c¨¢mara. Y lo llevar¨ªa incluso al Metropolitan de Nueva York.

Sin embargo, la m¨²sica de Barletta tuvo muy poco que ver con el tango, con el cual no se identificar¨ªa nunca. En su atrevimiento con el instrumento, lo introducir¨ªa en iglesias de todo el mundo, le agregar¨ªa la amplificaci¨®n el¨¦ctrica y en creaciones como Cinco preludios c¨®micos, exhibir¨ªa una amplia gama de sus posibilidades sonoras, entre otras, periodos polif¨®nicos a modo de ¨®rgano, aglomeraciones de sonidos, recreando un poco las ideas del inventor del instrumento como una especie de armonio port¨¢til para celebrar misas campestres.

Aunque es ignorado en las enciclopedias tangueras, muchos cr¨ªticos musicales lo comparan con Andr¨¦s Segovia, Pablo Casals, Nicanor Zabaleta, Wanda Landowska. Y como compositor lo colocan a la altura de un Hindemith o Jachaturi¨¢n por su majestuosa prolijidad y creatividad.

En 1989 fue condecorado por la Fundaci¨®n Konex con la medalla al m¨¦rito, otorgada a los 100 m¨²sicos m¨¢s importantes de la historia de Argentina y con el Gran Premio de Honor Carlos Gardel de Oro por sus tangos de c¨¢mara. Tambi¨¦n recibir¨ªa la Orden Sanmartiniana por su trayectoria y fue declarado ciudadano ilustre de Adrogu¨¦, Tandil y de la provincia de Buenos Aires,

En 2003 festej¨® sus 70 a?os con la m¨²sica desde que con sus hermanos Miguel y Osvaldo (viol¨ªn y contrabajo) comenz¨® a dar conciertos en las escuelas del barrio porte?o de Floresta. Elogiado por Joaqu¨ªn Rodrigo, Crist¨®bal Halffter o Pablo Casals, el estilo barroco de Barletta en sus epifan¨ªas est¨¦ticas destac¨® por su facilidad y claridad para el juego contrapunt¨ªstico a lo que tan bien se presta el bandone¨®n, gracias a su depurada t¨¦cnica.

Pese a tocar excepcionalmente el fuelle, s¨®lo de los 14 a sus 18 a?os de edad se enrol¨® en la membres¨ªa tanguera de las orquestas t¨ªpicas, acompa?ando al exitoso cantor Alberto Castillo o en el conjunto de otro bandoneonista: Domingo Federico. Fue a pedido de este ¨²ltimo que compondr¨ªa seis milongas, dentro de su peculiar estilo.

Jos¨¦ Mar¨ªa Otero es presidente de la Academia Hispanoargentina del Tango.