Las u?as en el burladero
El estr¨¦s y la tensi¨®n del matador se multiplican ante la responsabilidad de citas cruciales como la madrile?a
S¨®lo hace falta bajar al callej¨®n de Las Ventas una de estas tardes de San Isidro y observar. Las caras amarillas y los m¨²sculos agarrotados de las cuadrillas vuelven a su ser al comienzo de la faena de muleta del sexto. Ya no caben m¨¢s quites, puyas ni banderillas. S¨®lo queda un hombre en la arena jug¨¢ndose la vida. Sus compa?eros est¨¢n pendientes de lo que hace, s¨ª. Pero ya no clavan las u?as en el burladero. Uno de aquellos paliduchos parece ahora incluso m¨¢s alto. Sonr¨ªe, apoya el codo sobre la madera y masculla alguna broma. ?D¨®nde qued¨® ese rictus estresado de hace cinco minutos?
Juan Carlos Illera del Portal, profesor de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid y conocido en los c¨ªrculos taurinos por sus estudios sobre el sufrimiento que los toros de lidia padecen en el coso, se ha lanzado a analizar el estr¨¦s de los toreros antes, durante y despu¨¦s de las corridas. Jesuli de Torrecilla ha sido hasta el momento el primer y el ¨²nico matador en someterse a su estudio sobre los niveles de la hormona cortisol, liberada como consecuencia del estr¨¦s en la saliva. "Las muestras realizadas en el hotel, antes de comer, antes de vestirse, en el pase¨ªllo y durante la corrida, han demostrado que los niveles de cortisol se agudizan antes del primer y segundo toro", explica. "Previo al vestirse, esos niveles son inferiores. De camino a la plaza, suben. A las dos horas de terminar, bajan de manera estrepitosa".
"El miedo al fracaso es superior al miedo al toro", dice el autor Rafael Moreno
Antonio Cano Vindel, profesor de psicolog¨ªa en la Complutense y presidente de la Sociedad Espa?ola para el Estudio de la Ansiedad y el Estr¨¦s, se ampara en numerosos an¨¢lisis sobre el padecimiento del estr¨¦s de manera prolongada para explicar las consecuencias de someterse a una presi¨®n semejante: "Cuando la vida est¨¢ en juego, el cuerpo proporciona recursos para pensar m¨¢s r¨¢pido, para protegerse, luchar o huir. Cuando esa presi¨®n se convierte en permanente aumenta el riesgo de sufrir trastornos psicosom¨¢ticos, ¨²lceras, hipertensi¨®n y problemas cardiovasculares asociados al estr¨¦s. Sin olvidar que el estr¨¦s perjudica tambi¨¦n al sistema inmune y se est¨¢ m¨¢s expuesto a enfermedades infecciosas".
La responsabilidad. La presi¨®n de estar bien en la cara del toro. Pero tambi¨¦n est¨¢ el miedo. "En las ferias importantes como la de Madrid, el miedo al fracaso es superior al miedo al toro; si no, el torero no podr¨ªa enfrentarse al animal", reflexiona Rafael Moreno, periodista y escritor. Ha sido apoderado de Juan Antonio Ruiz Espartaco y Pep¨ªn Liria, y acaba de publicar La soledad del triunfo (RD), una novela donde diserta sobre la parte m¨¢s humana y menos heroica de los hombres que visten el traje de luces. "En el torero todos queremos un h¨¦roe. Pero es humano. Y tiene que resolver todo el estr¨¦s que soporta con la muleta, en la cara del toro. Si no lo hace, todo su entorno, la cuadrilla y quienes dependen de ¨¦l tambi¨¦n fracasan. Nos da miedo que el torero caiga en manos del miedo. Por eso se habla siempre de su valor, nunca del miedo".
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