Entre b¨¢rbaros, inquietudes y poetas
Fue en Granada. En la ciudad que sabe cantar y beber. En el festival po¨¦tico que premia, en el nombre de Federico, cada a?o a un poeta. ?ste ha sido el a?o de uno de los poetas bebedores, Paco Brines. El poeta que no sab¨ªa de Dios, que insiste en Luzbel y que celebra con muchos al amigo que se fue, a esa puerta para quedarse que se llama ?ngel y conduce a lugares propicios para el amor, la nocturnidad y la bebida. Recordado ?ngel Gonz¨¢lez, que vive con libro p¨®stumo, Nada grave. Recordado por Brines y otros amigos que vinieron despu¨¦s, se hicieron poetas y supieron ser nuevos b¨¢rbaros para ser razonables ciudadanos. Urbana pandilla: "Amigos. Nadie m¨¢s. El resto es selva". Eso escrib¨ªa otro poeta, Jorge Guill¨¦n, siendo joven e indeciso, en a?os de guerra y en la selva franquista que entonces fue Sevilla. Guill¨¦n otra vez est¨¢ de librer¨ªas con unos cinco kilos de poemas. Buen alimento.
Dice Miguel R¨ªos que Enrique Morente es lo m¨¢s parecido que tenemos a Van Morrison
En la selva de Granada, adem¨¢s de ilustrados nuevos b¨¢rbaros, tambi¨¦n hay b¨¢rbaros veteranos que hacen m¨²sica y tambi¨¦n pactan con Luzbel para que la noche no termine. Uno es Miguel R¨ªos, mucha carretera, mucha memoria; y otro, Enrique Morente. Otro maestro en nocturnidades, cervezas y otras cosas de beber que no han impedido que conserve una voz para hacernos creer en todos los demonios. Dice Miguel, y tiene raz¨®n, que Morente es lo m¨¢s parecido que tenemos a Van Morrison. En voz y aspecto. Morente m¨¢s alto, con mejor genio y con m¨¢s flamenco. Un disco de esos dos p¨¢jaros de un tiro nos volver¨ªa a llevar a las plazas de toros como si estuvi¨¦ramos ante el posible encuentro entre Belmonte y Jos¨¦ Tom¨¢s.
El cantaor de Granada, el universal Morente, con muchas cosas se ha atrevido en su vida de artista. Vanguardista de manera visceral, buscador sin necesidad de ilustraci¨®n, ilustrado por la gracia de la naturaleza. No est¨¢ en el canon de las vanguardias po¨¦ticas que acaba de publicar Andr¨¦s Soria Olmedo -imprescindible libro de este granadino lorquiano y cercano- porque no se le ocurri¨® nacer antes ni escribir poemas. Morente deber¨ªa estar, estar¨¢, en los libros que hablen de las vanguardias del cante. Morente, que dentro de poco presentar¨¢ su disco con letras de Picasso. M¨¢s dif¨ªcil que cantar el list¨ªn de tel¨¦fonos. Un disco para el malague?o que supo llorar por un lugar de Euskadi llamado Guernica. All¨ª, cerca del ¨¢rbol de Guernica, presentar¨¢ el disco este cantaor andaluz que tambi¨¦n, como Pablo, como Federico, como los poetas, como nuevos b¨¢rbaros que defienden la raz¨®n ilustrada, como las personas decentes, hoy lloran por otro muerto en Euskadi, por un malague?o asesinado por la mala gente que se esconde. Por ese guardia civil que somos todos. -
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