John McCain y el declive de EE UU
En 1981, el partido republicano de Estados Unidos renunci¨® por completo a la creencia de que el presupuesto p¨²blico deb¨ªa estar equilibrado, y se extendi¨® la idea de que hab¨ªa que bajar los impuestos en todo momento, siempre que se presentara la oportunidad, porque se supon¨ªa que las bajadas de impuestos aumentaban los ingresos.
Irving Kristol, director por alg¨²n tiempo de la revista The Public Interest, y una de las comadronas intelectuales de dicha idea, escribi¨® despu¨¦s que no le interesaba si era verdad, sino si era ¨²til. A?os m¨¢s tarde, habl¨® de su "propia actitud, bastante arrogante, frente al d¨¦ficit presupuestario y a otros problemas monetarios o fiscales. La tarea consist¨ªa en crear una nueva mayor¨ªa republicana conservadora; por tanto, era la eficacia pol¨ªtica la que gozaba de prioridad, y no los d¨¦ficit contables del Gobierno...".
McCain, que critic¨® las bajadas de impuestos de George W. Bush, se ha pasado a esta postura
Llegaremos a un EE UU que en 2016 ser¨¢ mucho m¨¢s pobre si sale elegido presidente
Ahora ha quedado patente que John McCain, que en su momento critic¨® las bajadas de impuestos de George W. Bush por considerarlas imprudentes y se neg¨® a votar en su favor, se ha pasado a esta postura. Por lo visto, propone m¨¢s bajadas de impuestos que prometen costarle al Tesoro de Estados Unidos cerca de 200.000 millones de euros al a?o, y compensarlas con recortes en gastos predeterminados por un valor de unos 2.000 millones al a?o y, de alguna manera, equilibrar el presupuesto.
Ya conocemos las consecuencias: es probable que la pol¨ªtica fiscal de McCain sea la pol¨ªtica fiscal habitual de los republicanos y, desde 1981, la pol¨ªtica fiscal habitual de los republicanos ha incrementado el coeficiente entre la deuda federal bruta y el PIB en cerca de un 2% al a?o. En cambio, la t¨ªpica administraci¨®n dem¨®crata posterior a la Segunda Guerra Mundial ha reducido el coeficiente deuda-PIB en m¨¢s de un 1% al a?o. ?sta es una de las cuestiones que est¨¢n en juego en las elecciones presidenciales de este a?o.
La pol¨ªtica ignora que el nivel de deuda p¨²blica conlleva el desplome de la divisa, la recesi¨®n (debido al trastorno causado en la divisi¨®n sectorial del trabajo), una inflaci¨®n elevada, y puede que incluso una hiperinflaci¨®n. Los culpables suelen achacar la responsabilidad de la cat¨¢strofe econ¨®mica a las siniestras manipulaciones de extranjeros como los gnomos de Z¨²rich o el FMI. EE UU est¨¢ lejos de llegar a ese punto, pero incluso a muy corto plazo -pongamos que a lo largo de los dos pr¨®ximos mandatos presidenciales- los costes de un d¨¦ficit elevado y un crecimiento acelerado de la deuda ser¨ªan considerables.
En un primer momento, un aumento del coeficiente deuda-PIB desplazar¨ªa la inversi¨®n, ya que recursos que de lo contrario se dedicar¨ªan a financiar la inversi¨®n productiva se destinar¨ªan a apoyar el consumo privado o p¨²blico. Desde 1981, EE UU ha tenido suerte, puesto que las entradas de capital procedentes del extranjero financiaban el incremento de la deuda p¨²blica. En alg¨²n momento, esto va a dejar de ser as¨ª, y los aumentos de los d¨¦ficit provocar¨¢n la estampida del capital de EE UU.
Supongamos que a lo largo de los pr¨®ximos ocho a?os unos d¨¦ficit m¨¢s elevados no desencadenen ni entradas ni salidas adicionales de capital, y supongamos que un EE UU con menos inversi¨®n sea un EE UU m¨¢s pobre, con un rendimiento social bruto sobre la inversi¨®n del 15% al a?o. Para 2016, el potencial productivo de EE UU se habr¨ªa reducido en una cantidad que har¨ªa disminuir el PIB real en un 3,6%, es decir, unos 240.000 millones de euros reales, lo cual equivale aproximadamente a 1.450 euros por trabajador. En un EE UU m¨¢s pobre habr¨ªa menos empresas que considerar¨ªan rentable incorporar a la poblaci¨®n activa a trabajadores secundarios de las familias y puede que desaparecieran 500.000 empleos netos.
Al pasar de un punto al otro durante los pr¨®ximos ocho a?os, un EE UU con una deuda m¨¢s alta ver¨ªa c¨®mo el crecimiento de la productividad se ralentiza quiz¨¢ en un tercio de punto al a?o. La tasa media de paro tendr¨ªa entonces que aumentar para responder a las demandas de los trabajadores de incrementos salariales reales a un nivel garantizado por el aumento de la productividad. Las correlaciones brutas entre el aumento de la productividad y la tasa media de paro que se dieron en los a?os setenta, ochenta y noventa y en la primera d¨¦cada del siglo XXI har¨ªan que la tasa natural de paro de la econom¨ªa aumentara cerca de un quinto de punto, lo cual costar¨ªa 500.000 empleos m¨¢s.
Y un EE UU con una deuda m¨¢s elevada ser¨ªa un pa¨ªs en el que los ahorradores y los prestamistas tendr¨ªan un miedo mayor y justificado de que el Gobierno recurriera a la inflaci¨®n con el objetivo de negarse a reconocer parte de su deuda pendiente. La Reserva Federal se ver¨ªa entonces obligada a luchar contra la inflaci¨®n -lo que ejercer¨ªa a¨²n m¨¢s presi¨®n sobre el desempleo- para que ahorradores y prestamistas se sintieran seguros respecto a su voluntad de salvaguardar la estabilidad de los precios. No se ha calculado ni siquiera por encima bas¨¢ndose en correlaciones el impacto que esto tendr¨ªa, pero los economistas creen que es muy real. ?Costar¨ªa una cifra insignificante de empleos? ?Un cuarto de mill¨®n? ?Un mill¨®n?
Si sumamos todo, llegaremos a un EE UU que en 2016 ser¨¢ mucho m¨¢s pobre si McCain sale elegido presidente, en lugar de Barack Obama o Hillary Rodham Clinton. Otros pa¨ªses que cuentan con las exportaciones a EE UU se ver¨ªan afectados por la ralentizaci¨®n del crecimiento y la ca¨ªda del empleo en EE UU.
Sin embargo, con McCain, la brecha entre el gasto p¨²blico y los impuestos ser¨ªa mayor, los estadounidenses se sentir¨ªan m¨¢s ricos y gastar¨ªan m¨¢s en detrimento de la posteridad a ocho a?os vista. Puede que Ronald Reagan lo aprobara. Al fin y al cabo, como dijo el propio Reagan: "?Por qu¨¦ deber¨ªa hacer algo por la posteridad? ?Qu¨¦ ha hecho la posteridad por m¨ª?". ?O fue Groucho Marx el que lo dijo? .
J. Bradford DeLong es catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Universidad de California en Berkeley y ex subsecretario del Tesoro de EE UU. Traducci¨®n de News Clips. (C) Project Syndicate, 2008
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