El plan contra la mendicidad infantil de C¨®rdoba saca a 30 ni?os de la calle
Tras unos meses de adaptaci¨®n, los peque?os pasan al sistema educativo
El Ayuntamiento de C¨®rdoba ha decidido intervenir para que una treintena de menores rumanos dejen de mendigar por las calles en brazos de sus madres. El objetivo que pretende alcanzar el ¨¢rea de Bienestar Social es integrar definitivamente a estos ni?os y ni?as de etnia gitana en el sistema educativo reglado.
El ayuntamiento paga el alquiler de cuatro pisos para familias rumanas
Actualmente, seis menores est¨¢n en colegios p¨²blicos de la ciudad y otros siete acuden a las guarder¨ªas de la red de la Junta y el Ayuntamiento. A estos hay que sumar una quincena m¨¢s que durante este a?o han pasado por el servicio de estancia diurna, el aula puente en la que los menores est¨¢n entre dos y seis meses. Luego, se integran en el sistema educativo como el resto de ni?os de su edad. La mayor¨ªa de los menores que est¨¢n en este proyecto tienen entre uno y tres a?os.
La concejal responsable de Bienestar Social, Ana Moreno, present¨® ayer el balance del proyecto de actuaci¨®n contra la mendicidad infantil, que arranc¨® hace dos a?os. Desde 2003, la presencia de rumanos de etnia gitana en la ciudad es constante y la polic¨ªa ha desmantelado decenas de campamentos. El Ayuntamiento intent¨® con este proyecto erradicar al menos la mendicidad infantil y, seg¨²n Moreno, se est¨¢ empezando a lograr. Esta concejal apost¨® ayer por este tipo de medidas para atajar el problema antes de optar por "los instrumentos de represi¨®n".
El proyecto de intervenci¨®n, seg¨²n se?al¨® el coordinador general del ¨¢rea de Bienestar, Mohammed Dahiri, cuenta con funcionarios municipales que recorren la ciudad para buscar casos de mendicidad infantil. Adem¨¢s, existe un tel¨¦fono al que cualquier ciudadano puede llamar si se topa con alguna madre pidiendo con su hijo.
Sin embargo, la mendicidad no ha desaparecido de la ciudad. Muchos de los rumanos de etnia gitana se siguen ganando la vida pidiendo o recogiendo chatarra. El Ayuntamiento tiene detectadas unas 40 familias que residen habitualmente en C¨®rdoba, ya sea en peque?os asentamientos o en pisos realquilados.
Al margen de esta iniciativa, el Consistorio ha intentado normalizar la situaci¨®n de algunas familias. Actualmente, la Fundaci¨®n Secretariado Gitano y el Ayuntamiento disponen de cuatro pisos puente. Se trata de viviendas alquiladas en las que se instalan familias rumanas. Las arcas municipales se hacen cargo del alquiler durante un a?o como m¨¢ximo y los servicios sociales intentan asesorar laboralmente a los inmigrantes. Actualmente, una de las familias que entr¨® en el proyecto ya se vale por s¨ª misma y no necesita de la ayuda municipal ya que han logrado empleo.
Sin embargo, no todo ha sido f¨¢cil en este tipo de actuaciones. El Ayuntamiento ha encontrado un amplio rechazo entre los propietarios de los pisos, que se niegan a alquilar a los inmigrantes las viviendas pese al aval institucional. Los inquilinos, cuando entran a vivir, tienen que firmar un contrato por el que se comprometen a que s¨®lo residir¨¢n ellos en la casa y ning¨²n familiar m¨¢s.
Proyectos que el rechazo abort¨®
El colectivo rumano, especialmente aqu¨¦llos de sus integrantes que son de etnia gitana, son objeto de la antipat¨ªa cuando no el rechazo frontal de parte de la sociedad cordobesa. Aquellos proyectos, ya sean de integraci¨®n o no pero en los que su nombre sale a la luz, suelen tener poco futuro. Ocurri¨® en 2006 con el llamado centro de Tejavana, un proyecto de alojamiento temporal para estas personas. No sali¨® adelante porque no hubo unanimidad en el consejo local de inmigraci¨®n. El presidente de la Federaci¨®n de Asociaci¨®n de Vecinos Al-Zahara, Francisco Nieto, le puso entonces voz a aquel rechazo del consejo del que formaba parte: "Nunca hemos estado de acuerdo con ese centro porque se dirige s¨®lo a rumanos de etnia gitana, cuando hay otros inmigrantes y cordobeses que viven en situaciones de pobreza". El Ayuntamiento aparc¨® el proyecto.
Ese mismo a?o, otra iniciativa fracas¨® el mismo a?o en el barrio de la Fuensanta. Se trataba de una promoci¨®n municipal de estudios con alquileres baratos para j¨®venes y mayores. Se extendi¨® el rumor de que los pisos eran para los rumanos. El Ayuntamiento aparc¨® el proyecto. La idea se retom¨® en 2007, pero en la barriada de Levante. A pesar de que los apartamentos no eran para los rumanos, el Ayuntamiento no pudo sacarlos adelante.
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