Bombas de racimo
En enero de 2007, el Gobierno asegur¨® en el Congreso que no consideraba conveniente prohibir la fabricaci¨®n de los dos modelos de bombas de racimo que se producen en Espa?a. En septiembre del mismo a?o, a propuesta de Izquierda Unida, acept¨® promover y apoyar "las iniciativas que tengan por objetivo la restricci¨®n, y en su caso la prohibici¨®n, de las bombas de racimo". Finalmente, es posible que esta misma semana, representantes diplom¨¢ticos de 106 pa¨ªses, entre ellos Espa?a, firmen en Dubl¨ªn un acuerdo para prohibir el uso, fabricaci¨®n y almacenamiento de esas armas. Si el tratado final no sufre demasiadas modificaciones sobre el borrador ya conocido, se podr¨¢ decir que Greenpeace y otras asociaciones civiles empe?adas en la desaparici¨®n de esta arma especialmente cruel y agresiva con la poblaci¨®n civil han logrado una victoria importante.
En un a?o, el Gobierno ha pasado de decir que no conven¨ªa prohibir estas armas a aceptar un acuerdo internacional
Las empresas espa?olas que las fabrican afirman que no fallan, pero est¨¢ demostrado que muchas quedan sin estallar
Por mucho que los m¨¢s grandes productores, como Estados Unidos, Rusia, Israel, China e India, no participen en el acuerdo, es muy probable que, como sucedi¨® con las minas antipersona, las bombas de racimo, que infectan amplias zonas de terreno con peque?as bombas que en buena parte no explotan y quedan al alcance de la poblaci¨®n civil, terminen por dejar de usarse. Los ¨²ltimos casos de uso denunciados han sido en Irak (por el ej¨¦rcito norteamericano) y en L¨ªbano (por el ej¨¦rcito israel¨ª, que lanz¨® m¨¢s de 100.000 de estos artefactos antes de retirarse).
Muchos supieron que Espa?a fabricaba este tipo de armas gracias a las campa?as de Greenpeace. Defensa, tradicionalmente opaco respecto a estas cuestiones (da igual que sea con un Gobierno conservador o socialista), termin¨® reconociendo que las Fuerzas Armadas dispon¨ªan de tres tipos de bombas racimo. Una era importada de Estados Unidos (MK-20), pero las otras dos eran producidas directamente en Espa?a.
Las dos empresas involucradas son Instalaza, presidida por Leoncio Mu?oz Bueno, dedicada a la fabricaci¨®n de armas ligeras y munici¨®n, que pone en el mercado una bomba racimo denominada MAT-120, y Expal (Explosivos Alaveses, SA), que preside Francisco Torrente S¨¢nchez y que fabrica la bomba antipista BME-330. Seg¨²n los datos del Ministerio del Aire, que afirma poseer dos tipos de bombas-racimo, la MK-20 esparce 247 bombetas, y la BME, 180 submuniciones. La MAT-120, por su parte, lleva 21 submuniciones de efecto contracarro y de fragmentaci¨®n.
Las empresas fabricantes de este tipo de bombas han afirmado siempre que "sus espoletas electr¨®nicas est¨¢n dotadas de dispositivos de autodestrucci¨®n y autoneutralizaci¨®n, eliminando as¨ª el riesgo de municiones activas abandonadas sobre el terreno", algo que los especialistas han demostrado que es inexacto en un alto porcentaje de casos. La respuesta del Gobierno espa?ol en enero de 2007 a una pregunta parlamentaria sobre el tema insist¨ªa mucho en ese aspecto: "Las bombas disponen de sistemas de seguridad que inactivan y dejan inerte la munici¨®n al cabo de un corto periodo de tiempo", aseguraba el ministro. La realidad es muy diferente.
Un informe elaborado por el departamento de investigaci¨®n del ministerio noruego de Defensa, que ha sido decisivo en este caso, asegura que la m¨¢s fiable de todas las bombas racimo suele fallar mucho m¨¢s de lo que aseguran sus fabricantes. "El uso de esas bombas en el sur de Irak por parte del ej¨¦rcito brit¨¢nico dio las primeras indicaciones de que la tasa de fallo en combate era muy superior a la esperada", asegura el informe noruego. En el caso del sur del L¨ªbano, las bombetas esparcidas por Israel no explotaron en m¨¢s de un 12% de los casos. Se trata, dicen los expertos, de un armamento que usado en combate funciona peor de lo que los fabricantes anuncian. Eso s¨ª, las bombas sin explotar causan despu¨¦s enormes da?os en la poblaci¨®n civil de la zona y crean un fuerte clima de temor.
"Si ¨¦sta es la tasa de error del armamento analizado, probablemente el mejor en su clase, es poco probable que bombas similares de otras marcas den mejores resultados en condiciones operacionales. M¨¢s bien al contrario, las de menos calidad se comportar¨¢n todav¨ªa peor", aseguran los especialistas noruegos.
Lo curioso de este asunto es que el Gobierno, conocedor de todos los esfuerzos que estaban en marcha para prohibir el uso de este tipo de armamento, autoriz¨® en julio de 2006 al Ej¨¦rcito de Tierra la adquisici¨®n de 500 nuevas granadas Instalaza por 1,4 millones de euros. El Ministerio de Defensa se sigue negando a facilitar los datos sobre el n¨²mero de bombas de racimo actualmente almacenadas. -
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.