El ala dura de la Conferencia Episcopal impone intransigencia frente al Gobierno
Los cardenales Rouco y Ca?izares aprovechan la festividad del Corpus para denunciar que en Espa?a "no hay libertad religiosa" y que se quiere "declarar la muerte de Dios"
La tregua entre el Gobierno socialista y la Iglesia cat¨®lica, tras la reelecci¨®n del presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, es s¨®lo una apariencia. Ayer lo dejaron claro los cardenales de Madrid, Antonio Mar¨ªa Rouco, y de Toledo, Antonio Ca?izares, con motivo de la festividad del Corpus Christi. El primero cree que existe una "fuerte tentaci¨®n de declarar la muerte de Dios", y Ca?izares siente que su iglesia soporta "insultos, ofensas y agravios", en un ambiente de falta de libertad religiosa y de "grandes ataques". El cardenal primado estaba indignado ayer por una representaci¨®n teatral por las calles de Toledo, el d¨ªa anterior, seg¨²n ¨¦l con graves mofas a la Virgen.
?ste es el ¨¢nimo con que las principales figuras del catolicismo espa?ol han regresado de Roma, donde despacharon el lunes pasado con Benedicto XVI y la Curia (gobierno) del Estado vaticano. Tambi¨¦n departieron larga y amigablemente con el embajador de Espa?a ante la Santa Sede, el socialista Francisco V¨¢zquez.
El arzobispo de Madrid y el obispo de Bilbao reviven sus diferencias
El Papa, preocupado por las pol¨ªticas laicistas que, seg¨²n ¨¦l, impulsa Zapatero
Rouco preside la Conferencia Episcopal Espa?ola (CEE) desde el pasado 4 de marzo, cuando en una apretada elecci¨®n -dos votos de diferencia- ape¨® del cargo al moderado obispo de Bilbao, Ricardo Bl¨¢zquez, relegado ese d¨ªa a la vicepresidencia. Un alto cargo del Vaticano, al informar del resultado de las votaciones, coment¨®: "La Conferencia Episcopal Espa?ola est¨¢ ahora vere staccata" (realmente dividida).
Rouco se hizo acompa?ar a Roma del pleno del Comit¨¦ Ejecutivo de la CEE, siete prelados en total, en un hecho sin precedentes. En circunstancias normales, esa audiencia se limita a una visita meramente protocolaria de la llamada terna de la CEE, casi siempre en sinton¨ªa, es decir, presidente, vicepresiente y portavoz-secretario general. As¨ª fue en trienios anteriores. ?Por qu¨¦ la excepci¨®n, ahora? ?Fue a petici¨®n de Rouco, o se le requiri¨® desde el Vaticano?
Lo cierto es que la visita del pasado lunes fue polif¨®nica. Asistieron, adem¨¢s de Rouco y su principal contrincante electoral, los tambi¨¦n cardenales Lluis Mart¨ªnez Sistach (Barcelona), Carlos Amigo (Sevilla) y Agust¨ªn Garc¨ªa-Gasco (Valencia), adem¨¢s del arzobispo de Oviedo, Carlos Osoro, y el prelado auxiliar de Madrid y portavoz, el jesuita Juan Antonio Mart¨ªnez Camino.
En teor¨ªa, pese a que, como suele decirse, nada se parece m¨¢s a un obispo que otro obispo, de los siete presentes, tres pertenecen al ala moderada del episcopado y estar¨ªan por apaciguar las relaciones con el Ejecutivo socialita (Bl¨¢zquez, Sistach y Amigo); los cardenales Rouco, Ca?izares y Garc¨ªa-Gasco son partidarios de la tensi¨®n y la cr¨ªtica, y el s¨¦ptimo ejecutivo, Carlos Osoro, estar¨ªa en posiciones intermedias, por car¨¢cter personal y por circunstancias presentes e hist¨®ricas de su agitada di¨®cesis -sus predecesores fueron dos aperturistas ex presidentes de la CEE, el cardenal Enrique y Taranc¨®n y el arzobispo Diaz Merch¨¢n-.
Pese al mutismo p¨²blico de los participantes, no han faltado informaciones sobre lo tratado en Roma el lunes pasado. El Papa sigue muy preocupado por la deriva laicista que impulsa el Gobierno Zapatero, seg¨²n Roma, por el riesgo de contagio al resto de Europa, pero invit¨® a sus interlocutores "a la comuni¨®n, a la urgencia evangelizadora, a una postura inteligente en la pluralidad, a un respeto ante la sana laicidad y a un estilo evang¨¦lico cuando haya que hacer la oportuna denuncia prof¨¦tica", en palabras del sacerdote Juan Rubio, director de la revista cat¨®lica Vida Nueva, editada por la congregaci¨®n marianista.
Algunos de los prelados presentes hab¨ªan desvelado sus estrategias antes de verse con Benedicto XVI. Es el caso de Ca?izares, conocido amistosamente como el peque?o Ratzinger desde antes de que el cardenal alem¨¢n accediera al Pontificado. "Tratan de erradicar nuestras ra¨ªces cristianas m¨¢s propias", dijo cuando el Gobierno anunci¨® hace tres semanas la pr¨®xima reforma de la Ley Org¨¢nica de Libertad Religiosa "para avanzar hacia la laicidad".
No opina distinto el cardenal Rouco, aunque lo exprese con sutileza. Ayer habl¨®, refiri¨¦ndose a Espa?a, de la importancia de la "comuni¨®n con la Iglesia" en tiempos de tentaciones a "declarar la muerte de Dios con fatales consecuencias para el hombre".
?Y Zapatero, qu¨¦ hace?
Los mentideros de Roma -en el Vaticano, pero tambi¨¦n en el Gobierno italiano- se nutren muchas veces de maledicencias a causa de Espa?a. Una veces son fr¨ªvolas, como cuando Berlusconi bromea sobre las mujeres ministras de Zapatero; otras, por asuntos pol¨ªticos graves (la semana pasada, por la emigraci¨®n); y tambi¨¦n por cuestiones de religi¨®n. Todo empez¨® en enero de 2005, cuando Juan Pablo II, enfermo ya de muerte, sorprendi¨® a un grupo de obispos espa?oles, de visita en Roma, con esta pregunta: "Y Zapatero, ?qu¨¦ hace?".?Qu¨¦ est¨¢ haciendo el Gobierno espa?ol con la religi¨®n y por el laicismo? Los italianos creen que Zapatero es un fundamentalista de la laicidad, o un comecuras. El Ejecutivo y el PSOE no siempre se esfuerzan para espantar esas impresiones, pese a haber cedido hace un a?o al episcopado lo que negaron Gobiernos anteriores en materia de financiaci¨®n p¨²blica.En la pasada campa?a electoral, el l¨ªder del PSOE amenaz¨® a los obispos con ponerles "los puntos sobre las ¨ªes" si persist¨ªan en las cr¨ªticas. ?En qu¨¦ direcci¨®n? De momento, se anuncia la reforma de la ley de Libertad Religiosa. La legislatura empieza con inc¨®gnitas.
Las quejas de Rouco y Ca?izares
- Cardenal Ca?izares. "Pedimos perd¨®n por los que ayer ultrajaron el cuerpo de Cristo. Esta fiesta y lo que significa son m¨¢s grandes que ese rebajamiento y ese tirarse por los suelos que supone tanto escarnio". - "El laicismo excluyente intenta acabar con el patrimonio y los principios morales que caracterizan a Occidente, sustituy¨¦ndolos por la dictadura del relativismo".- "La instituci¨®n familiar, asentada en el matrimonio entre un hombre y una mujer, sufre grandes ataques. La familia es el ¨²nico espacio donde el hombre puede formarse como persona". (...) "Que nadie usurpe los derechos inalienables, ni en modo alguno negociables, que les corresponde en la educaci¨®n de sus hijos". "Necesitamos libertad religiosa. Son muchos los insultos, los agravios y las ofensas que est¨¢ recibiendo la Iglesia, y ante la pasividad de tantos no puede continuar esta situaci¨®n".- Cardenal Rouco. "Renovar la profesi¨®n de fe en comuni¨®n con la Iglesia es hoy no menos urgente que cuando Espa?a y Europa sent¨ªan fuertemente [el siglo pasado] la tentaci¨®n de declarar 'la muerte de Dios".
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