"?Oukaf, poulis!", "?alto, polic¨ªa!"
Acentos inmigrantes en la polic¨ªa de Fuenlabrada
Prefieren no salir en la foto. Ni que se les identifique. Les gusta pasar inadvertidos. Pero son una clara excepci¨®n dentro de las polic¨ªas locales de la regi¨®n. Son los cuatro hijos de inmigrantes que desde hace a?os forman parte de la Polic¨ªa Local de Fuenlabrada (193.400 vecinos, 26.000 inmigrantes). Aqu¨ª, adem¨¢s de castellano, se habla el ¨¢rabe y el guineano.
"A los que m¨¢s les asombra mi color es a los propios negros", dice un agente
Los dos primeros en ingresar fueron F. M., y S. M., ambos de 31 a?os. Llevan tres a?os en el cuerpo. "Me met¨ª por vocaci¨®n. Estudi¨¦ hasta segundo de BUP, pero no quise seguir. Antes trabaj¨¦ en mantenimiento de edificios y como calefactor", explica F. M., cuyos padres son marroqu¨ªes, pero llevan viviendo en Espa?a m¨¢s de 40 a?os. Su compa?ero, S. M., ha vivido a caballo entre Damasco (Siria) y Madrid. Su madre es palestina. "Estudi¨¦ hasta segundo de ingenier¨ªa aerona¨²tica, pero tuve que dejarla porque es muy cara".
Jorge llama la atenci¨®n por ser mulato. Su padre es de Guinea Ecuatorial, pero ¨¦l ha nacido y ha vivido toda su vida en Espa?a. Asegura que se meti¨® en la polic¨ªa, donde lleva un a?o y medio, tras "un largo camino de trabajo y estudios". Se sac¨® la licenciatura de Derecho en la Universidad Complutense y eso le anim¨® a meterse a polic¨ªa.
"Como Fuenlabrada es un pueblo, la gente no se sorprende. Quien m¨¢s se sorprende son los propios negros, sobre todo, cuando abren la puerta tras pedir ayuda", asegura Jorge. "Nunca he sufrido racismo ni discriminaci¨®n por parte de los fuenlabre?os. El que me hayan insultado en alguna detenci¨®n, no le doy importancia", destaca este agente de 31 a?os.
El m¨¢s joven de los cuatro es T. Al igual que los dos m¨¢s veteranos no quiere decir su nombre. Al ser ¨¢rabe son f¨¢cilmente reconocibles en cuanto pregunten por ellos. Hijo de un sirio y de una espa?ola, T. siempre ha vivido en Fuenlabrada. Es un atleta nato. "Estaba prepar¨¢ndome para las oposiciones para bombero, pero, como no sal¨ªan, me present¨¦ a polic¨ªa. Y no me arrepiento. Aqu¨ª tienes m¨¢s actividad y est¨¢s todo el d¨ªa en la calle", afirma mientras sonr¨ªe. Es el que menos rasgos ¨¢rabes tiene de los tres. Su tez es muy blanca y, como los restantes, carece de acento. Lleva dos a?os trabajando como polic¨ªa.
Jorge es de nuevo la excepci¨®n dentro del cuarteto. ?stos optaron por la polic¨ªa de barrio, por lo que trabajan en horarios de ma?ana y tarde. Jorge fue voluntario a la noche. "Es la que m¨¢s me gusta para trabajar, porque es donde hay actividad y nunca te aburres", asegura el agente.
Los otros tres prefieren tambi¨¦n la tarde, porque es cuando salen m¨¢s avisos. "Nos han tocado las zonas m¨¢s conflictivas de Fuenlabrada, como el centro y los barrios de la Serna y el Naranjo". "Los chavales se van a los parques a hacer botell¨®n o se fuman alg¨²n porro. No paramos de hacer actas por ambos motivos", describe T.
De hecho, los mandos reconocen que, cuando estos agentes van de paisano, pasan de forma inadvertida en los locales. Adem¨¢s, como entienden el ¨¢rabe, comprenden todas las conversaciones. De ah¨ª que no resulte raro o¨ªr en Fuenlabrada aquello de "?Oukaf, poulis!" (?"Alto, polic¨ªa"!).
Pero el idioma tambi¨¦n ha servido para acercarse a los inmigrantes. La Polic¨ªa Local ha editado folletos en ingl¨¦s, rumano y en ¨¢rabe. La traducci¨®n la ha hecho S. M., salvo en el caso del rumano: "Como tambi¨¦n s¨¦ ingl¨¦s, me lo han pedido y, la verdad, no me ha importado", asegura.
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