El miedo a lo extra?o y a lo desconocido
LAS TECNOLOG?AS de la informaci¨®n traen cosas que nos sorprenden, cosas extra?as que alimentan nuestro desconcierto. Algunas pueden ser divertidas. La mayor¨ªa de ellas suelen ser chocantes y muchas, criminales. Usadas sin escr¨²pulos o sin comprensi¨®n de lo que est¨¢ en juego, pueden llevar a reacciones m¨¢s da?inas que el uso de la tecnolog¨ªa que se quiere controlar. Nada mejor que algunas noticias recientes para ilustrar el problema.
Empecemos con lo original. El artista sueco Erik Nordenankar dio a la empresa de mensajer¨ªa DHL una maleta con un sistema GPS para que la llevara alrededor del mundo siguiendo un itinerario preciso. En 55 d¨ªas, pas¨® por 62 pa¨ªses y seis continentes grabando siempre donde estaba. Al final Erik pas¨® los datos a su computadora y de ah¨ª los volc¨® sobre un mapa donde dibuj¨® su retrato del planeta: un ¨²nico trazo de 110.664 kil¨®metros. Lo pueden ver, con v¨ªdeos incluidos, en el sitio Thebiggestdrawingintheworld. Gizmodo lo califica como "la fusi¨®n m¨¢s creativa de arte y tecnolog¨ªa hasta la fecha". The Guardian no descarta que sea un montaje falso, "pero muy bueno". La idea divertida y extra?a alimenta nuestra impresi¨®n de que estas cosas tienen algo m¨¢gico.
El artista sueco Erik Nordenankar dio a la empresa de mensajer¨ªa DHL una maleta con un sistema GPS para que la llevara alrededor del mundo siguiendo un itinerario preciso.
Un hombre alquilaba coches en cuyo interior escond¨ªa GPS para localizarlos y robarlos despu¨¦s, con la ayuda de dos de sus ex mujeres.
La misma tecnolog¨ªa puede ser usada para la delincuencia. El Daily Yomiury Online cont¨® la historia de un hombre que alquilaba coches en cuyo interior escond¨ªa GPS para localizarlos y robarlos despu¨¦s, con la ayuda de dos de sus ex mujeres. R¨¢pidamente llegamos a delitos m¨¢s graves, como la de la pareja que puso en venta a su hijo de ocho meses en la casa de subastas eBay. El anuncio dec¨ªa: "Pongo mi beb¨¦ casi nuevo en venta porque llora demasiado. Var¨®n, 70cm de largo", seg¨²n la informaci¨®n de la agencia Reuters. La apuesta inicial era de un euro, pero nadie se atrevi¨® a pujar por ¨¦l durante las dos horas que estuvo en venta. Alertada por varias personas, la polic¨ªa arrest¨® a la madre, de 23 a?os, quien asegur¨® que "s¨®lo era un chiste". El ni?o est¨¢ en el hospital y la madre deber¨¢ someterse a pruebas psicol¨®gicas.
?C¨®mo no reaccionar contra este tipo de locura? ?C¨®mo no preocuparse? Ah¨ª empieza los riesgos que podemos atribuir a las reacciones m¨¢s que a los hechos.
Podr¨ªa ser el caso de la red social brit¨¢nica Faceparty. De un d¨ªa para otro, o casi, elimin¨® de sus listas a los mayores de 36 a?os. El motivo: proteger a los ni?os ya que los delincuentes sexuales se encuentran con mayor frecuencia entre los mayores. "Entendemos que apenas una minor¨ªa de los mayores son delincuentes sexuales, pero deben entender que no podemos decir cu¨¢les", explic¨® la empresa en un comunicado citado por The Register.
As¨ª es como llegamos a la petici¨®n del senador estadounidense Joseph Lieberman a YouTube para que retire centenares de v¨ªdeos de sitios isl¨¢micos. La compa?¨ªa los revis¨® seg¨²n sus reglas internas, que proh¨ªben los discursos incitadores del odio y la violencia expl¨ªcita gratuita. Retir¨® 80 y mantuvo los dem¨¢s. Lieberman no est¨¢ satisfecho y el comit¨¦ de seguridad interna que preside public¨® a principio de mes un informe donde identifica Internet como "uno de los motores m¨¢s importantes" de la amenaza terrorista contra Estados Unidos por su promoci¨®n de la radicalizaci¨®n y el terrorismo.
Un editorial de The New York Times se plantea si "a pesar de que el informe del comit¨¦ no recomend¨® un control de la expresi¨®n online, son necesarias m¨¢s leyes. La respuesta es que no hacen falta (ni son m¨¢s justificables) ya que que restringir¨ªan la libertad de expresi¨®n por tel¨¦fono, en un peri¨®dico o un libro, en una esquina de la calle, en una iglesia, sinagoga o mezquita". El diario neoyorquino a?ade que la prohibici¨®n ser¨ªa poco eficaz y que m¨¢s vale dejar que la polic¨ªa, los medios de comunicaci¨®n y la ciudadan¨ªa vigilen lo que se produce en la Red. Tambi¨¦n recuerda lo que las democracias europeas aprendieron en tiempos no tan lejanos: "Si renunciamos a nuestros derechos fundamentales, los terroristas ganan". Y cita a la Uni¨®n de Libertades Civiles seg¨²n la cual la ley sobre el terrorismo interno en proceso de discusi¨®n en el Senado "podr¨ªa ser un precursor de propuestas para censurar y regular la expresi¨®n en Internet".
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