El juez que investiga el fraude en EADS retiene a Forgeard

No?l Forgeard, de 61 a?os, que fuera presidente del consocio aeroespacial europeo EADS entre junio de 2005 y julio de 2006, tras haber sido anteriormente director general de su filial Airbus, se dispon¨ªa ayer por la tarde a pasar al menos dos noches en los calabozos de la Brigada Financiera de Par¨ªs, en la calle Ch?teau des Rentiers. El juez le llam¨® a declarar en el marco de la investigaci¨®n por el uso de informaci¨®n privilegiada por parte de dirigentes del grupo europeo, incluidos algunos que todav¨ªa conservan sus puestos. Pasadas las 48 horas, el juez debe decidir si Forgeard ingresa en prisi¨®n o sale en libertad.

Forgeard, que en 2005 encarnaba el modelo triunfante del gran dirigente empresarial franc¨¦s, el hombre que hab¨ªa conseguido derrotar a la estadounidense Boeing, especialmente cuando present¨® a bombo y platillo el avi¨®n gigante A380 en una medi¨¢tica ceremonia en Toulouse, representa ahora el peor ejemplo de la codicia de cierto tipo de ejecutivos irresponsables. A esos que incluso cuando las cosas van mal en la empresa que dirigen, siguen sacando beneficios escandalosos.

Turbulencias

En su caso, concretamente, la Justicia sospecha que cuando en 2006 vendi¨® acciones y opciones de acciones de EADS sacando un beneficio de 4,3 millones de euros (al igual que lo hicieron un buen n¨²mero de directivos) Forgeard sab¨ªa perfectamente que el consorcio se enfrentaba a un periodo de graves turbulencias a causa de los retrasos en el programa de entregas del A380. Seg¨²n los documentos oficiales de EADS, Forgeard vendi¨® 162.000 t¨ªtulos el 15 de marzo de 2006 consiguiendo un beneficio de 2,5 millones de euros y dos d¨ªas despu¨¦s sus hijos vendieron 127.998 t¨ªtulos obteniendo una plusval¨ªa de 4,2 millones.

Forgeard se vio forzado a presentar su dimisi¨®n tras el anuncio oficial, el 14 de junio de 2006, de los retrasos en las entregas del avi¨®n gigante, que iban a costarle al consorcio europeo no s¨®lo importantes p¨¦rdidas en compensaciones pagadas a las compa?¨ªas a¨¦reas, sino un desplome en bolsa de m¨¢s de un 25% en una sola jornada que descapitaliz¨® a la empresa. Por su salida, sin embargo, Forgeard consigui¨® una indemnizaci¨®n de 8,5 millones. La decisi¨®n del juez de hacer pasar la noche en los calabozos a Forgeard, obviamente, no ha sido tomada para evitar su huida, sino para presionarle en la declaraci¨®n.