Una no cr¨ªtica de un no concierto

Esta cr¨®nica podr¨ªa haber comenzado as¨ª. "?Qu¨¦ tal anda Antonio? Pues m¨¢s o menos bien: con su mala salud de hierro, con sus cositas y bla bla". O tal vez de esta otra manera: "No estaba siendo la gran noche de Antonio hasta que abord¨® El sitio de mi recreo y a los 400 fieles que abarrotaban la Clamores se les escapaban las l¨¢grimas y bla bla".

Pues no. Antonio Vega ni siquiera compareci¨® en el primero de sus dos conciertos programados en la sala Clamores, recitales que servir¨ªan para el reencuentro con un p¨²blico que le idolatra y al que anoche ni siquiera le qued¨® ¨¢nimos para indignarse. A los 400 damnificados les devolvieron los 18 euros, pero no hab¨ªa dinero en el mundo que les borrase la desilusi¨®n del rostro.

"Antonio vuelve a estar mal, esto ha sido un jarro de agua fr¨ªa", se lamentaba ?liver, a¨²n con gesto incr¨¦dulo. El chaval vive en Guadalajara, acab¨® a las ocho y media en su oficina de Majadahonda y sali¨® disparado para el centro. "Me he cambiado en el coche y he aparcado en el quinto pino. Cualquier cosa para verle. Pero en el foro de Internet ya ven¨ªamos comentando que ha reca¨ªdo", dec¨ªa apenado.

El ¨²ltimo concierto de Vega fue el 26 de abril en Bullas (Murcia). El 2 de mayo se le esperaba en el Alb¨¦niz para un d¨²o con Rosario. Figuraba anunciado en la carteler¨ªa, pero no apareci¨® y nadie se extra?¨® demasiado.

Lo de anoche fue peor. Un d¨ªa lleg¨® a Clamores casi una hora tarde y otra vez compareci¨® af¨®nico y tuvo que cancelar, pero no exist¨ªan antecedentes de una espantada as¨ª. El p¨²blico ya se estaba acomodando a las nueve y nadie pareci¨® intranquilizarse hasta las 22.30, cuando el due?o del local, Germ¨¢n P¨¦rez, anunci¨®: "Antonio a¨²n no ha llegado. Ni ¨¦l ni su compa?era responden al m¨®vil. Mientras tanto, Miguel ?ngel Arenillas se ha ofrecido para contarnos unos chistes...". Era cierto. Para entonces Gaucho, el disco de Steely Dan que m¨¢s gusta a los t¨¦cnicos de sonido, hab¨ªa sonado dos veces, as¨ª que 400 nachapoperos afligidos se resignaron a chistes como "?Cu¨¢l es el equipo m¨¢s antiguo? El Mil¨¢n AC". Arenillas dispuso de cinco minutos de gloria. Luego Germ¨¢n pregunt¨® si hab¨ªa alg¨²n m¨²sico en la sala. Y s¨ª. Pero ya no ten¨ªa gracia y la gente empez¨® a desfilar.