Un tesoro en sepia

Lo que el lector podr¨¢ tener en sus manos el pr¨®ximo domingo, de la mano de EL PA?S, es un verdadero Tesoro, una joya gr¨¢fica en sepia que recorre ¨ªntimamente lo que fue la Gira del Milenio de uno de los grupos m¨¢s emblem¨¢ticos que ha parido el rock en esta Iberia que ellos llamaron sumergida. Tesoro es tambi¨¦n el t¨ªtulo de una canci¨®n de El esp¨ªritu del vino, de H¨¦roes del Silencio. La favorita de la fot¨®grafa Jose Girl (Zaragoza, 1977), "aquello que normalmente no se muestra", cuenta ella. La artista ha recogido a trav¨¦s de su objetivo las inquietudes y pasiones, los medios tiempos, el v¨¦rtigo, la vor¨¢gine y el estruendo del tour y de sus integrantes.

Los que se lo perdieron y los que lo disfrutaron podr¨¢n recorrer los claroscuros de la gira en este libro y disfrutar de buen rock con el DVD del concierto de Valencia: el ¨²ltimo, el m¨¢s extenso en temas, el de la despedida (dicen). Libro y DVD podr¨¢n comprarse junto al diario el pr¨®ximo domingo por 11,95 euros.

Pablo Ferrer, ma?o, periodista del Heraldo de Arag¨®n y cronista incansable del evento, ha puesto palabras a la imagen para los lectores de este diario de gira que da testimonio de que, a veces, se producen milagros.

Parec¨ªa que nunca iba a llegar el d¨ªa pero, a mediados de 2007, H¨¦roes del Silencio anunciaron su vuelta a los escenarios despu¨¦s de 11 a?os de ausencia. Primero fueron rumores y luego un anuncio oficial, largas colas en cajeros autom¨¢ticos, horas de espera en tiendas de discos de madrugada, desembolsos exorbitados en reventa... todo por conseguir una entrada para alguno de los 10 ¨²nicos conciertos que ofrecer¨ªan Enrique Bunbury, Juan Valdivia, Pedro Andreu y Joaqu¨ªn Cardiel. S¨®lo cuatro en Espa?a (doblete en su tierra, Zaragoza, en plenas fiestas del Pilar; Sevilla y Valencia).

Lleg¨® Guatemala, despu¨¦s Buenos Aires, Los ?ngeles, M¨¦xico... y Espa?a. La Romareda se ven¨ªa abajo aquel 12 de octubre que dej¨® caer todo el agua del Ebro sobre los asistentes antes de dar una tregua para que el concierto pudiera celebrarse. El p¨²blico se desga?itaba y periodistas y fot¨®grafos se afanaban por encontrar las palabras o el encuadre capaz de captar la magnitud de lo que all¨ª ocurr¨ªa. En el foso, entre los maromos de seguridad, se vislumbra una figura menuda, pelo lacio, oscuro y c¨¢mara enorme. Jose Girl se mueve como pez en el agua: ahora en el provocador, luego en el escenario principal. Despu¨¦s vendr¨¢n Sevilla (La Cartuja en la prueba de sonido y una mirada ¨ªntima desde la habitaci¨®n de un hotel momentos antes del concierto) y Valencia con aroma a despedida. Qui¨¦n sabe hasta cuando. Ellos lo dijeron: "Casi nunca las cosas duran para siempre...".