Rajoy exhibe su apoyo interno sin Aguirre ni San Gil

Despu¨¦s de varias semanas de pasi¨®n, Mariano Rajoy tuvo al fin un d¨ªa de gloria. Y fue una vez m¨¢s gracias a ese "sonido limpio y claro de las provincias" frente al "ruido de Madrid, rompeolas de las Espa?as" del que ¨¦l mismo, parafraseando a Ortega y a Machado, ha hablado alguna vez. El l¨ªder realiz¨® ayer en Valladolid, cuna del PP de Aznar, una demostraci¨®n de poder al exhibir el respaldo de todos los barones menos dos: la vasca Mar¨ªa San Gil y la madrile?a Esperanza Aguirre. No es que no fueran -algo que les pas¨® a otros por cuestiones personales-, es que ni siquiera mandaron a sus secretarios generales. Las presencias y las ausencias fueron tan significativas que la fotograf¨ªa de Valladolid deja la batalla interna cada vez m¨¢s clara. Y entre los ausentes, hay algunos muy importantes como Juan Costa, posible candidato alternativo; ?ngel Acebes, a¨²n secretario general, distanciado de Rajoy -su ausencia es a¨²n m¨¢s extra?a porque el acto era en su comunidad-; Ignacio Astarloa, portavoz de Justicia y hombre de Acebes; Cayetana ?lvarez de Toledo, jefa de gabinete del secretario general, pero nombrada recientemente miembro de la direcci¨®n del Grupo Parlamentario; y Jos¨¦ Mar¨ªa Michavila, otro cercano a Acebes. Tampoco estaban Ana Mato ni Gabriel Elorriaga.

Faltaron Acebes, Astarloa, ?lvarez de Toledo, Michavila y Mato, entre otros

"Aqu¨ª est¨¢ representada la mayor¨ªa del PP", alarde¨® Rajoy

Camps y Gallard¨®n bromean sobre la foto de los cr¨ªticos en Las Ventas

"No acepto que nadie ponga en tela de juicio mis principios", advierte

Rajoy mostr¨® sus apoyos fuera de Madrid y tambi¨¦n en la capital, ya que le acompa?¨®, aunque no habl¨®, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, el alcalde de la capital y gran rival de Aguirre. Al finalizar el acto, el l¨ªder del PP invit¨® a sus fieles a comer. Y entre risas, con Francisco Camps y Gallard¨®n, el centro de las chanzas fue la foto del burladero de Las Ventas que estaba ayer en los peri¨®dicos y en la que se ve¨ªa a Costa, Elorriaga, Ignacio Gonz¨¢lez y Astarloa. "La alternativa a Rajoy cabe en un burladero", ironiz¨® uno de los comensales en un ambiente de euforia de la candidatura de Rajoy que se considera, despu¨¦s de la exhibici¨®n, ya ganadora porque el rival, de existir, ser¨¢ minoritario.

Despu¨¦s de recibir, uno a uno, el apoyo de los barones m¨¢s importantes -entre ellos algunos clave como Camps, Javier Arenas, Alberto N¨²?ez Feij¨®o o Juan Vicente Herrera- Rajoy se subi¨® euf¨®rico a la tribuna -"aqu¨ª est¨¢ representada la inmensa mayor¨ªa del PP", dijo- y quiso lanzar un gui?o a las ¨²nicas dos comunidades ausentes. S¨®lo cit¨® en su saludo a Gallard¨®n -su apoyo en Madrid- y a los representantes del Pa¨ªs Vasco que hab¨ªan acudido -especialmente los de ?lava, distanciados de San Gil-.

En realidad, todo el acto, la principal exhibici¨®n de fuerza del l¨ªder en los ¨²ltimos meses, preparada precisamente por su equipo para contrarrestar los varapalos de las ¨²ltimas semanas, estuvo te?ido de un discurso ya conocido en el PP, el de Madrid contra las provincias, que al l¨ªder le apasiona. El propio Rajoy, que siempre se define como "un se?or de provincias", se meti¨® en 1987, con Gallard¨®n y otros dirigentes que le siguen siendo fieles, como Arturo Garc¨ªa Tiz¨®n, en una candidatura, la del cordob¨¦s Antonio Hern¨¢ndez Mancha, en la que las provincias le ganaron a Madrid, representado entonces por la candidatura de Miguel Herrero de Mi?on. Claro que la diferencia es que ahora el candidato del aparato es Rajoy, y entonces lo era Herrero.

Entre m¨²ltiples ataques de los barones a los medios que exigen la dimisi¨®n del l¨ªder y especialmente a la cadena Cope, fue Juan Vicente Herrera, el anfitri¨®n, quien habl¨® m¨¢s claro nada m¨¢s empezar: "Mando un saludo desde aqu¨ª a todos los compa?eros y compa?eras que no han podido o no han querido acompa?arnos. ?se es el esp¨ªritu del PP", dijo en una clara referencia a Aguirre.

Rajoy realiz¨® un discurso de fondo para contrarrestar la imagen que trasladan sus enemigos de que est¨¢ abandonando los principios del PP. El l¨ªder alz¨® la voz: "Yo acepto que alguien se considere m¨¢s capacitado que yo para presidir el PP", dijo para abrir la puerta a una posible candidatura alternativa que, en estos momentos, seg¨²n la mayor¨ªa de los dirigentes de su entorno, ser¨ªa positiva para el l¨ªder y preferible al temido voto en blanco. "Pero lo que no puedo aceptar es que alguien ponga mis principios y mis convicciones en tela de juicio. No lo voy a aceptar, porque no es verdad", sentenci¨®.

El asunto de la supuesta traici¨®n a los principios domin¨® las m¨¢s de dos horas que dur¨® el acto. Uno tras otro, todos los barones se subieron a la tribuna para reclamar que los trapos sucios del partido se laven en casa y para negar que Rajoy haya cambiado los principios. ?l se encarg¨® tambi¨¦n de insistir en esa idea. "Soy el mismo que defendi¨® que no se pod¨ªa negociar pol¨ªticamente con ETA. El mismo que estuvo contra el Estatuto catal¨¢n frente a los otros 14 portavoces del Congreso. El mismo que recurri¨® algunos art¨ªculos ante el Constitucional, y no voy a retirar ese recurso".

Rajoy insiste en que est¨¢ luchando contra el aire porque no tiene una candidatura enfrente. Sin embargo, todos los barones y ¨¦l mismo identificaron claramente el enemigo: el inmovilismo. Todos los discursos hablaban de lo mismo. No hay cambio de principios, pero el PP no se puede quedar parado.