La desconfianza se adue?a de la econom¨ªa
Los expertos creen que el frenazo del consumo revela que la crisis afecta ya a todos los sectores
La econom¨ªa es una ciencia extra?a, que se expresa en n¨²meros pero habla de sensaciones. Y el reci¨¦n acabado mes de mayo es una muestra de lo r¨¢pido que puede virar el estado de ¨¢nimo. Si a principios de a?o el debate se centraba en dar con la medida de la desaceleraci¨®n, ahora la percepci¨®n generalizada es que la crisis ya est¨¢ aqu¨ª, es intensa, afecta a todos los sectores y no tiene intenci¨®n de irse pronto.
En la ¨²ltima d¨¦cada, los n¨²meros contaban una econom¨ªa boyante, con claroscuros (precariedad laboral, alto endeudamiento, burbuja inmobiliaria), pero con un crecimiento superior al de la mayor¨ªa de los pa¨ªses avanzados. Desde el verano, describ¨ªan un avance trastabillado por dos obst¨¢culos puestos desde el exterior, la crisis de hipotecas basura de EE UU y el alza de las materias primas, y un lastre dom¨¦stico, el anunciado ajuste inmobiliario. En los ¨²ltimos d¨ªas, los n¨²meros alimentan el desasosiego.
Las encuestas a consumidores y empresas revelan un hondo pesimismo
Las previsiones sobre Espa?a se han convertido en una puja a la baja
La inflaci¨®n y las hipotecas restringen el gasto de las familias
La esperanza es que la fuerza de los servicios ayude a capear el temporal
Las agencias de viajes advierten de que las ventas no van bien
Mayo empez¨® bajo el impacto del repunte de la tasa de desempleo (9,6% en el primer trimestre, seg¨²n la EPA), amplificado despu¨¦s por las cifras de paro registrado de abril. La contabilidad nacional del primer trimestre empeor¨® el panorama: reflej¨® un crecimiento interanual del PIB del 2,7%, el m¨¢s bajo desde 2002, con una debilidad del avance trimestral alarmante (un 0,3%, el peor dato en 13 a?os).
Y el goteo de malos datos se convirti¨® en torrente esta semana. El alza del petr¨®leo encendi¨® las protestas de pescadores y transportistas y acelera la inflaci¨®n. Las estad¨ªsticas de hipotecas, visados y compraventa de viviendas revelan un abrupto desplome en la construcci¨®n. El super¨¢vit p¨²blico se encoge a marchas forzadas.
"La rapidez con la que se ha producido el deterioro de la econom¨ªa espa?ola es el reverso de la burbuja inmobiliaria en la que ha vivido el pa¨ªs en la ¨²ltima d¨¦cada", opina Carles Boix, profesor de la Universidad de Princeton (EE UU) y colaborador del servicio de estudios de La Caixa. La construcci¨®n de viviendas, incentivada por los altos precios y la demanda, ha llegado a rozar el 9% del PIB, un peso que s¨®lo Irlanda supera entre los pa¨ªses occidentales. Pero en el primer trimestre, la inversi¨®n residencial retrocedi¨® por primera vez en seis a?os, aunque los expertos vaticinaban un deterioro mayor. Servicios de estudios como el de la Fundaci¨®n de Cajas de Ahorros prev¨¦n que llegue a caer un 15% en 2009.
El precio de las viviendas a¨²n aguanta, pero todo apunta a que la posibilidad de un ajuste inmobiliario gradual en la que se parapet¨® el Gobierno es muy baja. "La crisis financiera internacional, al restringir el cr¨¦dito, ha exacerbado los problemas del sector, pero las condiciones para una fuerte ca¨ªda de la demanda residencial ya se daban antes", mantiene Jos¨¦ Luis Alzola, jefe de an¨¢lisis de Citigroup en Londres. Alzola recuerda que la econom¨ªa espa?ola cogi¨® impulso en 2003, cuando los tipos de inter¨¦s estaban en el 2% y el barril de petr¨®leo a 20 d¨®lares. Ahora los tipos est¨¢n en el 4%, las tensiones financieras empujan el Eur¨ªbor (de referencia en las hipotecas) al 5% y el endeudamiento acumulado por los hogares equivale ya al PIB espa?ol de un a?o. Y el barril de crudo est¨¢ en 130 d¨®lares.
Para los expertos en esta ciencia sentimental que es la econom¨ªa lo m¨¢s preocupante es lo que ocurre con el gasto de las familias y con los sondeos que se afanan por medir su confianza. El consumo privado, que supone cerca del 60% del PIB espa?ol, creci¨® entre enero y marzo al menor ritmo en 13 a?os. El indicador de sentimiento econ¨®mico que elaboran reputados estadistas de Bruselas refleja que los espa?oles tienen las peores vibraciones desde la recesi¨®n de 1993. La marcha atr¨¢s en las ventas de coches y de los comercios da m¨¢s pistas.
La preocupaci¨®n se debe a que un par¨®n del consumo revela que la crisis afecta o afectar¨¢ pronto a todos los sectores. "El deterioro de la confianza de los hogares est¨¢ siendo m¨¢s r¨¢pido que el deterioro del empleo", advierte Carlos Maravall, de Analistas Financieros Internacionales. Una circunstancia que, se?ala, puede ser el inicio de una deriva peligrosa: "La contracci¨®n del consumo impactar¨¢ en el resultado de las empresas y entonces s¨ª que se puede acelerar la p¨¦rdida de empleos".
La falta de confianza de las familias se debe, seg¨²n Maravall, a la alta inflaci¨®n y al mayor coste de las hipotecas, que limitan la renta disponible y eleva la sensibilidad a las malas noticias.
Un somero repaso al ¨²ltimo bolet¨ªn del Banco de Espa?a, tambi¨¦n publicado la semana pasada, evidencia que la crisis hace mella en casi todos los sectores, m¨¢s all¨¢ del ajuste de la construcci¨®n, "que se acelera". En la inversi¨®n en bienes de equipo, que ha tenido un comportamiento extraordinario en los dos ¨²ltimos a?os, "los indicadores reflejan una p¨¦rdida de dinamismo". De la industria, llamada por el Gobierno a ser palanca de crecimiento, el supervisor destaca su "aton¨ªa" y las estad¨ªsticas su retroceso.
Para pulsar la situaci¨®n del sector primario, basta de nuevo con las sensaciones. Pescadores y agricultores, apretados por la brutal escalada del petr¨®leo, multiplican sus actos de protesta para lograr ayudas que alivien sus maltrechas econom¨ªas. Los transportistas, coraz¨®n del determinante sector log¨ªstico, tambi¨¦n amagan con movilizaciones.
Las miradas de expertos y Administraci¨®n escrutan lo que ocurre en los servicios, que concentra m¨¢s del 60% de la oferta espa?ola. Se espera que su fortaleza sirva para capear el temporal y absorber empleo de la construcci¨®n. El bolet¨ªn del mi¨¦rcoles arrojaba una lectura desigual: la cifra de negocios cay¨® un 0,5% en marzo, pero el turismo, que suma casi la mitad del sector, logr¨® una buena cifra de visitantes extranjeros (hubo un 5% m¨¢s) en el primer trimestre.
La medida de la marcha real del turismo tendr¨¢ que esperar a verano, pero nuevos datos publicado el viernes por el propio Banco de Espa?a y el INE cambian ya la perspectiva. Las pernoctaciones de extranjeros hasta abril s¨®lo aumentan un 1,3% y el crecimiento real del gasto acumulado hasta marzo s¨®lo sube un 0,6%. Globalia y Orizonia, dos de las principales agencias de viajes espa?olas, han advertido que las ventas no van bien. El presidente de Iberia, Fernando Conte, a?adi¨® este jueves que la situaci¨®n de las aerol¨ªneas, de nuevo por el petr¨®leo, es "dram¨¢tica". "Si el primer eslab¨®n de la cadena est¨¢ as¨ª, hay motivos para preocuparse", se?ala Jos¨¦ Luis Zoreda, vicepresidente de Exceltur, organizaci¨®n que prev¨¦ un aumento del 1,6% en el PIB tur¨ªstico.
Los n¨²meros del frente exterior tampoco tranquilizan. Las exportaciones crecen al 5%, pero hay malos augurios sobre la evoluci¨®n econ¨®mica de la zona euro, cliente esencial de las ventas espa?olas. Y las importaciones, que deb¨ªan haberse desinflado con la desaceleraci¨®n, crecen por el alto coste de la factura energ¨¦tica. El d¨¦ficit exterior equivale ya al 11,3% del PIB, de nuevo un m¨¢ximo hist¨®rico.
Con este escenario, las previsiones sobre la evoluci¨®n de la econom¨ªa espa?ola se suceden con la intensidad de una puja a la baja y la palabra recesi¨®n se ha colado en los an¨¢lisis. "Hablar de crisis es enormemente exagerado", opuso este viernes el vicepresidente econ¨®mico, Pedro Solbes, que descarta que el PIB espa?ol retroceda. El jueves admiti¨® que su ¨²ltima previsi¨®n (2,3% de crecimiento en 2008 y 2009) puede no cumplirse, s¨®lo un mes despu¨¦s de haberla revisado.
El frenazo de la econom¨ªa concita ahora tanta atenci¨®n internacional como lo hizo su acelerado crecimiento. The Economist, biblia del periodismo econ¨®mico anglosaj¨®n, prepara un reportaje especial sobre la situaci¨®n espa?ola. Martin Wolf, columnista estrella en The Financial Times, insisti¨® esta semana en que Espa?a debe bajar sus costes laborales si quiere evitar una larga etapa de d¨¦bil crecimiento como la que viven Italia o Portugal. Es un vaticinio que comparte Olivier Blanchard, profesor del Instituto Tecnol¨®gico de Massachusetts. "No est¨¢ claro qu¨¦ puede sustituir a la construcci¨®n", a?ade.
El Gobierno recuerda la previsi¨®n del FMI -crecimientos superiores al 3% a partir de 2010- para mantener que la salida ser¨¢ r¨¢pida. Su primera respuesta, un plan valorado en 10.000 millones, ha sido acogido con poco entusiasmo. El propio Solbes reconoci¨® este mes que su principal medida, la deducci¨®n de 400 euros en el IRPF, "se tom¨® como consecuencia de los procesos electorales" y agota ya el margen de actuaci¨®n que daba el super¨¢vit p¨²blico.
"Hay que gastar dinero p¨²blico en infraestructuras de agua y energ¨ªa, flexibilizar el mercado de trabajo y bajar el impuesto de sociedades y las cotizaciones sociales a los empresarios", aconseja Juan Iranzo, del Instituto de Estudios Econ¨®micos, pr¨®ximo a la patronal. Otros expertos, como Alzola o Maravall, creen que la mano de obra inmigrante ya facilita los ajustes r¨¢pidos en el mercado laboral y destacan la pujanza de los servicios a empresas (tecnolog¨ªas de informaci¨®n, consultor¨ªa y marketing) o financieros.
En la industria, la biotecnolog¨ªa, la aeron¨¢utica o las energ¨ªas renovables son buenas bazas para el futuro y pueden alcanzar un peso equivalente al 6% del PIB en esta legislatura. "El gasto en infraestructuras o rebajas temporales en los impuestos son posibles respuestas a corto plazo", afirma la responsable de uno de los principales servicios de estudios. Pero, recalca, lo importante es comprobar si el Gobierno, inmerso en esta zozobra, es capaz de mantener apuestas a medio plazo, como la apertura de mercados, la innovaci¨®n tecnol¨®gica y el desarrollo de nuevos servicios sociales. -
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