A lo Indurain

Alberto Contador exhibe su gesto favorito, el golpe en el coraz¨®n, el disparo certero con la mano derecha, cuando cruza la meta del abarrotado corso Venezia, en la zona m¨¢s pija de Mil¨¢n, y se oye una voz. "?Otro Indurain, no, por favor!", grita Giancarlo Ferretti, el viejo director italiano. Ya es oficial: Contador ha ganado el Giro 2008. Sali¨® con 4 segundos de ventaja sobre el rebelde Riccardo Ricc¨° y lo cerr¨® con casi 2 minutos despu¨¦s de la contrarreloj.

"Ya puedo decir que ha sido mejor ganar mi primer Giro que mi 'segundo' Tour

"?Otro Indurain, no, por favor!". Lo vocea Ferretti a su estilo, entre ir¨®nico, admirativo y con rabia. Lo vocea y no se sabe exactamente por qu¨¦: porque Contador ha ganado el Giro con el estilo econ¨®mico del navarro, midiendo los tiempos, gestionando sus escasas rentas como un ahorrador compulsivo, o porque, dada la edad del chico de Pinto, 25 a?os s¨®lo, dada su clase y dado su ya poblado historial -un Tour y un Giro, uno detr¨¢s de otro-, se teme el hombre un dominio largo y abrumador como el que ejerci¨® Indurain sobre el ciclismo mundial en la primera mitad de los a?os 90, cuando el Tour parec¨ªa disputarse bajo el lema del infierno de Dante: que abandone toda esperanza quien aqu¨ª entre. "Me gusta Contador, me gusta mucho", precisa Ferretti, sabio del ciclismo que corri¨® con Gimondi contra Anquetil, el modelo de Indurain, y dirigi¨® sobre todo equipos de cl¨¢sicas; "lo ¨²nico que puedo criticar es que no ganara ninguna etapa".

Acab¨¢ramos.

La grandeza que se le quiso negar a Indurain, quien, obligado por su gran tama?o f¨ªsico -1,88 metros, 80 kilos- y sus grandes cualidades de rodador, supo convertirse en el m¨¢s regular durante cinco a?os manejando Tours y Giros desde la ventaja conseguida en las contrarreloj, se le intenta hurtar a Contador, que ha sido capaz de ganar el Giro espectacularmente sin ser el mejor en ning¨²n terreno, siendo el m¨¢s regular en todos. O, como dijo m¨¢s a lo bruto Ricc¨°, el insatisfecho segundo que busca en la rabia fuerzas con las que motivarse frente a la adversidad: "Lo siento, pero no ha ganado el mejor".

Y el propio Contador se muestra tocado por este reproche. Cuando se le comenta, en tono admirativo, que ¨¦l, un atacante, un amante del espect¨¢culo, ha sido capaz de ganar a lo Anquetil, a lo Indurain, lo que le convierte en un ciclista mejor, m¨¢s completo, con mayor arco de registros, responde picado, a la defensiva. "Pero no lo he hecho as¨ª por gusto", dice; "todos los que me conocen saben que me gusta atacar, dar espect¨¢culo. Pero no hay que olvidar que llegu¨¦ al Giro de improviso, sin preparaci¨®n, sin conocer ni un puerto. Tambi¨¦n he mejorado mucho contrarreloj".

"El 2 de mayo, ocho d¨ªas antes del comienzo, cuando Bruyneel le dijo que ten¨ªa que correr el Giro, est¨¢bamos en la playa, en Chiclana", proclama Macarena, su chica, que exhibe en su apoyo una factura de un hotel de la localidad gaditana. "Y, en los 15 d¨ªas anteriores al Giro, Alberto no hizo ni 600 kil¨®metros, una cifra rid¨ªcula para un profesional", dice Johan Bruyneel, el director del Astana, a quien las circunstancias obligaron a forzar a Contador a correr una carrera para la que no estaba preparado y que acab¨® ganando.

Monte a monte en el avispero italiano. En la primera llegada en alto, la de Pescoconstanzo, donde le atac¨® la alergia y el dolor en un brazo roto, se gan¨® las iras de Ricc¨° por no colaborar con ¨¦l y Di Luca, que se hab¨ªan puesto de acuerdo para hundir a Simoni. Contador cede 6 segundos. En el siguiente, en Alpe de Pampeago, Contador est¨¢ tentado de tirar la toalla. "Fue mi peor d¨ªa, cog¨ª fr¨ªo en el descenso del Manghen y lo pas¨¦ fatal, me puse mal¨ªsimo", dice Contador, quien cedi¨® 36 segundos a Ricc¨°, pero, pese a todo, se mantuvo por delante de su rival m¨¢s duro en la general gracias al 1m 56s en que lo aventaj¨® en la primera contrarreloj, la de Urbino, que termin¨® segundo, tras Bruseghin; "pero, al d¨ªa siguiente, en la Marmolada, todo cambi¨®. Ese d¨ªa ya supe que pod¨ªa ganar el Giro".

Y, aunque haya tenido que actuar a la Indurain, ahora est¨¢ feliz. Ha ganado el Giro -s¨®lo el navarro antes que ¨¦l fue capaz de enlazar Tour y Giro-. No correr¨¢ el Tour por castigo de la organizaci¨®n a su equipo, pero gracias a ello correr¨¢ la Vuelta. Y en septiembre podr¨¢ cerrar "una temporada m¨¢gica". Si gana la ronda espa?ola, se convertir¨¢ en el quinto ciclista en la historia que consigue el grand slam (Tour-Giro-Vuelta) tras Jacques Anquetil, Felice Gimondi, Eddy Merckx y Bernard Hinault. Y a los 25 a?os, una edad en la que s¨®lo Gimondi lo hab¨ªa logrado. "Pero, aunque no lo consiga, ya puedo decir que ha sido mejor ganar mi primer Giro que mi segundo Tour", proclama.

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Contador, campe¨®n del Giro de Italia