Una tarde m¨¢s que perfecta, sublime

Aunque a los aficionados las estad¨ªsticas nos importan mucho, y porque las emociones hoy, esta tarde, se pusieron de acuerdo con las estad¨ªsticas, hab¨ªa unanimidad en el 7, en el 9, en el 10, en el 11, y en la madre que los pari¨®. El toreo verdadero pone de acuerdo hasta a los disidentes. Desde el pase¨ªllo de pur¨ªsima y oro, como en las grandes tardes, se not¨® que Jos¨¦ Tom¨¢s ven¨ªa a decir algo alto y claro, a tapar bocas, que dicen los taurinos. Desde el primer quite, en un toro que no era el suyo, hasta la clamorosa salida a hombros por la Puerta de Madrid, la tarde fue m¨¢s que perfecta, sublime. No lo digo yo, lo dicen las miles de personas de todas las clases sociales, con pa?uelos y con claveles, que lo aclamaban s¨®lo por donde se pon¨ªa a citar a cada toro, por donde los toros cogen el camino de la gloria. Hac¨ªa cuatro d¨¦cadas que ning¨²n torero cortaba cuatro orejas en Madrid, en la misma tarde. Fue Jos¨¦ Tom¨¢s. Yo lo vi. Iba de pur¨ªsima y oro. Fue una tarde perfecta, sublime. No lo digo yo, lo dice todo Dios.