Al gusto de Scolari, al ritmo de Ronaldo
Portugal derrota a Turqu¨ªa con el 'bota de oro' jugando mejor de extremo que de ariete
Iniciada la Eurocopa y una vez que ha debutado Portugal, habr¨¢ que continuar hablando de Scolari y Cristiano Ronaldo, cada uno a la suya y con su parte de raz¨®n, como si no formaran en el mismo equipo cuando son arte y parte del triunfo. La subcampeona europea alcanz¨® la victoria a partir de un gol por el centro del ¨¢rea, en una pared entre el ariete Nuno Gomes y el central Pepe, rematada por el madridista, una jugada del agrado del seleccionador. Desequilibrado el marcador, Scolari retir¨® a Nuno Gomes para que entrara Nani y Ronaldo pudiera barrer el frente de ataque desde el puesto de ariete y ejercer de capit¨¢n como tanto le gusta al delantero del Manchester United. Antes y despu¨¦s del gesto populista del t¨¦cnico, Ronaldo dej¨® su marca en unas cuantas jugadas, exigido como se siente en cada partido, necesitado de dar fe de vida para mantener su cartel de figura del torneo y rey del mercado, tal que no fuera un jugador de equipo propiamente, sino el rey del mambo: el arranque de la jugada del 2-0 definitivo fue nada m¨¢s y nada menos que de Ronaldo.
A Scolari le lleva al pairo el debate sobre qu¨¦ puesto le conviene m¨¢s al bota de oro. El seleccionador va a la suya y Portugal se arranca siempre en las mismas: Ronaldo a un lado, Sim?o al otro y Nuno Gomes de ariete y capit¨¢n mientras Nani y Quaresma calientan banquillo; a falta de un lateral izquierdo nato, bien puede jugar un zaguero multiusos como Paulo Ferreira y para abrigar a Petit como medio centro nada mejor que un veterano contrastado como Deco y un novel con pujanza de nombre Moutinho. A veces da la sensaci¨®n de que Portugal juega al f¨²tbol al tiempo que Ronaldo se dedica a las jugadas, que no es precisamente la misma cosa. Incluso parecen dos planes distintos para un ¨²nico partido, de manera que cuando coinciden son determinantes con independencia del rival. Ayer coincidieron un rato y a Portugal le bast¨® para acabar con Turqu¨ªa.
A Turqu¨ªa le pierde la ingenuidad por m¨¢s estrategia que le ponga Fatih Terim. El emperador ha montado una selecci¨®n interesante, una mezcla de experiencia y juventud, r¨¢pida en el ataque y lenta y muy cargada en la defensa. Todav¨ªa le falta organizaci¨®n, oficio y, sobre todo, malicia y competitividad para discutir la jerarqu¨ªa a equipos como el portugu¨¦s. Ninguna acci¨®n delat¨® m¨¢s su falta de altura que la defensa de las jugadas de estrategia. Portugal adivin¨® un gol en cada saque de esquina y falta lateral o frontal, circunstancia que rebaj¨® su f¨²tbol de combinaci¨®n, convencidos como estaban los de Scolari de que alcanzar¨ªan f¨¢cilmente el gol a bal¨®n parado por m¨¢s que los centrales turcos invitaran a saquear su ¨¢rea. Incluso en esta situaci¨®n, Ronaldo marc¨® diferencias con un disparo a la base del poste derecho de Demirel.
Aunque Portugal se abr¨ªa bien por los extremos y se abanicaba en la medular, le faltaba llegada y remate, deficiencia que, por m¨¢s sabida, no se corrige con el tiempo. A los buenos movimientos portugueses respond¨ªa Turqu¨ªa, enganchada a Emre, con un punto de dramatismo: los delanteros se tiraban cada vez que pisaban el ¨¢rea y los zagueros pateaban a los volantes y extremos rivales con violencia. Al partido, sin embargo, le costaba romper, como es norma en los estrenos. Ronaldo espabil¨® entonces y anim¨® a Portugal a ir a por el triunfo tras un quiebro antol¨®gico a Hamit Antilop previo el control del bal¨®n con el pecho abombado que tanto le distingue en su cuerpo de atleta.
La jugada anunci¨® el gol de Pepe, quien, poco despu¨¦s, se arrim¨® como si fuera un volante hasta el balc¨®n del ¨¢rea, tir¨® una pared con Nuno Gomes y remat¨® a la red. El gol fue definitivo, m¨¢s que nada porque si a Turqu¨ªa ya le cuesta ganar m¨¢s dif¨ªcil es que pueda remontar un encuentro defendido por Carvalho, Pepe, Ferreira y Deco, que mezcl¨® bien con Moutinho y Petit en la medular. Aunque con alg¨²n sobresalto, Portugal se defendi¨® sin mayores agobios mientras Ronaldo segu¨ªa jugando mejor cuando se dejaba caer a las bandas para suerte de Scolari, que volvi¨® a cuadrar el partido a su manera. As¨ª qued¨® visto en la jugada del segundo gol: Ronaldo se abri¨® como extremo y toc¨® para Moutinho, quien, en una maniobra excelente, habilit¨® a Meireles para marcar.
Hoy la prensa continuar¨¢ hablando de lo bueno que es Ronaldo y de lo bien que cuadra los partidos Scolari.
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