Agua para la paz, paz para el agua
Green Cross International ha sido una organizaci¨®n puntera en la prevenci¨®n de conflictos h¨ªdricos durante 15 a?os, pero, aun en este breve espacio de tiempo, el grado de urgencia se ha incrementado de forma dram¨¢tica. Lo que era una amenaza se ha convertido en una realidad. Actualmente estamos siendo testigos de conflictos devastadores cuyo origen es el acceso a recursos h¨ªdricos, y no estamos en absoluto preparados para afrontar la avalancha de enfrentamientos ligados a recursos que el cambio clim¨¢tico amenaza con desencadenar.
Quiz¨¢ no veamos ej¨¦rcitos nacionales librando batallas por el agua, pero esto no significa que la gente no est¨¦ muriendo, o que no est¨¦ en peligro la seguridad de regiones enteras. El espantoso conflicto de Darfur, la violencia civil en el norte de Uganda y la ininterrumpida inestabilidad en Somalia han de ser llamadas de atenci¨®n para todos.
La propia naturaleza de la seguridad ha cambiado considerablemente en las dos d¨¦cadas transcurridas desde el final de la guerra fr¨ªa. A diferencia de las amenazas tradicionales procedentes de un adversario, los nuevos desaf¨ªos se entienden mejor como vulnerabilidades y riesgos compartidos. Aumentar el gasto militar o mandar tropas no resuelve los problemas. Ni tampoco cerrar las fronteras o mantener el statu quo en el mundo tan desigual que los contiene. El Panel Intergubernamental sobre el Cambio Clim¨¢tico ha publicado recientemente datos alarmantes sobre las consecuencias del calentamiento global en algunas de las regiones m¨¢s pobres del mundo. El aumento de los ¨ªndices de evaporaci¨®n reducir¨¢ mucho las precipitaciones -hasta un 20% en Oriente Medio y el norte de ?frica-, de modo que, en estas regiones, la cantidad de agua disponible por persona quiz¨¢ a mediados de siglo se haya reducido a la mitad.
Esta escasez repentina de un elemento cuya importancia simb¨®lica y espiritual concuerda con su centralidad en la vida humana ejercer¨¢ una notable presi¨®n sobre los pa¨ªses y sus habitantes, a la par que agravar¨¢ los conflictos en todo el mundo. ?frica, Oriente Medio y Asia central ser¨¢n las primeras regiones en verse expuestas al problema. De todos modos, las repercusiones ser¨¢n globales. No obstante, este sombr¨ªo panorama no es excusa para el cinismo ni legitima razones para el pesimismo. Los conflictos quiz¨¢ sean inevitables; las guerras, no. Nuestra capacidad para evitar las guerras del agua depender¨¢ de nuestra habilidad para prever tensiones y hallar las soluciones t¨¦cnicas e institucionales que nos permitan manejar los conflictos emergentes.
Mija¨ªl Gorbachov fue presidente de la Uni¨®n Sovi¨¦tica y premio Nobel de la Paz, y es fundador de Green Cross International, que vela por el desarrollo sostenible.
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