La fortuna superlativa
El conglomerado empresarial de Carlos Slim genera el 6% del PIB mexicano
Si ha pisado usted M¨¦xico, ha sido con toda probabilidad cliente de Carlos Slim. Si ha llamado por tel¨¦fono, se ha fumado un cigarrillo Marlboro, ha comprado en Sears o ha llevado a cabo alguna operaci¨®n financiera, ha contribuido a los ingresos de alguna de las m¨¢s de 200 empresas que forman el imperio del segundo hombre m¨¢s rico del mundo. El ingeniero, el magnate, el Rey Midas latino, un jinete diestro en las ¨¦pocas de crisis, extiende sus tent¨¢culos a todos los ¨¢mbitos de la vida cotidiana de los mexicanos: de las telecomunicaciones, a trav¨¦s de Telmex y Am¨¦rica M¨®vil, a las infraestructuras y las plataformas petrol¨ªferas, pasando por el comercio, el turismo, las finanzas y un largo etc¨¦tera cargado de d¨®lares.
El empresario engros¨® sus negocios en la crisis mexicana de los 80 Slim se ha retirado de los consejos para volcarse en la filantrop¨ªa
Nadie tose a Slim en el mercado mexicano de las telecomunicaciones. Y casi ning¨²n mexicano -y pocos latinoamericanos- pueden pasar un solo d¨ªa sin entregarle alg¨²n peso. Este latiguillo com¨²n en M¨¦xico, que ha llevado al profesor George W. Grayson a acu?ar el t¨¦rmino Slimlandia, se concreta en un conglomerado de empresas que supone ni m¨¢s ni menos que del orden del 6,3% del producto interior bruto (PIB) mexicano.
Genera 220.000 empleos directos y 500.000 indirectos, y lleva al magnate -cien por cien pasi¨®n por el arte y el b¨¦isbol- a acumular una fortuna de 60.000 millones de d¨®lares (38.500 millones de euros), seg¨²n los c¨¢lculos de Forbes, haci¨¦ndole codearse con los gringos, en el segundo puesto, con Warren Buffet y Bill Gates.
Todo el tinglado Carso (por Carlos y Soumaya, su difunta esposa) se estructura en varios holdings, como Carso Global Telecom, que agrupa las acciones de control del gigante de las telecomunicaciones Telmex; Am¨¦rica M¨®vil, que aglutina los servicios inal¨¢mbricos y con 159 millones de clientes celulares es l¨ªder de la telefon¨ªa m¨®vil en Latinoam¨¦rica, claramente por delante de Telef¨®nica; el grupo industrial, comercial y de servicios Carso; y el Grupo Financiero Inbursa, que acaba de acordar la entrada en su capital de Criteria, la sociedad que agrupa las inversiones de La Caixa, con un 20%.
Slim vivi¨® por primera vez el mundo de los negocios a trav¨¦s de los ojos de su padre, un empresario liban¨¦s que emigr¨® a M¨¦xico huyendo de la entonces obligatoria incorporaci¨®n al ej¨¦rcito otomano. Juli¨¢n Slim daba a cada uno de sus hijos una libreta de ahorros junto a su paga semanal para que pudieran administrar sus gastos e ingresos, y peri¨®dicamente revisaban el balance con ¨¦l.
Por ello, no sorprende que ese primer paso del magnate hacia su actual negocio lo diera a los 12 a?os, cuando compr¨® sus primeras acciones: 30 t¨ªtulos del Banco Nacional de M¨¦xico. Y no mucho m¨¢s tarde, en 1965, cuando ten¨ªa 25, sembr¨® las grandes patas de su negocio, con la constructora Carso, una mina de cobre, una embotelladora de refrescos y el grupo Inbursa.
Pero el salto de la riqueza a la riqueza superlativa lleg¨® a principios de los ochenta, cuando Slim dio ejemplo de uno de sus mandamientos -"todos los tiempos son buenos para quienes saben trabajar y tienen con qu¨¦ hacerlo"- y cabalg¨® como nadie la crisis de la deuda en M¨¦xico. La convirti¨® en oro. En alg¨²n momento ha confesado que lleg¨® a comprar algunas empresas al 1,5% de su valor contable. El 100% de British American Tobacco, por ejemplo, le cost¨® 5 millones de d¨®lares y la vendi¨® por 40.
Era la ¨¦poca en que las finanzas mexicanas estaban pr¨¢cticamente paralizadas, la de la nacionalizaci¨®n bancaria y de la consiguiente huida de capitales. S¨®lo el ingeniero invert¨ªa, y con un apetito voraz, a precios a veces inexplicables. Entre 1981 y 1986 compr¨® la tabaquera Cigatam, socia de Philips Morris; Bimex, Reynolds Aluminio y el 23% de Hulera el Centenario. Y a?adi¨® Seguros de M¨¦xico, la minera Frisco y empresas Nacobre, as¨ª como las cafeter¨ªas Sanborns, con su filial Dennys, y la empresa de llantas Euskadi entre la larga ristra de compa?¨ªas.
Con un paquete de empresas ya rese?able, el otro golpe maestro, el que le confiri¨® el t¨ªtulo de magnate de las telecomunicaciones, la victoria de Telmex, lleg¨® en 1990. El Grupo Carso se hizo con la privatizaci¨®n de la gigantesca operadora estatal que hoy controla, junto con South Western Bell, France T¨¦l¨¦com y varios inversores mexicanos.
El dominio de Slim en el mercado mexicano de las telecomunicaciones es aplastante y pol¨¦mico: sus competidores critican supuestas pr¨¢cticas monopolistas que el grupo siempre ha negado; tiene el 92%, le atribuyen, del mercado de telefon¨ªa local, pero s¨®lo el 48%, destaca el grupo de Slim, de las zonas verdaderamente rentables.
Pero ser el segundo hombre m¨¢s rico del planeta en un pa¨ªs con 50 millones de habitantes bajo el umbral de la pobreza puede convertirse en un pellizco en la conciencia. Su vocaci¨®n fil¨¢ntropa cristaliz¨® hace m¨¢s de 20 a?os en su primera fundaci¨®n, Carso. Ahora, como hiciera Gates, el fundador de Microsoft, Carlos Slim tambi¨¦n ha abandonado los consejos de administraci¨®n de sus empresas -que dirigen sus tres hijos varones- para volcarse en la actividad social de sus funciones, que desarrolla, principalmente, a trav¨¦s de Impulsora del Desarrollo y el Empleo en Am¨¦rica Latina (IDEAL), la Fundaci¨®n Telmex, y Fundaci¨®n Carso, entre otras. Se ha comprometido a destinar a proyectos filantr¨®picos hasta 10.000 millones de d¨®lares en los pr¨®ximos cuatro a?os. Y es que todo lo que tiene que ver con Carlos Slim, cuyo apellido en ingl¨¦s significa delgado, se mueve en grandes cifras. -
El Imperio
- Carso Global Telecom posee la mayor¨ªa de las acciones de control de Telmex, que opera servicios de telecomuni caciones adem¨¢s de M¨¦xico, Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, Estados Unidos, Per¨² y Uruguay.
- Am¨¦rica M¨®vil tiene la mayor¨ªa de las acciones de control de Am¨¦rica M¨®vil, proveedor l¨ªder de servicios inal¨¢mbricos en Am¨¦rica Latina, con operaciones en Argentina, Brasil, Colombia, Chile, Ecuador, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Paraguay, Per¨², Uruguay y M¨¦xico.
Un dec¨¢logo para triunfar
- Tener estructuras simples, organizaciones con m¨ªnimos niveles jer¨¢rquicos, desarrollo humano y formaci¨®n interna de las funciones ejecutivas. Flexibilidad y rapidez en las decisiones. Operar con las ventajas de la empresa peque?a que son las que hacen grandes a las grandes empresas.
- Mantener la austeridad en tiempos de vacas gordas fortalece, capitaliza y acelera el desarrollo de la empresa, asimismo evita los amargos ajustes dr¨¢sticos en las ¨¦pocas de crisis.
- Siempre activos en la modernizaci¨®n, crecimiento, capacitaci¨®n, calidad, simplificaci¨®n y mejora incansable de los procesos productivos. Incrementar la productividad, competitividad, reducir gastos y costos guiados siempre por las m¨¢s altas referencias mundiales.
- La empresa nunca debe limitarse a la medida del propietario o del administrador. No sentirnos grandes en nuestros peque?os corralitos. M¨ªnima inversi¨®n en activos no productivos.
- No hay reto que no podamos alcanzar trabajando unidos con claridad de los objetivos y conociendo los instrumentos.
- El dinero que sale de la empresa se evapora. Por eso reinvertimos las utilidades.
- La creatividad empresarial no s¨®lo es aplicable a los negocios, sino tambi¨¦n a la soluci¨®n de muchos de los problemas de nuestros pa¨ªses. Lo que hacemos a trav¨¦s de las Fundaciones del Grupo.
- El optimismo firme y paciente siempre rinde sus frutos.
- Todos los tiempos son buenos para quienes saben trabajar y tienen con qu¨¦ hacerlo.
- Nuestra premisa es y siempre ha sido tener muy presente que nos vamos sin nada; que s¨®lo podemos hacer las cosas en vida y que el empresario es un creador de riqueza que administra temporalmente.
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