Menos guerreros, m¨¢s solidarios
Holanda, v¨ªctima de Italia en 2000, busca reencontrarse con el equipo campe¨®n de 1988
Holanda se ha preparado fuerte y en silencio en La Pontoise de Lausana desde que supo que debutar¨ªa contra Italia y que despu¨¦s le aguardar¨ªa Francia para rematar la fase de clasificaci¨®n con Rumania. "Le llaman con raz¨®n el grupo de la muerte", asevera Van der Sar, campe¨®n de Europa con el Manchester; "los emparejamientos nos exigen estar muy concentrados desde el inicio y nos viene bien por nuestro car¨¢cter a veces indolente".
Al igual que Van Bronckhorst, el portero tiene una deuda pendiente con los italianos. Ambos son los ¨²nicos que contin¨²an en la selecci¨®n desde la derrota ante Italia en el Amsterdam Arena en las semifinales de 2000. Los penaltis condenaron al plantel oranje durante el partido (0-0) -fallaron Frank de Boer y Kluivert- y en una rueda final (3-1) dominada por la Italia de Toldo.
Aun con delanteros excepcionales, su punto neur¨¢lgico es el medio campo
La Selecci¨®n Holandesa, en Austria y Suiza |
Italia en la Eurocopa |
Las estrellas de la Eurocopa |
"He afrontado cuatro tandas de penaltis en mi vida", recuerda Van der Sar, "y s¨®lo he salido ganador en Mosc¨² contra el Chelsea en la Champions". "La derrota contra Italia fue especialmente traum¨¢tica. Jugamos muy bien", insiste. Van Bronckhorst remarca: "Nuestra gente compara el dolor que sinti¨® entonces con las finales perdidas en los Mundiales de 1974 y 1978".
Holanda ten¨ªa un equipo fant¨¢stico en la Eurocopa 2000 y su ca¨ªda result¨® tan cruel que provoc¨® la dimisi¨®n del seleccionador, Frank Rijkaard. Ocho a?os despu¨¦s, Van der Sar y Van Bronckhorst admiten que Holanda dispone nuevamente de una selecci¨®n capaz de protagonizar un excelente torneo y evocar la final ganada hace 20 a?os (1988) a la URSS (2-0) con una volea lateral espectacular del hoy t¨¦cnico Marco van Basten. "Muhren puso el centro y yo el remate, al que no lleg¨® Dasaev", recuerda Van Basten.
Aunque el seleccionador prefiere evitar las comparaciones entre ambos equipos, advierte que Holanda asume la condici¨®n de "candidata a disputar el t¨ªtulo" porque entiende que "el plantel tiene una buena disposici¨®n, coraje, inteligencia y armon¨ªa". A Van Basten le toca ahora dar con la tecla de la alineaci¨®n con el mismo acierto que Rinus Michels en 1988. M¨ªster M¨¢rmol, como se conoci¨® despu¨¦s a Michels, lleg¨® a aseverar que la clave del ¨¦xito estuvo en el equilibrio que proporcionaron jugadores como Vannenburg, Wouters y Erwin Koeman, punto de encuentro con figuras de la categor¨ªa de Ronald Koeman, Rijkaard, Gullit y Van Basten y futbolistas de equipo como Van Aerle o Van Tiggelen.
Aunque tiene menos salida de pelota desde la defensa y, por contra, cuenta con delanteros igualmente excepcionales, el punto neur¨¢lgico de Holanda es tambi¨¦n el medio campo. Van Basten ha modificado incluso el dibujo habitual y de un 4-3-3 ha pasado a un 4-2-3-1 para desplegar mejor a los jugadores de la segunda l¨ªnea. Pero ahora, despu¨¦s de la ca¨ªda de Babel, la lesi¨®n de Robben, la duda de Sneijder y la falta de preparaci¨®n de Van Persie, la alineaci¨®n se presenta muy complicada para Van Basten, especialmente en el extremo izquierdo, donde puede dar entrada a Afellay en vez de Kuyt. Hay muchos futbolistas parecidos alrededor de Van der Vaart, quien siempre tiene m¨¢s opciones de jugar por detr¨¢s del ariete Van Nistelrooy, demarcaci¨®n por la que suspira tambi¨¦n Sneijder, m¨¢s a gusto en la media punta o en el extremo derecho que como segundo pivote ofensivo junto a De Jong, De Zeeuw o Engelaar. La mayor¨ªa son delanteros ligeros, r¨¢pidos, especialmente t¨¦cnicos y din¨¢micos, a gusto con el intercambio de posiciones y el f¨²tbol combinativo y con un buen manejo y golpeo del bal¨®n. A excepci¨®n de Van der Vaart, ninguno de los delanteros figuraba en el reportaje del fot¨®grafo Erwin Olaf publicado por la revista AD Magazine en que posaban como guerreros Van der Sar, De Jong, Heitinga, Mathijssen y Van Bronckhorst.
Aunque su eliminaci¨®n en el Mundial de Alemania 2006 result¨® especialmente bronca y hasta violenta, Van Basten ha reunido ahora una generaci¨®n serena y aplicada, especialmente trabajadora, alejada de los motines de tiempos pasados, de las ri?as entre los blancos del Ajax y los jugadores originarios de Surinam, de los conflictos de figuras con el seleccionador de turno. Van Basten, ciertamente, acept¨® un cambio en el despliegue ofensivo del equipo por consejo de los veteranos. Pero, una vez asumido el plan, marc¨® distancias con Johan Cruyff y delimit¨® la l¨ªnea a seguir por los internacionales. As¨ª, recuper¨® a Van Nistelrooy y prescindi¨® de Davids y Van Bommel, cuyo suegro, ex entrenador del Feyenoord, ser¨¢ el sustituto de Van Basten despu¨¦s de la Eurocopa.
"Hasta yo he recuperado la serenidad y las buenas sensaciones", asegura Van Nistelrooy, a punto de cumplir 31 a?os, exigido por el joven Huntelaar, autor de 33 goles en 34 partidos de Liga. Extraviado en el Manchester, Van Nistelrooy se reivindic¨® en el Madrid con 25 tantos nada m¨¢s llegar a Chamart¨ªn y suma 31 en 61 partidos con la selecci¨®n. Ahora intenta recuperar su mejor forma despu¨¦s de una temporada m¨¢s complicada.
Van Basten jug¨® pr¨¢cticamente toda su vida con una lesi¨®n cr¨®nica en un tobillo y sali¨® campe¨®n con el Milan y con Holanda y con tres Balones de Oro. Ahora, antes de regresar al Ajax en el verano como entrenador, aspira a que sus muchachos le hagan sentir de nuevo como ganador. Nada mejor para empezar que un duelo con la Italia de su amigo Donadoni, disc¨ªpulos ambos de Arrigo Sacchi en el club de Silvio Berlusconi. Aunque reconstruido desde 2001, un a?o despu¨¦s de la dolorosa derrota de Holanda en Amsterdam, el Wankdorf de Berna siempre ha sido un estadio con m¨ªstica. Aqu¨ª cay¨® la Hungr¨ªa de Puskas, Kocsis, Czibor e Hidegkuti ante la Alemania de Fritz Walter en el Mundial de 1954 y en los postes de este campo el Bar?a de Kubala y Su¨¢rez se estrell¨® para gloria del Benfica en la Copa de Europa de 1961.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.