Portugal se siente ya campe¨®n
Jaleados por la prensa, los aficionados siguen los partidos de su selecci¨®n con euforia
Los portugueses viven los primeros pasos de su selecci¨®n en la Eurocopa como si su equipo estuviera a las puertas de la final de la Copa del Mundo. La hinchada est¨¢ convencida de que el equipo ser¨¢ campe¨®n y el triunfalismo se respira en la calle, en la prensa y en la televisi¨®n. El s¨¢bado por la tarde, Lisboa, Oporto, Set¨²bal, Coimbra y tantas otras ciudades de Portugal enmudecieron durante dos horas. El pueblo estaba concentrado en sus hogares, frente al televisor, o ante pantallas inmensas colocadas en algunos lugares p¨²blicos. Cualquier turista poco informado habr¨ªa cre¨ªdo que la selecci¨®n portuguesa jugaba la final. S¨®lo era el primer partido de la jornada inaugural, contra Turqu¨ªa.
Cristiano Ronaldo, en la Eurocopa |
Deco, una de las estrellas de Portugal |
Cech, el mejor de la Rep¨²blica Checa |
Portugal se llev¨® al bolsillo un 2-0 y el j¨²bilo estall¨® en Ginebra y en aquellas ciudades que minutos antes no dec¨ªan ni mu. Gritaban el nombre de su equipo, pero a algunos ya se les escapaba el de ??campeones!, ?campeones!?. Portugal, finalista en la ¨²ltima edici¨®n, no ha ganado nunca una Eurocopa.
Los medios de comunicaci¨®n alimentan d¨ªa a d¨ªa el triunfalismo y han elevado al olimpo a los h¨¦roes de una selecci¨®n que todos codician. El rey, sin duda, es Cristiano Ronaldo. Los enviados portugueses a Suiza le siguen d¨ªa y noche, pendientes de sus movimientos, de lo que dice, de lo que hace, de lo que piensa. De su chica, de sus padres, de sus hermanos. Todos aportan su grano de arena al culebr¨®n del jugador del Manchester United con el Real Madrid. Cuando parece que el asunto pierde inter¨¦s, un diario deportivo asegura que el Barcelona tambi¨¦n le quiere. La ronaldoman¨ªa sigue bien alimentada.
Pero no s¨®lo es el crack del United quien enciende pasiones en Portugal. Moutinho, tambi¨¦n codiciado por unos cuantos equipos; Pepe, el h¨¦roe del partido contra Turqu¨ªa; Deco, despreciado por el Bar?a; Quaresma, Sim?o (?se acuerdan?) o Meireles llenan p¨¢ginas y p¨¢ginas y son idolatrados como aut¨¦nticos campeones.
La victoria de ayer frente a la Rep¨²blica Checa, el segundo paso al frente de los portugueses en esta Eurocopa, confirm¨® las expectativas de los m¨¢s optimistas y ha sido el espaldarazo al triunfalismo que exhibe un pueblo m¨¢s bien dado a actitudes pesimistas. Y eso que la situaci¨®n que vive el pa¨ªs no es para tirar cohetes. La huelga del transporte, que amenaza con dejar a los portugueses sin combustible, sin leche y sin otros productos b¨¢sicos, queda a un lado cuando Cristiano Ronaldo y los suyos est¨¢n en el campo.
El grito de ??Portugal! ?Portugal!? resuena en la plaza Marqu¨¦s de Pombal de Lisboa con tanta intensidad como en las calles de Ginebra, donde los numerosos emigrantes portugueses se juntan con los que han viajado a Suiza para seguir de cerca la trayectoria de su selecci¨®n. Unos 10.000 acudieron a recibir el equipo en Neuchatel el pasado 1 de junio y otros tantos son capaces de llenar el estadio de aquella ciudad para ver una sesi¨®n de entrenamiento de la selecci¨®n. Incluso pagando. Tanta pasi¨®n bien merece una recompensa.
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