Las tres edades de Medea
Hace unos a?os, especialistas internacionales se reunieron para analizar el mito de Medea y concluir: "Resulta una de esas no demasiado abundantes figuras de la cultura mundial tan rica en matices que es imposible acapararla en toda su dimensi¨®n polifac¨¦tica, dentro de una sola obra de arte, novela, ¨®pera, drama, pel¨ªcula, cuadro, y menos todav¨ªa en una aproximaci¨®n de car¨¢cter cient¨ªfico".
Desde las Medeas cl¨¢sicas (Eur¨ªpides en 431 antes de Cristo, Ovidio, S¨¦neca y otras m¨¢s) hasta las medievales, modernas y actuales (Lope, Calder¨®n, Rojas Zorrilla, Corneille, Unamuno, Anouilh, Bergam¨ªn, Sastre, Pasolini, Chico Buarque, Cherubini y much¨ªsimos m¨¢s), el teatro ha sido el gran propietario del mito. Como arte ef¨ªmero que es, se encarniza hasta donde alcanza la memoria. De ah¨ª que las dos m¨¢s grandes Medeas espa?olas conocidas sean Margarita Xirgu (Molins de Rei, Barcelona, 1888Montevideo, Uruguay, 1969) y Nuria Espert (la Xirgu y la Espert, como las llaman los del teatro). Ambas han representado mucho este infinito personaje, pero ning¨²n escenario las ha sobrecogido como el Teatro Romano de M¨¦rida. Un espacio que en 2009 acoger¨¢ a la que se vislumbra como la tercera gran Medea: Blanca Portillo, que tomar¨¢ el testigo a sus compa?eras, bajo la direcci¨®n y versi¨®n de Tomaz Pandur.
Blanca Portillo: "Tambi¨¦n es la historia de lo femenino contra lo masculino. Ella es lo tel¨²rico"
Nuria Espert: "Me ha costado defender algunos papeles. Con ella no me ocurre, no la disculpo pero, no s¨¦ por qu¨¦, la entiendo"
Las tres tienen en com¨²n su profundo compromiso con el teatro. Empresarias, directoras, perge?adoras de proyectos, progresistas. Las tres han sucumbido a este personaje, y Medea, desde su gran poder, genera una urdimbre que las atrapa y enreda en el escenario emeritense. Un teatro en el que tambi¨¦n intent¨® hacer una Medea Mar¨ªa Guerrero, pero Maximiliano Mac¨ªas y Jos¨¦ Ram¨®n M¨¦lida, los arque¨®logos y conservadores de este espacio desde 1910, no la dejaron porque quer¨ªa meter decorados.
El inicio de todo fue el 18 de junio de 1933 con la primera representaci¨®n de la era moderna en el Teatro Romano. Fue un empe?o personal de Margarita Xirgu quien, sin saberlo, cre¨® y fund¨® el festival de teatro grecolatino que ahora celebra por todo lo alto su 75? aniversario con una gala inaugural el d¨ªa 21. En ella estar¨¢ Nuria Espert fusionada con la imagen de Margarita Xirgu y paseando a Medea por el escenario. Mientras, Portillo mirar¨¢ pregunt¨¢ndose c¨®mo dominar esas piedras milenarias caunod haga su actuaci¨®n el pr¨®ximo a?o. La experiencia parece ser tremenda. Margarita Xirgu confes¨®: "Tras la representaci¨®n, toqu¨¦ con mis pies descalzos aquellas piedras y dije: 'Ahora ya me puedo morir". Tambi¨¦n Espert es propietaria de una famosa frase que pulula entre las gentes del teatro: "En M¨¦rida no te come el p¨²blico, te devoran las piedras". La frase naci¨® cuando conoci¨® el nombre de la actriz que iba a hacer una Cleopatra. Espet¨® sin pensarlo: "?Se la comer¨¢n las piedras!". Con Xirgu en el ambiente, Espert y Portillo hablan de Medea, de las de las tres.
Nuria Espert. A Blanca no la devorar¨¢n las piedras. Aunque es un teatro traidor.
Blanca Portillo. Es un espacio que tiene todo lo bueno y lo m¨¢s peligroso.
N. E. De bueno tiene poco. La belleza, pero para el actor no es buen espacio. Da mucho miedo trabajar all¨ª.
B. P. Pero much¨ªsimo. Su energ¨ªa est¨¢ por encima de la tuya.
N. E. Exigen mucho las piedras y cuando por alguna raz¨®n los actores se vuelven cotidianos ellas protestan y los echan del escenario. La palabra miedo se queda corta. Cuando ves aquello lo ¨²nico que puedes decir es: ?co?o!
B. P. ?Coooooo?o!
N. E. Claro que Xirgu ha dejado un perfume fort¨ªsimo y maravilloso en el teatro.
B. P. ?T¨² cu¨¢ndo hiciste en M¨¦rida Medea por primera vez?
N. E. En M¨¦rida en 1959. Con Medea te enteras muy bien de qui¨¦n eres y ahorras mucho en psiquiatras. Pero tendr¨¢s que hacer varias, porque con una vez no basta.
B. P. La har¨¦ cada cinco a?os porque yo empiezo con 45.
N. E. Medea no tiene fin. Como me enamoro de los directores, si viene uno que me fascine y me propone Medea caer¨¦, puede que la haga con 75, nadie la ha hecho. Adem¨¢s me dejar¨ªa con la Clitemnestra de Ifigenia. Y t¨² tienes que hacer Medea.
B. P. Lo oigo desde mis 17 a?os. Primero a mi maestro Jos¨¦ Estruch, disc¨ªpulo de la Xirgu, quien me contaba que ten¨ªa un car¨¢cter tremendo.
N. E. Gente que la conoci¨® y la venera habla de su mal car¨¢cter, lo hac¨ªa pasar mal a veces. No se puede tener todo...
B. P. Y no s¨®lo era una gran actriz, fue una generadora de arte esc¨¦nico, como t¨².
N. E. Blanca..., ?y si me opero en Casablanca y nos casamos?
B. P. ?Qu¨¦ vas a hacer en M¨¦rida?
N. E. Cinco mon¨®logos de Medea. Saldr¨¦ con el traje y el peinado que llevaba Margarita en 1933.
B. P. All¨ª estar¨¦, muerta de p¨¢nico porque no s¨¦ si estoy capacitada para tomar el testigo de vosotras dos.
N. E. S¨ª est¨¢s. No veo a quien le vaya tan bien ese papel, que amo tanto, como a ti.
Espert dentro, debajo, tras y sobre esas piedras ha hecho entre 1959 y 2001 cuatro Medeas diferentes en M¨¦rida. Con Juan Germ¨¢n Schroeder, con Armando Moreno (su marido), con Jos¨¦ Tamayo y la ¨²ltima, de momento, con Michael Cacoyannis. Fuera de M¨¦rida, con Antonio de Cabo y Rafael Richard, as¨ª como Llu¨ªs Pasqual y Fabi¨¤ Puigserver. Y la ha dirigido.
N. E. Con Irene Papas haciendo de nosotras.
B. P. ?Me quiero ir a mi casa inmediatamente! Todo da pero que much¨ªsimo miedo.
N. E. No tienes que temer. Soy sincera, ¨¦ste no ser¨ªa momento de mentiras, ese personaje es muy tu temperamento, tu mentalidad, es muy para ti.
B. P. Eso es lo que me preocupa. Entenderla. En principio, me siento identificada, por su car¨¢cter de luchadora, pero luego hace lo que hace..., es una asesina en serie, ?por qu¨¦ hace lo que hace?
N. E. Por amor. Cuando la hice con 19 a?os el sentimiento de Medea era de puro despecho, negativo, arrebatador, brutal. Un sentimiento que entend¨ªa perfectamente. Luego la hice con 25 y con 35 y con 45... El amor sigui¨®, como pasi¨®n incontrolable, pero la traici¨®n se ha vuelto en m¨ª m¨¢s fuerte que el despecho.
B. P. Es as¨ª, ella ha sido traicionada.
N. E. Ellos son socios. ?l ha puesto la cama y ella la sangre, lo hace todo por ¨¦l.
B. P. Y se encuentra con que Jas¨®n se quiere casar con otra y quitarle los hijos.
N. E. ?Te imaginas que la infanta Elena cortara a Felipe a cachitos, dejara la Zarzuela, se exiliara mientras es perseguida, y al llegar a Francia se cargara a Sarkozy?, y ¨¦l la traiciona, yo creo que no matar¨ªa a mis hijas, pero no es seguro.
B. P. La capacidad de matar la tenemos todos...
N. E. Ella le entrega todo. Ella era una princesa, ¨¦l un pirata, ella se convierte en una especie de esclava y ¨¦l hace lo que ella nunca pens¨®.
B. P. El acuerdo que propone es tremendo: t¨² te quedas aqu¨ª quietita, yo me caso con ¨¦sta, los ni?os conmigo que tendr¨¢n buena posici¨®n y de vez en cuando echamos un polvo...
N. E. Un pacto bastante moderno.
B. P. Hipermoderno, eso lo hacen muchos matrimonios separados.
N. E. Y no est¨¢ s¨®lo la traici¨®n. El sexo tambi¨¦n forma parte del conflicto.
B. P. Una mujer tendr¨ªa que estar por encima de eso, pero entiendo que ocurra, porque yo tambi¨¦n he perdido el norte por un se?or. Es todo demasiado primitivo, ella ama a ese hombre que es un in¨²til.
N. E. Es tan sabia esa obra. Nunca te la acabas. S¨®lo cuando traspasa la barrera de los ni?os se convierte en mito, porque hasta ah¨ª ha hecho lo que todas quer¨ªan hacer.
B. P. ?sa es la transgresi¨®n. Porque ella no es una madre desnaturalizada.
N. E. ?l es tan canalla. La culpa es de ella que se ha enamorado de ese merluzo.
B. P. Es lo que suele ocurrir. Lo que acerca todo a la realidad es que ¨¦l sea un gran amante en la cama.
N. E. Es parte de la historia
B. P. Ella no para de hablar del lecho ultrajado. Quiz¨¢ es lo que m¨¢s comprendo, usa a sus hijos contra el dolor.
N. E. No es un acto a ensalzar, es un acto a entender. Algunos papeles que he representado me ha costado defenderlos. Con ella no me ocurre, claro est¨¢ que no la disculpo, pero no s¨¦ por qu¨¦, la entiendo.
B. P. Tambi¨¦n es la historia de lo femenino contra lo masculino. Ella es lo tel¨²rico.
N. E. No s¨¦ si todas llevamos una Medea dentro, no tengo la capacidad necesaria, ni de amor ni de odio, para llegar a esas cosas. S¨ª entiendo los enco?amientos, lo extra?o en Medea es que le dure tanto, porque llevan juntos ocho o nueve a?os, cuando pasa todo. Y no hay que olvidar que ella es la sabia y ¨¦l es un pat¨¢n.
B. P. Yo tambi¨¦n tengo claro que no me va a costar defenderla, todo lo contrario.
N. E. Aunque pienso que el amor no tiene que ser nunca incondicional. -
El Festival de M¨¦rida. Teatro y Anfiteatro Romanos se celebra del 21 de junio al 30 de agosto. La exposici¨®n Margarita Xirgu: la primera actriz se inaugura el pr¨®ximo lunes. www.festivaldemerida.es
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