Encuentro entre diferencias

ORLAN ha dictado las reglas del juego y David Delf¨ªn las ha interpretado. El "encuentro de sus diferencias" -que se presenta en el Espacio AV de Murcia hasta el 28 de septiembre, en la exposici¨®n Sutura / Hibridaci¨®n / Reciclaje- se plasma en 10 vestidos, realizados por David Delf¨ªn a partir de prendas del guardarropa de ORLAN, pertenecientes a diversas ¨¦pocas de su vida. Retazos de identidad, cargados de huellas de vivencias, manchas y zurcidos, que el modista ha engarzado con hileras de corchetes, como s¨ªmbolo de suturas que se pueden transformar en heridas abiertas. "La sutura debe ser visible y las prendas deben poderse llevar y ser de mi talla. Estoy muy satisfecha de c¨®mo David interpret¨® las reglas. Los dise?adores cambian seg¨²n el mercado y se dirigen siempre a mujeres anor¨¦xicas, pero David funciona como un artista", asegura ORLAN, la mirada amplificada por las gafas redondas de patillas amarillo chill¨®n y el pelo llameante, perfectamente partido, mitad blanco y mitad negro, enmarcando los implantes recubiertos de purpurina que sobresalen de su frente. Son el recuerdo m¨¢s evidente de las nueve cirug¨ªas-performances con las que model¨® su rostro a semejanza de mujeres ic¨®nicas de la historia del arte. Pronto, su larga y conflictiva relaci¨®n con la moda quedar¨¢ reflejada en un libro que prepara la comisaria de la muestra, Isabel Tejeda.

Para Delf¨ªn, que particip¨® en el proyecto Antidog de Alicia Framis (ropa antiperro y antibala, para denunciar la violencia contra las mujeres), ¨¦sta es la segunda colaboraci¨®n con una artista. "No son prendas est¨¢ticas, sino que permiten una mutaci¨®n constante y pueden recombinarse entre ellas. Quer¨ªa que saliera la identidad Davidelfin, as¨ª que hay reflejos de muchas de mis colecciones. De hecho, empec¨¦ reciclando ropa militar, realzando las manchas de grasas y dem¨¢s huellas, que quedan grabadas en el tejido como memoria".

"Colaborar y ponerse en la piel del otro es otra de las capas de hibridaci¨®n", a?ade ORLAN, y por ello, para pisar el suelo multicolor que delimita el territorio de la muestra, hay que ponerse unos patucos del mismo estampado. All¨ª los trajes hibridados, llenos de goma espuma, reposan sobre sillas transparentes Louis Ghost de Philippe Starck, a la espera de envolver los visitantes en su c¨¢lido abrazo. "Han entrado en una nueva vida, ajena a los estereotipos de la moda. Ahora proporcionan la blandura de la que las sillas carecen, para que el p¨²blico pueda sentarse a charlar", exhorta la artista, aunque los visitantes, intimidados por a?os de prohibiciones, dudan en aceptar la invitaci¨®n.