Ante el proceso de Bolonia
En los ¨²ltimos meses ha comenzado en nuestro pa¨ªs un debate sobre el proceso de adaptaci¨®n de las universidades al Espacio Europeo de Educaci¨®n Superior, el llamado proceso de Bolonia. Como es previsible en un tema de tanta trascendencia, y que afecta a tantos intereses, muchas de las informaciones aparecidas son parciales e inexactas. Por ello, creo oportuno puntualizar algunos aspectos esenciales de esta reforma, que ser¨¢ ya una realidad en el pr¨®ximo curso en la universidad que dirijo.
El proceso de Bolonia se inicia en 1999, cuando veintinueve ministros de educaci¨®n de pa¨ªses europeos, entre ellos Espa?a, firman en Bolonia un acuerdo para avanzar hacia un sistema universitario com¨²n que facilite la movilidad de los estudiantes y de los titulados europeos. Este sistema es el llamado Espacio Europeo de Educaci¨®n Superior (EEES) y tiene tres caracter¨ªsticas principales: un conjunto de t¨ªtulos universitarios homog¨¦neos; ense?anza basada en ciclos (grado, m¨¢ster y doctorado); y medici¨®n del aprendizaje (no s¨®lo de contenidos) mediante un sistema com¨²n de cr¨¦ditos (sistema europeo de transferencia de cr¨¦ditos, ECTS) que tiene en cuenta el tiempo total dedicado por el estudiante a cada materia.
Los firmantes del acuerdo de Bolonia decidieron reunirse cada dos a?os y han ido ampliando el n¨²mero de pa¨ªses participantes, perfilando su contenido y establecido el a?o 2010 como l¨ªmite para su implantaci¨®n. En la ¨²ltima reuni¨®n en Londres en 2007 se comprob¨® que la gran mayor¨ªa de los 48 pa¨ªses actualmente adheridos al proceso hab¨ªa finalizando la adaptaci¨®n a Bolonia y s¨®lo unos pocos rezagados, entre ellos Espa?a, carec¨ªan del marco regulador para establecer las nuevas ense?anzas.
La normativa espa?ola para los nuevos ciclos universitarios no se estableci¨® hasta octubre de 2007. El grado constar¨¢ de cuatro a?os y tendr¨¢ un car¨¢cter generalista. El m¨¢ster tendr¨¢ una duraci¨®n de entre uno y dos a?os y ser¨¢ m¨¢s especializado. Para el curso que viene s¨®lo una universidad p¨²blica (la Universidad Carlos III de Madrid) ha presentado todas las ense?anzas al EEES y s¨®lo otras ocho universidades p¨²blicas han presentado m¨¢s de tres titulaciones adaptadas al nuevo marco.
Crear un espacio universitario com¨²n es una necesidad imperiosa para avanzar en la construcci¨®n de Europa. Eliminar las barreras acad¨¦micas favorece la movilidad de los ciudadanos, contribuye al entendimiento de la diversidad y riqueza de la cultura europea, y es coherente con el actual proceso de globalizaci¨®n. El nuevo sistema es similar al que existe ya en India, China, Ocean¨ªa, Norteam¨¦rica y parte de ?frica y es previsible que se convierta en el sistema universitario en todo el mundo.
Sin embargo, como todo proceso de cambio, puede generar rechazo y temor. Bolonia se relaciona con la privatizaci¨®n de la universidad y su sumisi¨®n a los intereses empresariales. Esta acusaci¨®n es sorprendente, ya que la ¨²nica referencia econ¨®mica en los documentos oficiales del proceso de Bolonia es una recomendaci¨®n a los gobiernos europeos para que financien adecuadamente a sus universidades. Tambi¨¦n, se aprovechan los nuevos cr¨¦ditos para anunciar una mercantilizaci¨®n de la ense?anza, distorsionando una de las mejoras importantes del nuevo sistema: contabilizar la dedicaci¨®n total real del estudiante a cada materia en los cr¨¦ditos ECTS y establecer m¨¦todos de control para asegurar que se verifica lo planificado. En la actualidad el tiempo de trabajo que los estudiantes dedican a una asignatura puede ser muy distinto del previsto en el plan de estudios, ya que depende del nivel exigido para aprobar por cada profesor. Esta arbitrariedad trata de eliminarse con el sistema de cr¨¦ditos de Bolonia. Finalmente, se argumenta que con el nuevo sistema la ense?anza universitaria ser¨¢ m¨¢s cara y elitista, aunque no existan datos que justifique esta afirmaci¨®n, que nada tiene que ver con Bolonia. Sin embargo, los cr¨ªticos de Bolonia esconden que el espacio com¨²n de educaci¨®n superior se ha implantado ya, con el apoyo activo de los estudiantes, en la mayor¨ªa de los pa¨ªses europeos.
El proceso de Bolonia ofrece grandes oportunidades de mejora. Es una excelente ocasi¨®n para dise?ar t¨ªtulos mirando al futuro y partiendo de la experiencia de las mejores universidades europeas. Para mejorar los m¨¦todos de ense?anza y de evaluaci¨®n, utilizando las nuevas tecnolog¨ªas de acceso a la informaci¨®n y al conocimiento. Para establecer itinerarios acad¨¦micos m¨¢s flexibles y polivalentes, adaptados a distintos tipos de estudiantes. Para favorecer la movilidad de los alumnos y ampliar las posibilidades profesionales de los titulados. Para incrementar la movilidad del profesorado, debilitando las viejas estructuras endog¨¢micas, mal end¨¦mico de nuestro sistema universitario. En definitiva, es una oportunidad de introducir transparencia y racionalidad en nuestras actividades docentes, abrir nuestras universidades a Europa y al resto del mundo, favorecer la interdisciplinariedad y la internacionalizaci¨®n y mejorar nuestros sistemas de organizaci¨®n y de toma de decisiones. Si lo hacemos, contribuiremos a crear entre todos este espacio europeo que pueda convertirse, como indica la Declaraci¨®n que inici¨® el proceso de Bolonia, en un referente de calidad para los estudiantes de todo el mundo.
Daniel Pe?a es el rector de la Universidad Carlos III de Madrid
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