Dos Iglesias
Los obispos gallegos acaban de pronunciarse contra la asignatura de Educaci¨®n para la Ciudadan¨ªa, incitando a los padres de alumnos a ejercer la objeci¨®n de conciencia. Es sorprendente que una de las pocas veces que hablen conjuntamente los obispos gallegos sea para arremeter contra una disciplina existente en la mayoria de los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea y que promueve la educaci¨®n en los derechos humanos y los valores constitucionales, valores compartidos por nuestra Sociedad y que buena parte de ellos fueron aportados hist¨®ricamente por el propio cristianismo.
Felipe Gonz¨¢lez, en una comida en el Hostal de los Reyes Cat¨®licos con escritores y personas del mundo de la cultura, hace siete a?os se refer¨ªa elogiosamente al libro ?En qu¨¦ creen los que no creen? En ¨¦l, el cardenal jesuita Carlo Mar¨ªa Mart¨ªn dialoga con el profesor y escritor bolo?¨¦s Humberto Eco sobre la posibilidad de encontrar unos valores comunes aceptables para personas de diversas culturas y creencias de tal manera que permitieran una base com¨²n para poder enraizar acciones y cooperaci¨®n entre personas pertenecientes a mundos culturales, sociales y religiosos diferentes.
?Es excluyente lo que dice la Ciencia sobre la evoluci¨®n de la vida con las creencias cristianas?
Hay una parte de la Iglesia cat¨®lica que busca di¨¢logo, comprensi¨®n y entendimiento con el mundo actual y con sus desaf¨ªos y problemas. El padre Arrupe promovi¨® entre los jesuitas la llamada inculturaci¨®n, que no era otra cosa que adaptar el cristianismo a las diversas culturas, esforz¨¢ndose por entenderlas y comprenderlas sin imponer visiones parciales ligadas exclusivamente a la cultura occidental. Igualmente impuls¨® como prioridad absoluta la ayuda a los inmigrantes, dada su situaci¨®n de precariedad y explotaci¨®n que se encuentran en muchos casos, anticip¨¢ndose a muchas situaciones que estamos viendo cerca de nosotros hoy en d¨ªa. Hay muchos cristianos que luchan contra la pobreza y las injusticias sociales, cooperando d¨ªa a d¨ªa con organizaciones politicas de izquierda para revertir la situaci¨®n, actitud que en algunos casos les ha costado la vida
Hoy en d¨ªa se abren interrogantes en la intersecci¨®n de la Ciencia y la Religi¨®n. ?Es excluyente lo que nos dice la Ciencia sobre la evoluci¨®n de la vida y el Universo con las creencias cristianas? Ciertamente los conocimientos de la Biolog¨ªa y la F¨ªsica eliminan claramente ciertos posicionamientos religiosos concretados en el creacionismo o en el dise?o inteligente. Sin embargo, no eliminan otros posicionamientos por cristianos que son a la vez bi¨®logos o f¨ªsicos prestigiosos.
Es claro que en este terreno se impone un di¨¢logo clarificador. El Concilio Vaticano II apuntaba en este sentido. Frente a una parte de la Iglesia que mantiene una actitud abierta y receptiva intentando aprender y comprender -guiados por la m¨¢xima principal del cristianismo de amar al pr¨®jimo, en la que Juan XXIII, Arrupe y Mart¨ªn son buenos ejemplos-, existe otra Iglesia, mayoritaria en la jerarqu¨ªa, que no tiene dudas, todo lo sabe, no tiene necesidad de buscar, entender y comprender.
Por eso pontifica, condena, impone estando totalmente sorda y ciega. Su actitud est¨¢ reflejada en su cadena de radio, ejemplo del insulto y manipulaci¨®n, donde no de respeta a nadie que no sea de su misma cuerda. Un claro exponente de esta jerarqu¨ªa es el cardenal Rouco Varela, quien durante mucho tiempo estuvo en la sede compostelana. Pocas personas han tenido m¨¢s oportunidades para transmitir el mensaje cristiano. Ha hablado en las ofrendas del Ap¨®stol, bodas de la familia real, como presidente de la conferencia episcopal, en las visitas del Papa a Espa?a.
Adem¨¢s de las condenas de rigor, el cardenal Rouco no tiene nada que decir. Sus discursos son aburridos en la forma y superficiales y mediocres en el fondo. Su capacidad de conectar con la Sociedad es nula. Quiz¨¢s por ello se olvid¨® de hacer las preceptivas visitas a las parroquias. Ahora, en la sede lucense, ha sido nombrado un sobrino suyo, cuya primera aportaci¨®n p¨²blica es la incitaci¨®n a la objeci¨®n de conciencia. En lugar de seguir los pasos de su antecesor en la sede, el franciscano Jos¨¦ G¨®mez, siempre pr¨®ximo a la gente y cerca de los necesitados, parece que el nuevo obispo sigue los pasos de su t¨ªo. Como dir¨ªa el cardenal Martini hay que rezar mucho para cambiar a esta jerarqu¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.