El mejor guerrero para la batalla
Rustu, triunfador del Mundial 2002 por su fiereza, regresa hoy a la porter¨ªa de Turqu¨ªa
Las bajas se suceden en la tropa del Emperador Fatih Terim despu¨¦s de librar ¨¦picos partidos ante Suiza (2-1) y la Rep¨²blica Checa (3-2), resueltos ambos a ¨²ltima hora con remontes espectaculares. Los imprevisibles turcos afrontan los cuartos de final ante la fiable Croacia con siete ausencias entre lesionados y sancionados, como el mediocentro Aur¨¦lio, el capit¨¢n Emre Bel?zoglu o el portero Demirel, suspendido de momento por dos partidos por agredir a Koller.
"Me quedan leones suficientes para competir hasta llegar a la final. Nunca nos rendiremos", proclama Terim, muy acostumbrado a optimizar recursos. Turqu¨ªa es la selecci¨®n que menos ha disparado a puerta (31 lanzamientos). Al equipo le avala la energ¨ªa, la t¨¦cnica, su esp¨ªritu de supervivencia y la capacidad para generar juego de tres futbolistas: Arda, Altintop y Nihat. "Arda ser¨¢ una estrella en poco tiempo", le avala Terim; "Tiene juego y gol: ya suma dos".
El meta perdi¨® en el Camp Nou el aura salvaje que le dieron sus p¨®mulos pintados
Turqu¨ªa en la Eurocopa |
La Selecci¨®n Croata, en la Euro 2008 |
Arda, Hamit y Nihat jugar¨¢n hoy de salida con el retrovisor puesto. Ausente Demirel, a Terim no le queda m¨¢s remedio que recurrir a Rustu, un portero de 35 a?os y el jugador m¨¢s internacional de Turqu¨ªa (116 partidos). Ocurre que Rustu cay¨® en desgracia desde que en 2003 fue presentado como el primer fichaje del nuevo presidente Joan Laporta, contrataci¨®n que provoc¨® mucha controversia porque se le consider¨® como la contrapartida que tuvo que asumir el Barcelona a cambio de que el Manchester United le dejara anunciar sus negociaciones con Beckham, una vez que ambos jugadores compart¨ªan agente.
Aunque cumpli¨® con el objetivo medi¨¢tico que se propon¨ªa el club, m¨¢s que nada por su aspecto intimidador y por la cola con la que recog¨ªa su pelo, Rustu no funcion¨® deportivamente. Tard¨® en jugar y, despu¨¦s de debutar en Montju?c, estuvo especialmente desafortunado en los dos partidos en que sustituy¨® a Vald¨¦s, goleado en M¨¢laga. No atin¨® en un control frente a Milosevic, durante la visita del Celta al Camp Nou, y sali¨® muy mal parado en Santander, hasta el punto de que incluso Jorquera le pas¨® por delante en el encuentro contra el Athletic. Fuerte bajo los palos, Rustu se venc¨ªa f¨¢cilmente con los pies ante la murmuraci¨®n de la hinchada azulgrana.
Antes de ser cedido de nuevo al Fenerbah?e cuando ni siquiera hab¨ªa acabado la primera de las cuatro temporadas por las que hab¨ªa fichado por el Bar?a, el guardameta se hab¨ªa ganado de todas maneras la estima del vestuario. Hasta Ronaldinho aprendi¨® unas cuantas palabras de turco para animarle como respuesta a la excusa que dio Rijkaard por no ponerle: "No domina el castellano y es importante para coordinarse con su defensa". Rustu, que tuvo un int¨¦rprete durante un tiempo, respondi¨®: "En la vida hay tres idiomas universales: la m¨²sica, el sexo y el f¨²tbol". M¨¢s que por sus defectos, Rustu pen¨® por su condici¨®n de extracomunitario, el cuarto del equipo cuando s¨®lo pod¨ªan actuar tres en el campo (M¨¢rquez, Ronaldinho y Saviola). El turco perdi¨® en el Camp Nou el aura de guardameta fiero que se hab¨ªa ganado en el Mundial de Jap¨®n y Corea 2002, donde fue considerado el mejor despu¨¦s de Oliver Kahn. Todav¨ªa hoy se recuerda c¨®mo Rustu acud¨ªa a los partidos con los p¨®mulos pintados a rayas, tal que fuera un guerrero. Turqu¨ªa acab¨® tercera.
El recuerdo de su triunfo en un torneo corto como el Mundial es el que ahora le anima a reencontrarse con el ¨¦xito en la Eurocopa despu¨¦s de penar en su propio pa¨ªs. El a?o pasado sorprendi¨® con su fichaje por el Besiktas, rival del Fenerbah?e, su club de toda la vida. No s¨®lo perdi¨® su plaza en el equipo sino que Demirel ha acabado tambi¨¦n por ganarle la titularidad en la selecci¨®n turca. Ahora, los rasgos de Rustu encajan particularmente en un equipo muy combativo con una cita muy especial. Turqu¨ªa vuelve a llamar a las puertas de Viena, como en los tiempos del Imperio Otomano, y en el barrio de Ottakring se prepara una noche muy agitada: se estima que ah¨ª viven m¨¢s de 10.000 inmigrantes entre turcos y croatas, y esta noche se espera la llegada de otros 10.000.
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