Buffon ante el peligro
Panucci y Chiellini, laterales reconvertidos, cubrir¨¢n al portero, que s¨®lo recibi¨® dos goles en el Mundial y lleva cuatro en tres partidos
El car¨¢cter de Roberto Donadoni se destaca por dos rasgos: el rigor y el miedo. Por ser riguroso, por querer imponer las mismas normas para todos, el seleccionador de Italia perdi¨® el aprecio de uno de los marcadores centrales de mayor jerarqu¨ªa de su pa¨ªs: Nesta. Por ser temeroso, por intentar introducir en el equipo a alguien que le garantice su lealtad incondicional, convoc¨® a un amigo: Panucci. La consecuencia es que esta noche, Torres y Villa se enfrentar¨¢n a un futbolista de 35 a?os que no se siente seguro en el eje de la defensa. Panucci hizo su carrera como lateral derecho.
Durante el Mundial de Alemania, el portero Buffon acostumbraba a invocar a la suerte con lo que los italianos llaman scaramanzia. Una conjura supersticiosa. Desde el primer partido, el hombre se sentaba en el vestuario y ante sus compa?eros proclamaba: "Hoy no me meten ni un gol". Durante esta Eurocopa, dicen que Buffon ha preferido quedarse callado.
Las lesiones de Cannavaro y Barzagli y los goles de Holanda han cambiado la l¨ªnea
Los titulares hoy son todo menos s¨ªmbolos de la solvencia defensiva italiana
Torres y Villa se miden a Panucci, de 35 a?os y que no se siente seguro como central
"Hoy no me meten un gol", se conjuraba Buffon en el Mundial. Ahora prefiere callarse
Buffon es un supersticioso anal¨ªtico. En el Mundial de 2006 repasaba a sus compa?eros, sobre todo a los encargados de filtrarle los ataques del adversario, y ve¨ªa a Nesta, a Cannavaro y a Materazzi. Los tres se pod¨ªan contar entre los cinco mejores centrales del mundo. La scaramanzia era inexorable. Cuando Buffon lleg¨® al estadio de Z¨²rich, antes de debutar contra Holanda en esta Eurocopa, lo que vio a su alrededor fue a Cannavaro con muletas, a Materazzi pasado de kilos y a un grupito de reservas con aspecto provisional entre los que destacaban Barzagli y Chiellini. Entonces resolvi¨® afrontar al destino en silencio. Le acompa?aron Barzagli y Materazzi. Al cabo de dos horas, cuando regres¨® para ducharse, los holandeses le hab¨ªan metido tres goles.
En los tres partidos que lleva jugados en el Europeo, Buffon ha recibido cuatro goles. En las siete jornadas que dur¨® el Mundial de Alemania recibi¨® dos. Uno se lo meti¨® Zidane, de penalti. El otro fue un gol en propia puerta de Zaccardo. La prensa italiana bautiz¨® a la pareja Materazzi-Cannavaro como Muro di Berlino. Despu¨¦s de la goleada de Z¨²rich, los peri¨®dicos cambiaron: Muretto di Zurigio.
La lesi¨®n de Cannavaro antes de comenzar el torneo precipit¨® los problemas. El central del Madrid sufri¨® una rotura en los ligamentos del tobillo izquierdo que le mantendr¨¢ de baja tres meses. Fue el primero en caer. El siguiente fue Barzagli. El central del Palermo se rompi¨® el menisco de la rodilla izquierda el lunes. El socav¨®n de la zaga dejar¨¢ a Donadoni con un producto de las circunstancias. Su estrategia consisti¨® en alinear a Materazzi y Barzagli. La cambi¨® inmediatamente despu¨¦s de la goleada ante Holanda. Los titulares no volvieron a pisar el campo. Contra Rumania y Francia jugaron Panucci y Chiellini.
Panucci y Chiellini son todo menos un s¨ªmbolo de la solvencia defensiva italiana. Ninguno estuvo en el Mundial de 2006. Panucci, porque hab¨ªa roto relaciones con el seleccionador, Marcelo Lippi. Chiellini, porque era demasiado joven. Ambos son laterales reconvertidos. Gente de car¨¢cter y oficio, pero sin demasiada cintura y con poco pie. A diferencia de los equipos hist¨®ricos de Italia, la actual selecci¨®n no exhibe un s¨ªmbolo en su ¨²ltima l¨ªnea. No hay un Facchetti, ni un Gentile ni mucho menos un Baresi. El ¨²ltimo l¨ªder, Cannavaro, se pasea por la concentraci¨®n de Baden como un delegado. Ayer no se mostr¨® euf¨®rico cuando habl¨® de Panucci y Chiellini: "Son jugadores que tienen una gran experiencia. Un jugador joven como Giorgio tiene muchas ganas y mucha fuerza. Contra Francia no s¨®lo fue la l¨ªnea de zagueros la que se implic¨® en el trabajo defensivo. Fue todo el equipo".
Donadoni no quiso admitir ayer que hoy pondr¨¢ a dos centrales en los que nunca hab¨ªa pensado. "Siempre he contado con ellos", dijo, "aunque no sean centrales naturales. Me ofrecen una versatilidad que me permite convocar a un defensa menos porque los puedo usar en dos puestos".
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