Monsanto, transg¨¦nicos a la carta
Espa?a es el pa¨ªs comunitario donde tiene m¨¢s desarrollo este tipo de cultivos en maiz
Sus detractores ven en los transg¨¦nicos, organismos gen¨¦ticamente modificados, un riesgo para la biodiversidad y una mayor dependencia de s¨®lo una serie limitada de semillas con interrogantes en relaci¨®n con su impacto sobre la salud.
Sus defensores, por el contrario, ven en los mismos la ¨²nica v¨ªa para aumentar rendimientos y producciones en todo tipo de zonas y un instrumento indispensable para responder al reto que supone la necesidad de alimentar a una poblaci¨®n mundial en crecimiento. Adem¨¢s, en materia de seguridad alimentaria, se argumenta que, mientras en diferentes producciones se han registrado alertas por problemas de contaminaci¨®n, no ha existido ninguna en relaci¨®n con las producciones de los transg¨¦nicos
Dispone de doce centros para la investigaci¨®n de semillas de cereales
Monsanto, la multinacional estadounidense l¨ªder mundial en el desarrollo de semillas gen¨¦ticamente modificadas, ha tenido en el ¨²ltimo a?o uno de sus mejores ejercicios econ¨®micos con una facturaci¨®n en 2007 de casi 8.600 millones de euros con un incremento del 17%. De esa cifra, unos 5.000 millones corresponden a las ventas de semillas con un aumento del 25% y otros 3.600 millones a las ventas de productos fitosanitarios con un incremento del 9%.
En el caso de Espa?a, la multinacional inici¨® su actividad en 1970 tanto con la venta de semillas como de productos fitosanitarios con unas ventas en 2007 estimadas en unos 120 millones de euros.
En el conjunto del grupo, la investigaci¨®n ocupa un lugar prioritario con el destino anual de unos 600 millones de euros. En Espa?a, se?ala Carlos Vicente, director de biotecnolog¨ªa del grupo para Espa?a y Portugal, las inversiones en investigaci¨®n en 2007 se elevaron a 1,3 millones de euros. Los principales trabajos se concretan en campos de ensayo destinados a la obtenci¨®n de nuevas variedades de ma¨ªz tolerantes al Roundop (un producto fitosanitario) y protegidas contra las plagas de taladro. Monsanto cuenta con un centro de investigaci¨®n en Los Palacios, en Sevilla, y desarrolla igualmente investigaciones en colaboraci¨®n con organismos nacionales en una docena de centros en el marco del Grupo para la evaluaci¨®n de nuevas variedades de semillas, sobre todo, para la mejora de variedades.
La investigaci¨®n de las semillas gen¨¦ticamente modificadas supone un largo proceso de varias fases que se sit¨²an en una media entre los seis y los once a?os.
En la actualidad, Monsanto cuenta con m¨¢s de 250 mejoradores investigando en diferentes partes del mudo. Uno de los pesos pesados en la actividad de Monsanto es la venta de semillas resistentes al taladro cuya siembra est¨¢ autorizada en Espa?a, donde supone aproximadamente el 25% sobre una superficie de cultivo de unas 350.000 hect¨¢reas. Se estima que su cultivo puede suponer para el agricultor un incremento en las rentas de hasta un 20% tanto por el ahorro en productos fitosanitarios como por el aumento en los rendimientos.
En el mismo cultivo, Monsanto est¨¢ desarrollando nuevas variedades de semillas resistentes tanto a enfermedades de otros insectos, como a los problemas de la sequ¨ªa o al estr¨¦s en las plantas. En este sentido, la multinacional colabora con la Fundaci¨®n Africana de Tecnolog¨ªa Agr¨ªcola para la puesta en el mercado de nuevas variedades de ma¨ªz tolerantes a la sequ¨ªa con destino a millones de peque?os cultivadores en ese continente. Estas variedades de semillas podr¨ªan estar en el mercado en el a?o 2012.
Adem¨¢s de los problemas de rendimientos, las investigaciones se centran en el desarrollo de producciones de mayor calidad. En esta direcci¨®n se hallan las investigaciones para el desarrollo de una semilla de soja con alto contenido en ¨¢cidos grasos omega 3 frente a los alimentos que en la actualidad proceden en su mayor parte del aceite de pescado.
En el algod¨®n, se investigan nuevas variedades tolerantes a la sequ¨ªa para lograr cosechas estables con un menor consumo de agua o ante situaciones de estr¨¦s h¨ªdrico. Igualmente, las investigaciones se centran en las frutas y hortalizas a trav¨¦s de la empresa Seminis. -
Cosecha de beneficios
Si nos atenemos a los datos manejados por Monsanto, la cosecha de los cultivos transg¨¦nicos supone solamente un carro de beneficios y de ahorro.
Desde la perspectiva de la seguridad, el uso de este tipo de productos para la alimentaci¨®n animal o humana no ha provocado problemas documentados.
En la actualidad, hay doce millones de agricultores que han sembrado cultivos gen¨¦ticamente modificados en todo el mundo, donde Espa?a ocupa uno de los primeros lugares entre los pa¨ªses miembros de la Uni¨®n Europea con el ma¨ªz resistente al taladro.
En materia medioambiental, con el uso de las semillas transg¨¦nicas se habr¨ªan evitado 289.000 toneladas de pesticidas as¨ª como unos 10 millones de toneladas de gases de efecto invernadero por la reducci¨®n en el uso de combustible. El ahorro en biocombustibles se estima en unos 1.800 millones de litros.
Los beneficios adicionales por el uso de las semillas gen¨¦ticamente modificadas se estiman en 34.000 millones de d¨®lares.
Desde la perspectiva de la alimentaci¨®n, los defensores de los transg¨¦nicos ponen sobre la mesa en la parte positiva el haber contribuido a la preparaci¨®n de un bill¨®n de comidas. -
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