La Xunta invirti¨® 250.000 euros en atender 250 perros
Los canes que mueren en la perrera de O Carballi?o no son enterrados
Ni agua, ni luz, ni consulta veterinaria, ni despensa para guardar el pienso y las medicinas, ni nevera para los despojos de carne fresca, ni un camino acondicionado para que entren los veh¨ªculos, ni un retrete para los trabajadores, ni un lugar en el que colgar la ropa cuando se visten de faena. Los colectivos ecologistas Adega (Asociaci¨®n para a Defensa Ecol¨®xica de Galicia) y Matarpormatarnon preguntan "ad¨®nde ha ido a parar la subvenci¨®n de 250.000 euros que recibi¨® el a?o pasado de la Conseller¨ªa de Medio Ambiente [dirigida por el ex alcalde de la localidad, el socialista Manuel V¨¢zquez] la perrera de O Carballi?o".
No hay un lugar en el que depositar los cad¨¢vares con garant¨ªas sanitarias
A cargo de los canes hab¨ªa una mujer en condiciones laborales "muy penosas"
En este recinto que se estren¨® hace poco m¨¢s de un a?o en terrenos municipales, por no haber no hay ni un lugar en el que depositar los cad¨¢veres con garant¨ªas sanitarias. Los canes que van muriendo son arrojados a una fosa, quedan al aire y se pudren expuestos a la vista de todos, sin que nadie les eche tierra o cal encima. El pasado fin de semana, los perros se pelearon y uno de ellos muri¨®. El lunes por la tarde ni siquiera hab¨ªa sido llevado al agujero. A¨²n segu¨ªa tirado donde cay¨®.
La gesti¨®n de esta perrera corre a cargo del Grupo Ecologista Outeiro, cuya cabeza visible es Francisco Valeiras, oficial jefe de la Polic¨ªa Local de O Carballi?o. Seg¨²n ¨¦l, en las denuncias "urbanitas" de Adega y Matarpormatarnon hay "intereses personales", y recuerda que el Grupo Outeiro es un colectivo hist¨®rico del ecologismo, que se moviliz¨® durante los d¨ªas m¨¢s negros de la cat¨¢strofe del Prestige y es famoso en la comarca desde hace "much¨ªsimos a?os" por su centro de recuperaci¨®n de fauna salvaje.
"Nos convertimos en asociaci¨®n protectora de animales dom¨¦sticos por demanda social", comenta, "quer¨ªamos solucionar un problema, sacar los perros de las cunetas, y si no invertimos en los cap¨ªtulos del agua y la luz es porque el ayuntamiento, cuando firm¨® el convenio, asumi¨® el compromiso de hacer la conexi¨®n". La pelota, seg¨²n ¨¦l, est¨¢ en el tejado del consistorio de O Carballi?o.
Valeiras reconoce que la perrera est¨¢ "saturada", "inacabada", "al 50%"; que es deficitaria; que prescinde "de momento" de muchos servicios. Y asegura que todo lo que falta se har¨¢ cuando haya posibles.
El refugio da servicio a nueve ayuntamientos, pero seg¨²n los ecologistas de Matarpormatarnon est¨¢ pendiente de "otra subvenci¨®n de alrededor de 300.000 euros", procedente de una mancomunidad de "23 municipios". El objetivo es hacerse cargo del servicio de lacer¨ªa en todo ese territorio de la provincia de Ourense.
En la perrera de O Carballi?o hay, can arriba, can abajo, 250 perros. Los despojos de carne fresca que comen corren por cuenta de la cooperativa av¨ªcola Coren y de la factor¨ªa de embutidos Castro Bello. La perrera carballi?esa costea el transporte de los alimentos. A cargo de todos estos animales hab¨ªa una ¨²nica empleada que, despu¨¦s de un a?o trabajando en condiciones "muy penosas", renunci¨® la semana pasada. "Si aguantaba era por los perros", asegura Julio Fern¨¢ndez, portavoz de Matarpormatarnon.
Francisco Valeiras dice en cambio que la empleada, una "auxiliar de cl¨ªnica", se fue por su enfrentamiento con el otro trabajador de la perrera, un chico que moment¨¢neamente, por culpa de esta mala relaci¨®n, fue destinado al centro de fauna salvaje. El lunes entr¨® a trabajar otra auxiliar en sustituci¨®n de la que march¨®.
Los ecologistas de Adega y de Matarpormatarnon que denuncian el caso dicen que nadie de Outeiro atiende a aquellos animales; que ni siquiera se allan¨® el terreno antes de levantar las casetas de bloques de cemento (por lo que ahora no hay posibilidad de hacer un camino y hay que llevar todo en carretilla); o que el olor es tan nauseabundo que nadie soporta m¨¢s de "dos minutos" limpiando dentro de un canil.
Y mientras, Francisco Valeiras destaca que, a pesar de la saturaci¨®n de la perrera, los animales est¨¢n sanos, que cuando "hay problemas" los baja en coche al veterinario y que en los dos ¨²ltimos meses consiguieron que fuesen adoptados unos 36 perros. "Algunos incluso se han ido para Madrid con sus nuevos propietarios".
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