La met¨¢fora del 'sorpasso'
Il sorpasso, como el f¨²tbol, no es tanto cuesti¨®n de datos como de ¨¢nimo. La forma de afrontar el partido del domingo explica la diferencia: los espa?oles llegaron a la cita contra el campe¨®n mundial mirando a la historia pero seguros de s¨ª mismos, con ganas de ganar y de reivindicarse. Los italianos salieron al campo convencidos de su inferioridad, pensando que lo m¨¢s f¨¢cil era perder. Ayer, volvieron a casa casi satisfechos por haber forzado los penaltis. Al fin y al cabo, un 90% de italianos hab¨ªa vaticinado que perder¨ªan.
Lo m¨¢s curioso es que Espa?a gan¨® a la italiana, especulando bastante y tirando de portero. ?Se habr¨¢ convertido Espa?a en Italia? Quiz¨¢, m¨¢s bien, en lo que Italia era hace 30 o 40 a?os, una potencia sin miedo al futuro. En Il sorpasso, la pel¨ªcula que film¨® en 1962 el genial Dino Risi,Vittorio Gassman era el espejo de aquella Italia: potente, abierta, so?adora, despreocupada, liberal, valiente.
Prof¨¦tico como Monicelli, Pasolini y tantos otros sabios del bel paese que aliment¨® al mundo con su talento, su sentido cr¨ªtico y su gracia, Risi cerr¨® La escapada con una gran tragedia. Esa tragedia es hoy, ahora: el bel paese no existe, y en su lugar ha surgido un pa¨ªs nacionalista, individualista, deprimido y cerrado, donde la ley es la palabra de Berlusconi.
Italia lleva muchos a?os sin crecer, sobreviviendo como puede a la incompetencia de sus pol¨ªticos. La gente llega mal a fin de mes, los salarios est¨¢n al nivel de los de Grecia, sus j¨®venes son precarios eternos, las mujeres siguen siendo reinas s¨®lo en casa, los emigrantes son vistos como el gran peligro. En cierto modo, Italia es la avanzadilla de la Europa ultra, ¨¢spera y plegada en su concha que, con la complicidad de Sarkozy y Zapatero, ha decidido cultivar el miedo para cancelar libertades.
En medio de esa crisis, las mafias y los empresarios ganan y exportan cada vez m¨¢s, producen y deslocalizan, explotan cada vez mejor. Y Berlusconi ejerce el populismo a sus anchas, aupado en una especie de estado de excepci¨®n permanente: militares para garantizar la seguridad, leyes que dejan impunes miles de delitos de cuello blanco, normas para expulsar a los ilegales y los gitanos...
Los azzurri cayeron ante Espa?a abandonados por sus autoridades. Vencidos, pero en absoluto humillados, por un grupo de j¨®venes espa?oles que seguramente no han o¨ªdo hablar de Risi. Ahora falta ver c¨®mo acaba tanto optimismo. Italia sigue siendo mucha Italia. Espa?a ha llegado a semifinales, el ladrillazo es ya historia y apenas somos duod¨¦cimos en PIB. Y por cierto: el mejor fue Marcos Senna.
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