Allende, a los 100 a?os de su nacimiento
Se cumple hoy el centenario del nacimiento de Salvador Allende, el socialista que quiso hacer una revoluci¨®n en democracia. Los golpistas se lo impidieron, pero las alamedas de la libertad volvieron a abrirse en Chile
Hoy, 26 de junio, se cumplen 100 a?os del nacimiento de Salvador Allende. Un nombre cuya huella no s¨®lo dej¨® su impronta en la historia de Chile, sino tambi¨¦n en el imaginario pol¨ªtico del mundo contempor¨¢neo. Los 100 a?os de Allende no fueron de soledad, sino de compromiso creciente con los pobres y postergados, con los so?adores de sociedades m¨¢s justas y con los impulsores de un orden internacional sin dominadores y dominados.
Por eso, esta conmemoraci¨®n tambi¨¦n nos convoca a una pregunta esencial: ?por qu¨¦ los Mil d¨ªas de Allende como presidente de Chile han capturado la imaginaci¨®n de tantos en todo el planeta? Esa experiencia suscit¨® emociones mayores, tambi¨¦n discusiones profundas, al igual que sue?os derrumbados cuando bull¨ªan los entusiasmos. Algo especial hubo all¨ª, capaz de provocar una tremenda ola de solidaridad que moviliz¨® a hombres y mujeres de todos los continentes.
Allende siempre actu¨® en el marco de las instituciones constitucionales
Sosten¨ªa que la libertad es el espacio ideal para construir una mayor igualdad
Tal vez porque aqu¨¦lla fue una experiencia in¨¦dita. Como Allende lo dijo: "Pisamos un camino nuevo; marchamos sin gu¨ªa por un terreno desconocido; apenas teniendo como br¨²jula nuestra fidelidad al humanismo de todas las ¨¦pocas".
Esos Mil d¨ªas tuvieron lugar en un Chile republicano. Un pa¨ªs respetado en el mundo por la forma como, a poco andar de su independencia, estuvo en condiciones de cimentar una rep¨²blica en bases s¨®lidas. Durante el siglo XX esa rep¨²blica fue capaz de abrir espacios a una creciente movilidad social y a una clase media forjada a trav¨¦s de un sistema educacional gratuito, laico y abierto a todos.
Allende es al mismo tiempo resultado y factor del Chile republicano: origen social, formaci¨®n acad¨¦mica, adscripci¨®n doctrinaria -m¨¢s que ideol¨®gica-, lealtades y pertenencias. Es dif¨ªcil entender el Chile que se gener¨® desde la d¨¦cada de los 30 en el siglo pasado sin el protagonismo de Allende.
Allende actu¨® siempre en el marco de las instituciones constitucionales y las defendi¨® en su m¨¦rito y en su condici¨®n de instrumentos reguladores de su propia transformaci¨®n. Esa convicci¨®n determin¨® su conducta pol¨ªtica desde sus primeras responsabilidades parlamentarias hasta su decisi¨®n de acabar con su vida cuando esas instituciones eran barridas por la fuerza.
Allende emerge de un pa¨ªs donde amplios sectores aspiran a mayor igualdad y justicia. En el Chile de comienzos del siglo XX donde la izquierda se fue haciendo cada vez m¨¢s fuerte. Liberales y radicales del siglo XIX en su brega por mayores libertades y tolerancia abrieron el camino para las demandas sociales por largo tiempo sofocadas; as¨ª, cinco a?os antes de la revoluci¨®n sovi¨¦tica, en junio de 1912, se funda el Partido Obrero Socialista, nombre inicial del Partido Comunista, el cual una d¨¦cada despu¨¦s logra tener dos diputados en el Parlamento. A comienzo de los a?os treinta emerge un fuerte Partido Socialista, en cuya fundaci¨®n particip¨® Allende.
Esa izquierda fuerte y en ascenso avanz¨® en tiempos de guerra fr¨ªa y por ello el conflicto ideol¨®gico mundial tambi¨¦n tuvo, como en otros pa¨ªses, su proyecci¨®n al interior de Chile. Cuando llegan los magn¨ªficos sesenta, Chile vive un fuerte desarrollo pol¨ªtico en torno a sectores de avanzada. Para unos la opci¨®n est¨¢ en torno a una izquierda impregnada de nuevos entusiasmos, sobre todo tras la revoluci¨®n cubana y las nuevas demandas juveniles; para otros, la respuesta est¨¢ cerca del centro pol¨ªtico, con la propuesta democratacristiana y su contundente respaldo parlamentario.
Muchos han dicho que hubo un desarrollo pol¨ªtico demasiado grande para un pa¨ªs que crec¨ªa en cifras modestas en lo econ¨®mico. El camino pas¨® de la experiencia conservadora de Jorge Alessandri al proyecto de cambio dem¨®crata cristiano de Frei Montalva, para llegar a la propuesta de la Unidad Popular en los 1.000 d¨ªas de Allende. Era el Chile dividido en tres tercios.
En ese contexto, Allende entend¨ªa la acci¨®n pol¨ªtica como una tarea de pedagog¨ªa y organizaci¨®n y as¨ª fue factor determinante en la creaci¨®n de una izquierda cuyo crecimiento social, cultural y electoral ¨¦l mismo promovi¨® y busc¨® ampliar. Ya en el Gobierno, intent¨® hacer grandes cambios y algunos de sus logros -como la nacionalizaci¨®n del cobre- encontraron pleno respaldo pol¨ªtico de todos los sectores. Pero las transformaciones profundas de la estructura productiva no pudieron concretarse, porque no hubo mayor¨ªas parlamentarias para respaldar el proceso. Y la pol¨ªtica salt¨® del debate institucional parlamentario a la calle.
Por otra parte, el esfuerzo m¨¢ximo por producir esos cambios y la tensi¨®n social involucrada hizo que muchos dem¨®cratas reales sintieran que el camino de Salvador Allende, a la larga, no permitir¨ªa mantener la democracia en Chile. Y, en defensa de la democracia, se colocaron en una oposici¨®n dura a Salvador Allende. M¨¢s all¨¢, estaban los otros, los del golpismo al acecho.
Se da entonces la paradoja de un pa¨ªs donde el Gobierno no tiene mayor¨ªa para plantear los cambios profundos que el gobernante reclama, pero donde tampoco existe mayor¨ªa parlamentaria para poner fin a esa propuesta pol¨ªtica.
Es un contexto de creciente polarizaci¨®n interna donde incluso fuerzas de inspiraci¨®n semejante y objetivos, visto a la distancia, similares devienen en adversarios radicales. Es probable que la debilidad pol¨ªtica mayor de Allende haya sido no imponer y convencer a sus partidarios que el camino del cambio a trav¨¦s de la democracia s¨®lo es posible consolidando grandes mayor¨ªas basadas en amplios consensos.
Avanza 1973 y la rep¨²blica y sus instituciones se tensionan al m¨¢ximo. Salvador Allende decide convocar a un plebiscito para lo cual requiere la aceptaci¨®n del Parlamento. Sabe tanto que el triunfo es dif¨ªcil como que es la forma de resolver pac¨ªficamente el dilema institucional.
No alcanz¨® a comunicarlo a la ciudadan¨ªa... Frente a la quiebra institucional, Allende responde con el testimonio profundo de sus palabras y su acci¨®n: "Trabajadores de mi Patria: quiero agradecerles la lealtad que siempre tuvieron, la confianza que depositaron en un hombre que s¨®lo fue int¨¦rprete de grandes anhelos de justicia, que empe?¨® su palabra en que respetar¨ªa la Constituci¨®n y la ley". Y as¨ª lo hizo.
Su gesto habla de esa condici¨®n de republicano convencido, de su af¨¢n de hacer en democracia una revoluci¨®n que no hab¨ªa tenido lugar en ninguna parte. Es lo que asombra y cautiva al mundo. Tambi¨¦n lo que conmociona a los centros de poder, no dispuestos a aceptarlo porque temen el ejemplo.
Hoy, a 100 a?os de su nacimiento, vivimos otro Chile, otro escenario internacional sin la guerra fr¨ªa, pero con los peligros propios de un proceso globalizador que no tiene reglas. La forma en que hemos sido capaces de encarar la transici¨®n de dictadura a democracia en Chile ha sido vista por muchos con admiraci¨®n, la tarea se ha hecho rescatando los valores democr¨¢ticos y republicanos en que Chile asent¨® lo mejor de su historia
Al conmemorar a Allende en este aniversario, lo hacemos con el respeto y el afecto a una figura profundamente leal a sus ideas y a sus principios. Aquel que muere en La Moneda y deja, tras su sacrificio final, el testimonio de una vida luchando por un pa¨ªs donde la libertad sea el espacio para construir una mayor igualdad, un pa¨ªs donde ser libre para votar tambi¨¦n signifique ser libre para vivir.
A los 100 a?os de Allende reconstruimos el optimismo desde lo profundo de sus propias palabras: "M¨¢s temprano que tarde, se abrir¨¢n las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor". Y nos dicen algo m¨¢s: esas grandes alamedas hay que cuidarlas d¨ªa a d¨ªa, fortalecerlas d¨ªa a d¨ªa, para seguir transitando por ellas hacia destinos mejores. La democracia es, en ¨²ltima instancia, ese conjunto de ¨¢rboles s¨®lidos, diversos y entrelazados por donde el ser humano quiere ir buscando la oportunidad de sus sue?os. Es la lecci¨®n que nos dej¨® Salvador Allende.
Ricardo Lagos es ex presidente de Chile y presidente del Club de Madrid.
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