Autonom¨ªa en acci¨®n
Hace unos d¨ªas supimos que el Servicio Andaluz de Salud (SAS) es el ¨²nico servicio de salud de Espa?a que incluye entre sus prestaciones la operaci¨®n de cambio de sexo. Dichas operaciones se llevan a cabo en el hospital Carlos Haya de M¨¢laga, que se ha convertido en el centro de referencia en este terreno en nuestro pa¨ªs. En dicho hospital se atiende no s¨®lo a ciudadanos o ciudadanas residentes legalmente en Andaluc¨ªa, sino a ciudadanos que residen en otras comunidades aut¨®nomas, raz¨®n, entre otras, por la cual el tiempo de espera para la operaci¨®n es de aproximadamente un a?o. Tambi¨¦n supimos en el d¨ªa de ayer que Andaluc¨ªa es la primera comunidad aut¨®noma que se propone aprobar una ley en la que se contemplar¨¢n las condiciones de una muerte digna y se garantizar¨¢ el cumplimiento de la voluntad de los enfermos.
He dedicado la casi totalidad de mi vida profesional a reflexionar sobre la organizaci¨®n pol¨ªtica de la convivencia en Espa?a, incluyendo en dicha reflexi¨®n desde la transici¨®n la articulaci¨®n territorial de nuestro pa¨ªs. Viv¨ª con una intensidad enorme el proceso de constituci¨®n de Andaluc¨ªa como comunidad aut¨®noma y no he dejado de seguir su trayectoria en ning¨²n momento. Tengo la convicci¨®n de que Andaluc¨ªa ha sido la comunidad aut¨®noma que m¨¢s ha contribuido a dar contenido al ejercicio del derecho a la autonom¨ªa. No solamente en el momento cuasi fundacional de la estructura del Estado con el resultado del refer¨¦ndum del 28-F, sino a trav¨¦s del ejercicio del mencionado derecho una vez que Andaluc¨ªa se constituy¨® en comunidad aut¨®noma.
Han sido muchas las iniciativas que se han tomado en Andaluc¨ªa, que han ido abriendo el camino tanto al Estado como a las dem¨¢s comunidades aut¨®nomas. Bastantes de ellas en el ¨¢mbito de la salud. Programas para el tratamiento de drogodependientes, investigaci¨®n con c¨¦lulas madres cuando hab¨ªa unas resistencias enormes en el Gobierno de la naci¨®n a dicho tipo de investigaci¨®n e incluso una pol¨ªtica represiva respecto de la misma, lo que condujo a que el actual ministro de Sanidad, Bernat Soria, acabara recalando en Andaluc¨ªa para poder hacer lo que no pod¨ªa en otros territorios de Espa?a. Y ahora estos dos programas con los que he empezado este art¨ªculo.
Para esto es para lo que sirve el derecho a la autonom¨ªa. No s¨®lo para esto, pero tambi¨¦n para esto. Para que un gobierno aut¨®nomo tenga posibilidad de hacer una pol¨ªtica propia, que lo diferencie de la que hacen otros gobiernos aut¨®nomos o incluso el Gobierno de la naci¨®n. En el ejercicio del derecho a la autonom¨ªa se hace muy visible o, mejor dicho, se puede hacer muy visible la diferencia que hay entre pol¨ªticas de derecha o de izquierda.
Lo estamos viendo con la aplicaci¨®n de la ley de dependencia. Andaluc¨ªa es la comunidad que m¨¢s expedientes ha tramitado y m¨¢s ayudas ha concedido en la aplicaci¨®n de la ley. La comunidad de Madrid no ha tramitado todav¨ªa ninguna. Ser¨ªa inimaginable que el servicio sanitario de la Comunidad de Madrid incluyera entre sus prestaciones la operaci¨®n de cambio de sexo o que aprobara una ley como la que se va a aprobar en Andaluc¨ªa. Ah¨ª est¨¢ su reacci¨®n en el llamado caso Legan¨¦s.
?ste es el derecho a la autonom¨ªa en acci¨®n. Es verdad que los m¨¢rgenes para hacer pol¨ªticas diferentes no son todo lo amplio que muchas veces se piensa de una manera bastante ingenua. Pero existen posibilidades de hacer cosas de manera diferenciada. La incidencia que puede tener esa diferente manera de hacer pol¨ªtica en la vida de muchos ciudadanos es notable. Poder cambiar de sexo o tener tranquilidad ante el momento de la muerte, no es poca cosa.
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