"Estoy bien, ya sabr¨¦is por qu¨¦"

La gran ausencia en la toma de posesi¨®n de los nuevos consejeros fue el hasta ayer vicepresidente segundo y titular de la cartera de Justicia y Administraci¨®n P¨²blica. Alfredo Prada Presa no acudi¨® a la sede de la Puerta del Sol, pero s¨ª estuvo alrededor de las nueve de la ma?ana en su consejer¨ªa, en la calle de Miguel ?ngel.

Prada ten¨ªa un gesto serio, pero no enfadado, seg¨²n explicaron sus colaboradores m¨¢s cercanos. Lleg¨® en el coche oficial y se dirigi¨® directamente a su despacho. All¨ª recogi¨® algunos efectos personales, en especial las fotos de sus hijos, y algunos recuerdos de esta ¨²ltima etapa en el Gobierno regional. Ligero de equipaje, el ex vicepresidente fue bajando las cuatro plantas y entr¨® despacho por despacho para despedirse de los trabajadores que ha tenido en los ¨²ltimos cinco a?os. El mensaje fue "brev¨ªsimo", seg¨²n recordaron los empleados.

"Muchas gracias por todo este tiempo. La pol¨ªtica es as¨ª. Hasta pronto". Esas tres fueron las frases m¨¢s repetidas por Prada conforme entraba en cada dependencia. Despu¨¦s les daba la mano o un beso, en el caso de las mujeres. El tel¨¦fono m¨®vil no dejaba de echar humo. Entre mensajes y llamadas, sus cortas intervenciones quedaban muchas veces interrumpidas.

"Se le notaba bastante preocupado, pero a la vez muy tranquilo. Ha estado muy sereno. Ha sido un trago muy duro porque llev¨¢bamos mucho tiempo trabajando con ¨¦l", explic¨® un empleado de la Consejer¨ªa de Justicia y Administraci¨®n P¨²blica. Uno de los gestos que m¨¢s llam¨® la atenci¨®n a sus colaboradores se produjo cuando se le acerc¨® una secretaria. Llevaba en sus manos unos pocos folios que recog¨ªan las ¨²ltimas informaciones de las agencias sobre la crisis en el Gobierno regional desencadenada por Esperanza Aguirre. La mujer le alarg¨® el brazo con las hojas. Prada se las retir¨® educadamente. Y con voz seria espet¨®: "D¨¦jalo. Ya no es necesario". Acto seguido, se dio media vuelta y continu¨® su periplo por el edificio.

Una hora despu¨¦s, aproximadamente, sali¨® de nuevo en el coche oficial sin decir cu¨¢l era su destino. Hacia las once de la ma?ana, el veh¨ªculo permanec¨ªa aparcado en la entrada de la sede de la consejer¨ªa.

El tel¨¦fono de Prada no par¨® de comunicar y de recibir llamadas durante todo el d¨ªa. Cuando alcanzaba un n¨²mero de llamadas, una voz femenina recordaba al interlocutor que el buz¨®n de ese n¨²mero estaba lleno.

Un mensaje que dej¨® claro a sus colaboradores: no quer¨ªa hablar con nadie. A mediod¨ªa, una mujer respondi¨® el m¨®vil del ex vicepresidente y asegur¨® que estaba liado con "asuntos personales" que le llevar¨ªan todo el d¨ªa. Eso implicaba que no se pod¨ªa poner al tel¨¦fono.

El propio Prada rechaz¨® en conversaci¨®n telef¨®nica con este peri¨®dico hacer declaraciones sobre su destituci¨®n. Espera que pase el tiempo para dar su versi¨®n de lo ocurrido y qu¨¦ pretende hacer en el futuro. "De momento no quiero hablar. Estoy muy bien y ya sabr¨¦is por qu¨¦, cuando diga lo que pienso y lo que tengo previsto hacer", destac¨® Prada. En ning¨²n momento quiso explicar su ausencia en la toma de posesi¨®n de los nuevos consejeros.