El enorme circo y el da?o hecho
Neil Young salva el primer fin de semana del festival Rock in R¨ªo
Las resacas son siempre duras. ?Volver¨ªan a tener gracia las decenas de atracciones que acompa?an al festival Rock in Rio? ?Ser¨ªa capaz el enorme circo de volver a divertir? A juzgar por la asistencia de ayer s¨ª: 50.000 personas, seg¨²n confirm¨® la organizaci¨®n. La cifra, con todo, qued¨® muy lejos de cumplir las muy optimistas expectativas de 100.000 asistentes por d¨ªa. Pero es que ayer fue el d¨ªa del fen¨®meno fan.
Los alemanes Tokio Hotel y los madrile?os El Canto del Loco arrastraron a la muchachada que, prevenida por el calor, trajo a Arganda del Rey sus mejores galas: ba?adores, chanclas y biquinis. Los primeros provocaron un centenar de desmayos y una masiva lluvia de peluches al escenario, algunos con los n¨²meros de tel¨¦fono de sus propietarias.
El problema es que es que, despu¨¦s de la apote¨®sica actuaci¨®n del viernes de Neil Young, cualquier cosa parece de juguete. El viejo estuvo plet¨®rico. En casi dos horas de concierto, el canadiense de 62 a?os se dej¨® el alma en cada punteo, emocion¨® y sacudi¨® al p¨²blico talludito. Hubo temas de todas sus gloriosas ¨¦pocas: la el¨¦ctrica y la ac¨²stica. Impresionantes sus temas Old man y The needle and the damage done [La aguja y el da?o causado].
Tampoco vacil¨® en mandar a paseo a Bush cuando, al final del concierto, agarr¨® el tel¨¦fono rojo que decoraba el escenario. "Bush, fuck you" ["Bush, que te jodan"], bram¨® enrabietado al no obtener respuesta al otro lado de la l¨ªnea. Neil Young demostr¨® que la verdad es ¨¦l. En contraposici¨®n a la innecesaria y ofensiva sobredosis de est¨ªmulos publicitarios que abarrotan el festival.
La tarde de ayer comenz¨® con la actuaci¨®n de la brasile?a Ivete Sangalo, que quiso importar el carnaval de Salvador de Bah¨ªa a Arganda. Liber¨® cuerpos a la hora de la merienda. Un inmejorable aperitivo para Carlinhos Brown, que hizo lo de siempre. En el otro extremo ¨¦tico y est¨¦tico del festival se situ¨® Mando Diao. Los suecos estuvieron acertados en casi todo: la actitud, la ejecuci¨®n y las influencias (rock vitam¨ªnico de los sesenta). Eso s¨ª, fallaron en la elecci¨®n de su vestuario: vaqueros y camiseta negra con 35 grados a la sombra. Una mala idea.
M¨¢s a la altura de las circunstancias se mostraron El Canto del Loco. Sab¨ªan a lo que ven¨ªan. Cuadraron una actuaci¨®n en¨¦rgica, justo lo que los fans esperaban. ?stos se desga?itaron con cada estribillo, como hab¨ªan hecho minutos antes con los ¨ªdolos juveniles -versi¨®n 2.0.- de dudosa est¨¦tica Tokio Hotel.
El concepto de Rock in Rio, que vuelve a celebrarse el fin de semana que viene, podr¨¢ ser intr¨ªnsecamente err¨®neo, pero injusto ser¨ªa no recocerle algunos aciertos: un recinto c¨®modo, un sonido desbordante y el c¨¦sped artificial. Una idea que muchos podr¨ªan copiar.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.