Exigencias ciudadanas
La exigencia del padre de Mari Luz -la ni?a de cinco a?os asesinada presuntamente por un pederasta que se encontraba en libertad, pese a que desde hac¨ªa 17 meses estaba condenado por sentencia firme por abusar sexualmente de su hija menor-, interesando la expulsi¨®n de la carrera judicial del juez Tirado y advirtiendo de manifestaciones en caso contrario, descansa en el temor de que la falta de ejecuci¨®n de esta sentencia se considere falta leve por parte de los servicios de inspecci¨®n del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Las noticias aparecidas en prensa, en las que se dice que la sanci¨®n que se puede imponer a este juez es de una multa de 3.000 a 6.000 euros, son las que han motivado esta exigencia.
No es la primera vez en democracia que se duda por los ciudadanos tanto de las actuaciones judiciales, entendidas como la forma de hacer cumplir la ley en un Estado de Derecho, como del sistema de control por parte del ¨®rgano de los jueces. Ejemplos hay algunos: la puesta en tela de juicio por parte de algunos pol¨ªticos sobre la honestidad de jueces y fiscales con motivo del sumario del 11-M; la decisi¨®n de acordar la libertad del asesino De Juana Chaos y el tratamiento de su huelga de hambre; algunos errores por parte de algunos magistrados de la Audiencia Nacional dando lugar a puestas en libertad de terroristas; la politizaci¨®n del CGPJ o la negativa de su presidente de comparecer ante el Parlamento, que representa al pueblo espa?ol, pueden servir a estos efectos. Es una situaci¨®n que parece reflejar que existe un velo de impunidad que cubre y hace imposible la exigencia de responsabilidad a jueces y magistrados por la realizaci¨®n de actos que, de darse en otros ¨¢mbitos de la Administraci¨®n p¨²blica o en el ¨¢mbito privado, tendr¨ªan una respuesta distinta.
Es normal que, con independencia de las formas en que se realiza esta exigencia por parte de estos padres, existan estas manifestaciones. Unas manifestaciones que evidencian la desconfianza que, en general, tienen los ciudadanos ante su Administraci¨®n de Justicia. No hay nada nuevo. Una falta de novedad que hay que asumir con realismo si se quiere abordar un problema que, lastrado de a?os, perjudica el sistema democr¨¢tico. M¨¢s lastrado, si cabe, cuando las razones por las que el padre de la peque?a asesinada pone en duda la proporcionalidad de la sanci¨®n -si procede- porque dice que dos de los vocales inspectores del Consejo son compa?eros del juez e integrantes de la misma asociaci¨®n judicial que les propuso para sus cargos, y de la que el juez inspeccionado ostent¨® su presidencia para Andaluc¨ªa.
No obstante, y pese a todas las dudas que pueda plantearse desde la visi¨®n m¨¢s humana, entiendo que debe dejar que la comisi¨®n disciplinaria recorra su camino. No se ha reunido y no ha podido tomar su decisi¨®n. Una decisi¨®n que se ajustar¨¢ a la realidad de lo sucedido. Es la forma natural de resolver. Adem¨¢s, en caso de desacuerdo, siempre cabe su revisi¨®n por v¨ªa de recurso. Claro que tampoco estar¨ªa nada mal que la decisi¨®n se adopte con la prontitud que exige un caso de esta gravedad. Si hay algo que caracterice la Justicia, que la haga eficaz y ejemplar es que sus decisiones sean adecuadas en el tiempo. En cualquier caso, y al margen de esta decisi¨®n, hay mucho que agradecer a estos padres que tanto han sufrido y sufren. Que Gobierno y oposici¨®n hayan decidido abordar determinadas reformas judiciales, como es la creaci¨®n de un registro de pederastas al que los jueces tendr¨¢n acceso respecto de todos los condenados aunque no lo est¨¦n por sentencia firme; tambi¨¦n la modificaci¨®n de las leyes para el cumplimiento ¨ªntegro de las penas si no hay rehabilitaci¨®n. Se aborda, por fin, uno de los problemas m¨¢s graves de la sociedad. Confiemos en que los jueces sean conscientes de estas exigencias; tambi¨¦n que aquellos queden sometidos a una inspecci¨®n que, alejada de paternalismos y corporativismos a?ejos, corrija con rigor las irregularidades que puedan producirse en un sistema democr¨¢tico cuya Administraci¨®n de Justicia es un pilar b¨¢sico.
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