Pereza intelectual

No cabe duda de que el PP, tras haber perdido las elecciones por segunda vez en 2008, ha hecho un gran esfuerzo de renovaci¨®n tanto de su discurso como de las personas que tienen que hac¨¦rselo llegar a los ciudadanos. El congreso recientemente celebrado en Valencia ha supuesto una renovaci¨®n tan profunda que puede hasta cierto punto equipararse al congreso de refundaci¨®n de AP como PP celebrado en Sevilla en 1990. En las semanas posteriores a dicho congreso hemos visto tanto al presidente, Mariano Rajoy, como a las nuevas figuras emergentes, Soraya S¨¢enz de Santamar¨ªa, Mar¨ªa Dolores Cospedal o Esteban Gonz¨¢lez Pons, expresarse de una manera muy distinta a como lo hab¨ªa hecho el propio Rajoy y los dem¨¢s dirigentes dirigentes del partido en la legislatura anterior. El mi¨¦rcoles pasado en el debate en el Congreso de los Diputado sobre la marcha de la econom¨ªa, aunque fue un debate duro, vimos a un presidente del PP muy distinto del de los ¨²ltimos cuatro a?os.

Quiere decirse, pues, que hay una clara voluntad de hacer pol¨ªtica de manera distinta. Voluntad de abandonar los discursos catastrofistas sobre la ruptura de Espa?a, la rendici¨®n del Gobierno a ETA, la liquidaci¨®n de la familia o la persecuci¨®n de la Iglesia, para hacer oposici¨®n sobre alternativas a las pol¨ªticas dise?adas por el actual Gobierno para hacer frente a los problemas econ¨®micos, a la inmigraci¨®n, al fracaso escolar o lo que sea. La renovaci¨®n del discurso y de las personas se est¨¢ haciendo visible.

La renovaci¨®n de ese discurso no ha llegado, sin embargo, a Andaluc¨ªa. Mejor dicho, la direcci¨®n nacional del PP no ha sido capaz de cambiar su discurso respecto de Andaluc¨ªa. Cuando he o¨ªdo primero y le¨ªdo despu¨¦s las palabras que Mar¨ªa Dolores Cospedal dirigi¨® esta misma semana a los afiliados populares en Andaluc¨ªa, no pude dejar de acordarme de las palabras que a los largo de much¨ªsimos a?os hemos venido oyendo a Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, Jaime Mayor Oreja, Esperanza Aguirre, ?ngel Acebes y otros dirigentes no andaluces. La nueva secretaria general del PP, que est¨¢ diciendo cosas distintas a las que se dec¨ªan en el pasado en casi cualquier terreno, reproduce casi literalmente el discurso del pasado del PP en lo que a Andaluc¨ªa se refiere. El discurso insultante de la falta de democracia en nuestra comunidad, de la existencia de un "r¨¦gimen" que impide que los andaluces puedan expresarse libremente. Insultante no para el presidente de la Junta de Andaluc¨ªa o para el PSOE, como ha dicho Javier Arenas, sino para los andaluces, pues si de verdad existiera un "r¨¦gimen" en Andaluc¨ªa, con el marco constitucional y estatutario que tenemos, ser¨ªamos los ciudadanos los responsables del mismo por tolerar su existencia. Aqu¨ª no hay Tribunal de Orden P¨²blico, ni censura de medios de comunicaci¨®n, ni polic¨ªa torturadora, ni cosas por el estilo. Si hay "r¨¦gimen" es porque los ciudadanos peri¨®dicamente as¨ª lo deciden. Los andaluces ser¨ªamos tan borreguiles, que aceptar¨ªamos un sistema

Obviamente, los dirigentes del PP tienen todo el derecho del mundo a decir lo que les parezca oportuno. Nadie puede discutir la libertad de Mar¨ªa Dolores Cospedal para construir su discurso respecto de Andaluc¨ªa. Pero deber¨ªa saber que ese es el discurso que el PP ha reiterado hasta la saciedad con el resultado conocido.

Tengo la impresi¨®n de que lo que le ha ocurrido a Mar¨ªa Dolores Cospedal es que ha estado ocupada con tantas cosas que no ha tenido tiempo para pensar todav¨ªa en lo que ha sido el discurso de su partido sobre Andaluc¨ªa. De ah¨ª que le hayan salido los latiguillos del pasado, los lugares comunes de siempre del PP. Ha sido un ejercicio de pereza intelectual. La renovaci¨®n del discurso del PP no ha llegado todav¨ªa a Andaluc¨ªa.

Y deber¨ªan hacerlo y hacerlo pronto. Desde el fracaso estrepitoso de UCD en el momento fundacional de la autonom¨ªa andaluza -AP pr¨¢cticamente no exist¨ªa en Andaluc¨ªa-, la derecha o si se prefiere, el centro-derecha espa?ol no ha sido capaz de tener un discurso coherente sobre la autonom¨ªa andaluza y el lugar de su ejercicio dentro del Estado espa?ol. Son ya casi 30 a?os de sequ¨ªa. El PP tiene que reflexionas sobre Andaluc¨ªa, sobre lo que ha sido el proceso de construcci¨®n de la comunidad aut¨®noma dentro del Estado espa?ol, sobre lo que supuesto el ejercicio del derecho a la autonom¨ªa y las razones por las que todos los partidos, excepto el PSOE, han sido incapaces de conseguir que sus discurso fueran aceptados por los ciudadanos. La coartada del "r¨¦gimen" es s¨ªntoma de pereza intelectual. No conduce a ning¨²n sitio.