Una filigrana de c¨¢mara
Dec¨ªa Jos¨¦ Luis Guarner, a prop¨®sito de Tenebre (1982) y uno de sus desmesurados planos secuencia, que lo que acreditaba a las pel¨ªculas del italiano Dario Argento como objetos puramente cinematogr¨¢ficos era la absoluta imposibilidad de someterlas a una adaptaci¨®n radiof¨®nica. La idea se podr¨ªa ampliar: el cine m¨¢s puro es aquel que no se puede reducir a palabras, el que no se puede contar, aquel que, en suma, enfrenta al cr¨ªtico con sus l¨ªmites. La obra del coreano Kim Ki-duk pertenece a esta categor¨ªa, especialmente cuando elige como territorio la abstracci¨®n, y como caligraf¨ªa, la depuraci¨®n extrema. Era el caso de la espl¨¦ndida y desconcertante Hierro 3 (2004), y es el caso de esta delicada y arriesgad¨ªsima Aliento, una pel¨ªcula tan especial que generar¨¢ tantos odios como pasiones, pero a la que conviene descubrir con la mayor ligereza de equipaje (informativo) posible.
ALIENTO
Direcci¨®n: Kim Ki-duk.
Int¨¦rpretes: Chang Chen, Zia, Ha Jung-woo, Kang In-hyung, Kim Ki-duk.
G¨¦nero: drama. Corea del Sur, 2007.
Duraci¨®n: 84 minutos.
Podr¨ªa decirse que Aliento cuenta la extra?a y obsesiva historia de amor entre una escultora de clase media, aislada en una c¨¢psula emocional, y un asesino, encerrado en el corredor de la muerte. El grado de inexactitud que contendr¨ªa tal aseveraci¨®n ser¨ªa alt¨ªsimo, porque el poder secreto del ya pen¨²ltimo trabajo del coreano est¨¢ en sus ampl¨ªsimos m¨¢rgenes de ambig¨¹edad y en sus m¨²ltiples lecturas. Aliento es, a la vez, un melodrama cr¨ªptico y el musical m¨¢s exc¨¦ntrico despu¨¦s de los de Dennis Potter y Tsai Ming-Liang, una de esas pel¨ªculas que avanzan en todo momento por una cuerda floja tendida entre lo sublime y lo rid¨ªculo, trenzada a partes iguales con los cabellos de una poes¨ªa fr¨¢gil y con los hilos policromos del kitsch.
Despu¨¦s de una pel¨ªcula tan rica en sus sugerencias conceptuales como r¨¢cana en su propuesta visual -la insatisfactoria Time-, Kim Ki-duk vuelve a dar una lecci¨®n magistral de precisi¨®n estil¨ªstica en Aliento, que toma caminos imprevistos para hablar de reconstrucciones familiares, pasiones video-vigiladas y redenciones tortuosas. El resultado es una de las obras mayores de uno de los m¨¢s estimulantes cineastas en activo.
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