No tomar¨¢ el 'amarillo' en vano
Los ciclistas de Ech¨¢varri y Unzue que vistieron el 'maillot' de campe¨®n terminaron ganando la ronda
En Pamplona, Jos¨¦ Miguel Ech¨¢varri, que se ha retirado del ciclismo este invierno, no vio la etapa. Se enter¨® por tel¨¦fono de que hab¨ªa ganado y se hab¨ªa llevado el bonus del maillot amarillo otro corredor del equipo que ¨¦l cre¨® hace 30 a?os e inmediatamente lo introdujo en el contexto adecuado, el de su relaci¨®n amor-amor con el Tour, la carrera a la que envi¨® a sus chavales, entonces llamados Reynolds, por primera vez hace 25 a?os, en 1983. "Al Tour le hemos dado mucho, le hemos entregado parte de nuestra vida, pero siempre nos ha devuelto con creces lo que le hemos dado", dice Ech¨¢varri, de 60 a?os. A Ech¨¢varri, al equipo que mont¨® con Eusebio Unzue y que luego se llam¨® Banesto, m¨¢s tarde Illes Balears y ahora Caisse d'?pargne, el Tour le hab¨ªa dado hasta ahora siete victorias finales por intermedio de tres corredores -Perico Delgado, una; Miguel Indurain, cinco, y ?scar Pereiro, una- y un savoir faire ¨²nico que ha dado en llamarse escuela navarra, caracterizada, sobre todo, por la prudencia y la seguridad. Y como nunca han tomado el amarillo en vano, siempre que uno de sus corredores alcanzaba el maillot de l¨ªder terminaba ganando la carrera finalmente. "Pero eso es estad¨ªstica, no quiere decir nada", se protege Ech¨¢varri. "De todas maneras, ahora le toca gestionar a Valverde a Eusebio, que sea ¨¦l el que lo explique".
Unzue s¨ª que vio la etapa, por supuesto. La vio en directo y el final por el m¨ªnimo monitor de su coche. "Y c¨®mo he disfrutado" dice el director del Caisse d'?pargne, quien para prolongar el placer viaj¨® al hotel en el autob¨²s con los corredores. "Y lo otro, en efecto, es pura estad¨ªstica, pero para mantener el porcentaje, evidentemente, no nos vamos a empe?ar en mantenerlo a toda costa. Pero, claro, tampoco vamos a regalarlo". Unzue vivi¨® una situaci¨®n similar en 1992 y 1993, dos Tour en los que Indurain se visti¨® de amarillo despu¨¦s de ganar el pr¨®logo: apenas le dur¨® la prenda 24 horas sobre las espaldas. Cuando la recuper¨®, la recuper¨® de verdad, hasta el final. Pero Valverde es diferente, y el Tour 2008 ofrece unas oportunidades t¨¢cticas diferentes a los de la ¨¦poca del navarro, los de m¨¢s de 100 kil¨®metros contrarreloj. Por ejemplo, el martes, habr¨¢ una contrarreloj de 29 kil¨®metros, y el jueves, la primera llegada en alto, en un segunda, dos elementos muy buenos para Valverde, tanto, que le costar¨¢ dejar el amarillo. Este escenario ya lo previ¨® Unzue hace un mes, cuando gan¨®, en cuesta, la primera etapa de la Dauphin¨¦, repiti¨® en la contrarreloj y aguant¨® en la monta?a.
"El problema, si es que eso es un problema", dice Unzue, "es que es tan bueno que todo lo que corre lo gana no es cuesti¨®n de que est¨¦ demasiado en forma demasiado pronto, ni de que lo va a pagar la ¨²ltima semana, ni de que se ha exhibido demasiado y sus rivales lo van a aprovechar. La cuesti¨®n es que tiene un estilo tan espectacular, tiene un cambio de ritmo en cuesta tan brutal cuando mide bien su distancia, que saca de rueda a todo el mundo. Y as¨ª, con la fuerza de los resultados, se ha ganado el respeto de la gente".
Mientras tanto, Unzue, y su gente del equipo, sus segundos, Jos¨¦ Luis Jaimerena e Ivon Ledanois, disfrutan de nuevo de la sensaci¨®n de sentirse grandes, del autob¨²s rodeado de periodistas expectantes, de los patrones de la Caisse felices en el hotel. Los tiempos de Indurain, casi, revividos. Pero con un l¨ªder muy diferente. Valverde, exuberante en las arrancadas, espectacular, derrochador de energ¨ªas simplemente por placeres el reverso de Indurain, seguro, sobrio, el rey de la eficiencia, de la econom¨ªa del pedal. "Pero Alejandro est¨¢ cambiando", dice Unzue. "Est¨¢ m¨¢s maduro y m¨¢s seguro de s¨ª mismo. Queda sin embargo un interrogante. Y s¨®lo espero que lo resuelva, que los a?os le concedan lo que la edad da, madurez y serenidad para no hacer gastos in¨²tiles. Porque hasta ahora siempre ha sido demasiado generoso en el esfuerzo".
TURNO PARA VALIENTES
La accidentada orograf¨ªa de la Breta?a ofrece una etapa abierta con cuatro puertos en la que, con toda seguridad, se formar¨¢n varias escapadas. Tampoco se descarta que finalmente se produzca una llegada masiva porque en los ¨²ltimos kil¨®metros el recorrido se suaviza. Se prev¨¦ un ritmo elevado y mucho movimiento en el pelot¨®n ya que la etapa es relativamente corta (164,5 kil¨®metros) y los ciclistas est¨¢n con las fuerzas intactas.
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