"Esto no es normal"

Cadel Evans vio la llegada de Alejandro Valverde en directo, micr¨®fono en la mano y pinganillo en la oreja, conectado a la televisi¨®n francesa que retransmite el Tour. "Bueno", dijo esbozando una media sonrisa. "No est¨¢ mal. Soy el primero de los favoritos", exclam¨®. Para el australiano, la v¨ªspera de la salida en Brest los favoritos eran Menchov, Cunego y Sastre. Ahora es ¨¦l: le saca un minuto y seis segundos a Valverde. ?Mucho? Seg¨²n el corredor de Caisse d'?pargne no es para tanto. "No pasa nada, no hay de qu¨¦ preocuparse, no he sufrido ninguna crisis. El tiempo que he hecho era lo que me esperaba, lo que pasa es que los otros han ido muy r¨¢pido", analiz¨® tras pasar por el control antidoping.

"Bueno, no est¨¢ mal. Soy el primero de los favoritos", se alegr¨® el australiano Evans

Una hora antes, en el cuartel general del equipo, Jes¨²s Hoyos, el m¨¦dico, e Iv¨¢n Guti¨¦rrez, uno de sus compa?eros, no alejaban la nariz de la pantalla. "Esto no es normal. No es una contra para que haya tantas diferencias de tiempo. Schumacher ha ido como un cohete, no puede ser que le saque 33 segundos a Cancellara", comentaba Jes¨²s Hoyos. Y, en la primera toma de los tiempos -"c¨®mo es que aqu¨ª no sale nada, la radio ya ha dado las distancias"-, al ver que Valverde pasaba en la 18? posici¨®n, decidi¨® marcharse. "Jolin, mira Evans, va rapid¨ªsimo", dec¨ªa Guti¨¦rrez. "?Y cu¨¢ndo le has visto t¨² ir lento a ¨¦ste?", replicaba el m¨¦dico.

"Yo a Alejandro le veo bien, est¨¢ pedaleando de una forma muy ligera", continuaba Guti¨¦rrez, que ya hab¨ªa terminado el recorrido y esperaba, reci¨¦n duchado y con su ch¨¢ndal blanco, que alguien le llevara el hotel: "Llevamos todo el d¨ªa dando vueltas, hay que ir a descansar". Igual que su compa?ero, Valverde se decidi¨® por un plato de 55. "Lo he puesto porque en la parte final del recorrido hab¨ªa muchas bajadas y quer¨ªa ir r¨¢pido", explic¨® tras la contrarreloj el corredor murciano.

El d¨ªa para ¨¦l hab¨ªa empezado muy pronto. Despertador a las siete, 60 kil¨®metros en coche rumbo a la salida -no quedaban hoteles en Cholet-, reconocimiento del recorrido, hora y media de bici y otros 45 minutos por la tarde. Por eso, a eso de las tres, estaba tirado en el autocar, gafas de sol rojas puestas, medias blancas hasta la rodilla y pies hacia arriba. "Es la mejor posici¨®n para relajarse. Tambi¨¦n lo hacen por las tardes en el hotel cuando se tumban en la cama. Favorece el retorno venoso", explica Hoyos.

Pero la adrenalina que descarga sentado en el autocar con la cabeza apoyada a la ventanilla, la recupera enseguida gracias a su director. Eusebio Unzue no para de dar instrucciones, sentado en el coche que ayer sigui¨® a los ciclistas en los 29 kil¨®metros de la campi?a que rodea Cholet, lleno de rotondas y de repechos y falso llanos. Un transistor y el mando de la tele en la mano, el m¨®vil, el boli y miles de hojas en otra. "No abuses del desarrollo", advert¨ªa en el primer repecho al corredor mientras iba apuntando tiempos. "Cuidado, entra abierto a la rotonda que est¨¢ para tener miedo", le gritaba para que le escuchara con el pinganillo. S¨®lo desviaba la atenci¨®n cuando hab¨ªa demasiado p¨²blico. "No te quedes tan pegado que te van a dar con una c¨¢mara de fotos". "Ahora d¨¦jate llevar, coge aire y relaja los ri?ones", le repet¨ªa cada vez que hab¨ªa una bajada.

Quiz¨¢s nadie se esperaba que Valverde perdiera m¨¢s de un minuto con respecto a Evans. En el equipo hablaban por la ma?ana de unos 30-40 segundos. Pero ¨¦l, con sus gafas de sol rojas, no est¨¢ preocupado: "Esto no ha hecho nada m¨¢s que empezar. El Tour queda muy abierto".