La Operaci¨®n Jaque acelera la desmovilizaci¨®n de los guerrilleros
115 insurgentes se han entregado al Ej¨¦rcito tras el rescate de Betancourt
Con la moral m¨¢s baja que nunca, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) est¨¢n sufriendo una aut¨¦ntica sangr¨ªa entre sus filas. Un total de 115 guerrilleros se han entregado al Ej¨¦rcito desde la operaci¨®n que permiti¨® el rescate de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt y otros 14 secuestrados el pasado 2 de julio en la selva colombiana, seg¨²n el Ministerio de Defensa. Esta cifra casi duplica la registrada en id¨¦ntico periodo del mes pasado (63) y, aunque todav¨ªa es pronto para medir los efectos reales que la liberaci¨®n de los rehenes ha tenido entre los guerrilleros, es una se?al m¨¢s de que el grupo armado se enfrenta a la situaci¨®n m¨¢s cr¨ªtica en sus 44 a?os de historia.
47.745 personas, entre ellas 32.000 paramilitares, se han rendido desde 2002
"En las FARC hay ahora una gran confusi¨®n", revela un ex guerrillero
Las llamadas desmovilizaciones han tenido un crecimiento sin precedentes, especialmente en el ¨²ltimo a?o y medio. Ahora hay cerca de 8.000 guerrilleros de las FARC, frente a los 17.000 de 2002. Estas deserciones se deben, entre otras cosas, a que los ¨¢nimos de muchos est¨¢n por los suelos. El rescate de Betancourt ha agravado la crisis que atraviesa el grupo -considerado terrorista por la UE- desde la muerte de Ra¨²l Reyes, su n¨²mero dos, en marzo, y la del jefe m¨¢ximo, Manuel Marulanda, alias Tirofijo, confirmada en mayo.
"En el seno de la guerrilla hay ahora una gran confusi¨®n", explica un ex miembro de las FARC, de 28 a?os y desmovilizado en 2006 tras seis a?os en el grupo. Prefiere mantener el anonimato porque est¨¢ amenazado e intentaron asesinarle hace un a?o y medio, pero sigue en contacto con algunos compa?eros. "Amigos m¨ªos all¨¢ quieren entregarse, aunque tienen miedo de que les pillen y les fusilen o que el Gobierno no les proteja", a?ade en una cafeter¨ªa de Bogot¨¢.
La guerrilla est¨¢ a punto de romperse definitivamente en dos bloques y nadie sabe cu¨¢l ser¨¢ su pr¨®ximo paso: si buscar una salida al conflicto o lanzar una campa?a de atentados. Mientras, intentan cubrir las bajas reclutando gente en los municipios de la zona bajo su control, muchas veces de forma forzosa. "Los que me preocupan son los rehenes, porque las comunicaciones entre ellos no funcionan y algunos mandos medios pueden descontrolarse", a?ade el ex guerrillero, que cuenta que abandon¨® el grupo tras ver c¨®mo se degradaba ideol¨®gicamente.
Cuando se desmovilizan, los guerrilleros ingresan en un programa de Defensa que certifica que han pertenecido al grupo armado. Despu¨¦s entran en un programa de reinserci¨®n en el que conviven ex guerrilleros y ex paramilitares. "En Colombia se han desmovilizado 47.745 personas desde 2002; de ellas, unos 32.000 fueron paramilitares de las Autodefensas que negociaron colectivamente su entrega", indic¨® ayer el alto consejero presidencial para la Reintegraci¨®n, Frank Pearl. Para acceder a las ayudas de reinserci¨®n tienen que saldar primero sus cuentas con la justicia. Si han cometido delitos de sangre, se acogen a una ley especial y van a la c¨¢rcel, aunque pueden ver reducida su pena sustancialmente.
La adaptaci¨®n es complicada. "Se trata por lo general de j¨®venes que no saben leer, algunos violentos que han vivido siempre en la selva o en el monte y que est¨¢n acostumbrados a obedecer ¨®rdenes", explica Pearl. Estos programas est¨¢n recibiendo cr¨ªticas, porque se dice que son poco eficaces y dan pocas ayudas econ¨®micas.
De los 33.000 ex combatientes que est¨¢n en estos programas, unos 3.000 han vuelto a delinquir (400 trabajan para el narcotr¨¢fico y el resto ha entrado en pandillas juveniles); casi todos son ex paramilitares. "Si est¨¢s comprometido con esto, sales adelante", explica Jos¨¦ Alfredo Mej¨ªa, de 32 a?os y ex paramilitar. No piensa lo mismo ?lvaro Agudelo, de 34 a?os, que no est¨¢ en el programa. Este desmovilizado de las FARC dice: "Tenemos que asistir a clase para recibir las ayudas, pero si trabajamos la empresa no nos deja tiempo para ir a los cursos; ?c¨®mo vamos a cumplir?".
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