Cuando sin soborno, no hay negocio

Ocho supervisores chinos de los centros del gigante franc¨¦s de la distribuci¨®n Carrefour en Pek¨ªn han sido condenados este mes a penas de entre uno y cinco a?os de c¨¢rcel tras ser declarados culpables de aceptar sobornos de sus proveedores, seg¨²n ha decidido un tribunal del distrito de Chaoyang, en la capital china. Carrefour abre un hipermercado cada 15 d¨ªas en el pa¨ªs, donde lleva una d¨¦cada. Suma 112 hipermercados y 275 tiendas de la ense?a Dia.

Destapar casos de soborno y de corrupci¨®n es uno de los episodios, por no decir pesadillas, con las que algunas veces deben lidiar las empresas cuando desembarcan en un pa¨ªs que desconocen. Y cada vez abundan m¨¢s este tipo de pesadillas, o el temor a so?arlas: las investigaciones sobre soborno o corrupci¨®n aumentaron un 45% en 2007 en los pa¨ªses de la Organizaci¨®n para la Cooperaci¨®n y el Desarrollo Econ¨®micos (OCDE), que hace una d¨¦cada se comprometieron en una convenci¨®n a prohibir los sobornos en el extranjero. Entre 2005 y 2007, se pas¨® de 51 investigaciones a 270.

Las investigaciones anticorrupci¨®n se disparan en los pa¨ªses de la OCDE

"Hay m¨¢s volumen de trabajo en investigaci¨®n de casos destapados que en prevenci¨®n, quiz¨¢ porque las empresas empiezan a reaccionar s¨®lo cuando sufren el problema en sus carnes", constata Ricardo Nore?a, socio responsable de la unidad Fraud Investigation & Dispute Services (FIDS) de Ernst & Young en Espa?a.

Una encuesta internacional de esta firma a altos ejecutivos de grandes empresas radicadas en 33 pa¨ªses, entre ellos Espa?a, arroja un 70% de respuestas que confirman que los controles anticorrupci¨®n y antisobornos se han reforzado en sus respectivos pa¨ªses en los ¨²ltimos cinco a?os. Aunque esta sensaci¨®n no es tan acusada en los directivos espa?oles.

La norma de referencia en la materia es la ley estadounidense de pr¨¢cticas corruptas en el extranjero (FCPA, en sus siglas en ingl¨¦s). Cualquier empresa espa?ola cotizada en Nueva York se ve concernida por sus imperativos. Este tipo de pesquisas es algo relativamente nuevo en Espa?a, donde, sin embargo, la misma encuesta apunta que un 32% de directivos asegura haber perdido oportunidades de negocio por no haber pagado un soborno frente a un competidor que s¨ª cree que lo hizo. Este resultado es muy elevado comparado con el 8% de media en Europa.

Espa?a tambi¨¦n sobresale cuando la pregunta formulada inquiere si la empresa ha sufrido un caso de soborno o corrupci¨®n (responde que s¨ª un 24% frente a una media europea del 10%). "Cuando se investiga m¨¢s corrupci¨®n, se detecta m¨¢s. Pero eso no significa que haya cada vez m¨¢s", a?ade Nore?a.

La experiencia dice que, mayoritariamente, el peligro se hace realidad cuando el desembarco se realiza mediante la compra de un socio local que no ha sido suficientemente investigado. La encuesta de E&Y apunta que en la mitad de los casos las firmas realizaron una auditor¨ªa a fondo sobre la existencia de posibles pr¨¢cticas anticorrupci¨®n en procesos de fusi¨®n o adquisici¨®n. "Es cierto que a¨²n existe la idea de que para poder implantarse en un determinado lugar debe pagarse alg¨²n soborno, pero en general las empresas son conscientes de que la consecuencia de las pr¨¢cticas corruptas pueden incapacitarlas para seguir expandi¨¦ndose", dice el directivo. Otras consecuencias que citan las compa?¨ªas es el pago de multas o incluso de ver c¨®mo sus empleados van a la c¨¢rcel o afrontar potenciales litigios de competidores y accionistas.

La organizaci¨®n Transparencia Internacional investiga cada a?o los casos de corrupci¨®n en los distintos pa¨ªses (ver apoyo). Pero a la hora de relacionar corrupci¨®n y geograf¨ªa no hay t¨®pico que valga. Basta con recordar tramas como la que hubo en la c¨²pula de la multinacional europea Siemens, que le han costado gastos de 1.500 millones de euros en abogados, multas y devoluci¨®n de impuestos.